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Era una cobarde.

Pero es que no soportaría las preguntas de Matteo, de tan sólo imaginarlo se me ponía todo de punta.

Dejé la carta en su escritorio y salí para ir al trabajo, suspiré al entrar al carro y salí finalmente a mi destino. Llegué rápido, hoy no tenía tantas cosas que hacer por lo que había tenido pensado que buscaría algunos videos sobre embarazos y bebés. Annie se levantó al verme y entró conmigo a mi oficina mientras comenzaba a decirme:

- Te llamó una señora, me dijo que era tu suegra, -abrí los ojos al escuchar aquello- pero yo le dije que tú eras soltera y me colgó. Después volvió a llamar y me dijo que te dijera que iba a venir para salir a comer contigo e hizo una cita después de tu comida.

- Busca algún restaurante de filetes y reserva -le dije-. ¿Algo más?

Asintió.

- Te llegaron estos paquetes -señaló a la esquina-. Eso es todo.

- Traeme un té de frambuesa, por favor -le dije mientras dejaba mis cosas-. Miel.

Se marchó y caminé a las cajas, las subí a mi escritorio y tomé el cuter, iba a abrirlas cuando la puerta se abrió y volteé creyendo que era Annie, pero en realidad Paul entró.

- ¿Buena mañana? -me preguntó.

- Hasta ahora todo bien -le contesté con una sonrisa.

- La mamá de Luke me habló y me preguntó si en la oficina ya se sabía que estabas saliendo con su hijo, claramente le dije que no porque era un cliente y eso se vería mal.

- Ahora ella va a venir a hablar conmigo.

Suspiré. Tomé el cuter y comencé a abrir la caja.

- Entiende que su hijo nunca tuvo una relación, él es un imbécil, y no sé si lo sabes, pero Luke era problemático. Apesar que todos creen que él era el señor popular de la escuela, no fue así, él era lo que todos evitaban debido a su agresividad.

- Sí, ya lo sé, Paul -rompí la cinta finalmente-. Pero también entiende que Luke es un hombre bastante grande ya, no quiero, queremos, que se estén metiendo en nuestras vidas. Estoy embarazada, planeo mudarme con él, cosa que tengo que hablar con Matteo, y sabes, también quiero casarme, pero no quiero que su mamá esté encima de nosotros toda la vida.

Un estruendo atrajo mi atención y cuando volteé, no sólo vi la puerta abierta sino que Matteo y Annie estaban parados con las caras de "sin palabras", y habían roto mi taza favorita.

- ¿Estás embarazada? -fue lo primero que me dijo mi roomie.

Lo miré con el ceño fruncido.

- ¿No leíste la carta que te dejé? -le pregunté confundida.

Pensé que por eso había venido.

- No he llegado a la casa, pero -alzo su mano y se la paso por la cara, suspiro y entonces me miró y grito-: ¡¿Estás embarazada y no me dijiste nada?! -abrí los ojos al ver lo que había hecho y quise ir a detenerlo, fui hasta él para cubrir su boca, pero se alejó y salió al pasillo donde todos estaban- ¡¿Por qué no me dijiste que estás embarazada?! ¡¿Desde cuándo estás con alguien?! Y... -me miró con los ojos muy abiertos- ¡¿En serio te vas a mudar con él?!

Era oficial.

Todos sabían ahora de mi estado y vida amorosa.

- Matteo, yo...

- Oh no, cobarde, ¡¿Cómo se te ocurrió que me enterara por medio de una estúpida carta?! ¡¿Me ves la cara de pendeja y poco importante?! ¡Somos mejores amigos! Lo mínimo que pido es que me digas las cosas a la cara.

- Lo siento -le dije avergonzada.

Miró cómo todos nos miraban, incluído mi jefe y entonces nos metió a la oficina y cerró la puerta. Paul lo miró serio.

- ¿Tú sabías? -le preguntó Matteo.

- Sí, pero no por ella, me lo dijo Luke.

- ¿Luke es el que te preñó?

- ¡Matteo! -lo reprendí.

- ¿Es el madurito de la otra noche? -asentí y bajé la cabeza- Bueno, al menos no es un estúpido de algún bar.

Caminó al sillón y se dejó caer en él. Paul me miró y encogió los hombros, mi amigo suspiró y cerró los ojos.

- Al menos ya lo sabe -dijo Paul cortando el silencio.

- No de la manera que yo quisiera... ¿Por qué tienes que ser tan dramática? -miré a mi mejor amigo molesta- Ahora todos en la oficina lo sabes.

- ¡Los secretos siempre salen a la luz! -me contestó- De todos modos se iban a enterar, te va a crecer una enorme panza. ¿Qué ibas a decir? ¿Que era colitis?

- Tal vez -le contesté frunciendo mi nariz y boca.

- Colitis de 9 meses seguramente, perrita mentirosa.

No me quedo nada más que reírme al escucharlo, Matteo ya lo sabía y los de la oficina. Tal vez no se hayan enterado como yo quería, pero era un peso menos.

Abrí el paquete y vi emocionada que eran los prototipos de la publicidad de un té sin cafeína que trabajaba, era una edición de navidad y Paul se acercó a verlo.

- Te quedó increíble -me dijo mirando la publicidad en minuatura y las cajas-. Me gusta mucho.

- ¿Sí? Espero que a tu papá también. Me inspiró una historia que me contó de tu familia.

Sonrió.

El enfoque había sido la familia. Me gustaba jugar con las emociones en la publicidad, llegar al corazón de la gente y estana dispuesta a lograr que me nominaran para mejor publicidad del año con la edición normal y edición de navidad.

En estos años, había luchado por lograr ser la mejor en lo que me apasionaba, en mi carrera y mi trabajo. Luche por conseguir mi trabajo, y estaba agradecida con poder gustarle a la gente con mis ideas.

Estaba dispuesta ahora a ganar algún premio o al menos una nominación.

- ¿Crees que a la gente les guste? -le pregunté a Paul mirando todo.

- No les va a gustar, -me comenzó a decir con una cara seria- les va a hacer sentir. Eso es lo que buscamos nosotros.

Cuando lo escuché decir aquello, lo miré con admiración y asentí.

- Gracias -le dije sintiendo como mi piel se erizaba.

Hacerlos sentir.

Yo quería hacerlos sentir, y lo iba a lograr.

Me di cuenta que no he hablado mucho del trabajo de Noora, no me gustan las novelas que dejan por encima las carreras y pasiones de sus personajes y por eso quise enseñar un poco de la devoción de ella por hacer publicidad.

Espero que les haya gustado.

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Las amo ❤

The girl that you used to know - lrh Donde viven las historias. Descúbrelo ahora