The girl that you used to know - lrh

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Miré a aquella chica con asco, con furia y es que movía sus malditas caderas de un lado a otro como si fuera su maldita casa.

¡¿Quién mierda eres, perra desgraciada?!

Quise vomitar al verla mirarme y sonreírme, me pasé la saliva con trabajo y entonces Luke y Paul bajaron, el último caminó hasta mí y me entregó ropa deportiva de Luke. Esta escena me parecía que ya la había vivido, pero en aquella ocasión él me la entregó, no estaba aquella zorra y terminé mamandosela.

- Quiero irme a mi casa -le dije a Paul dejando la ropa de lado.

El hijo de mi jefe me miró serio.

- No sé si sea buena idea -me contestó.

Rodé los ojos y lo tomé del brazo con fuerza.

- Esto que estás haciendo es forzarme a estar en un lugar que no quiero, con alguien que me hace sentir mal y me incomoda y sobre todo detesto como no tienes idea que no me hagas caso. Es mi puta decisión en dónde dormir -mis ojos se llenaron de lágrimas debido a la furia y mi boca comenzó a temblar-. Quiero irme de aquí, por favor.

Paul me miró asustado y me abrazó.

- Perdoname, Noora, no sabía que él te hacía sentir así.

No realmente, pero tampoco quería estar aquí así que debía manipularlo para que me sacara.

- Vamonos -le dije contra su pecho-. Y no digas nada de lo que te dije.

Nos separamos y Paul me limpió la cara, sonreí levemente y él asintió. Me paré de la silla cuando tomó la pijama de Luke y luego con su otra mano tomó mi mano, caminamos hasta el estúpido rubio que hablaba con aquella chica en el sillón y se sonreían y entonces le aventó la pijama. El rubio al sentir la ropa caer en su cama, volteó a vernos confundido y Paul le dijo:

- Nos vamos.

Lo miró incrédulo y luego a mí, pero yo sólo miré a otro lugar y escuché que dijo:

- ¿Te la vas a llevar? -Paul asintió y sonreí cuando miré de reojo que apretó la mandibula-. Noora cuando toma no...

- He estado con ella cuando toma, amigo -lo cortó Paul serio-. Por si lo recuerdas ella y yo ya nos conocíamos.

Abrí los ojos, pero asentí. Luke suspiró y se puso de pie, caminó a donde estabamos ambos, lo miré seria cuando bajó su cara hasta la mía, se acercó frente a la cara de incredulidad de Paul y me dijo en voz alta:

- Como te gusta jugar, Noora.

Me aguanté la sonrisa cuando Paul me jaló rápidamente y le dijo a Luke:

- Amigo, nos largamos y punto, no se trata si puedes o no volver a conquistarla o si le das celos con ella -señaló a la chica que estaba en el sillón con la cabeza- o no.

- Tú no ma conoces, Paul -le contestó-. Ella sólo está...

- Luke, la gente madura con el paso del tiempo, no todos se quedan estancados en el pasado como tú -abrí los ojos al escucharlo-. Si quieres acercarte a Noora no lo hagas com hubieras, no intentes compararla con la chica que era antes y mucho menos des por sentado que una estúpida artimaña de celos es algo maduro para atraer su cariño.

La verdad es que Paul estaba siendo muy sincero y certero. Luke se quedó petrificado al escuchar aquello y nos fuimos, salimos al pasillo y sonreí.

- Gracias -le dije a Paul deteniendolo por el brazo.

El hombre me miró, sonrió y sólo asintió.

Aunque le doliera, todo lo que le había dicho era muy cierto. Bajamos al carro y su amigo nos miró confundido de que no me hubiera quedado, pero no dijo nada. Paul me llevó a mi casa, me acompañó hasta la puerta y entonces nos despedimos; busqué a Matteo, pero no estaba y tampoco me sorprendía.

Me bañé y tomé mucha agua, fui a acostarme para poder dormir, pero entonces la puerta sonó. Me levanté asustada sabiendo que era Luke, todo estaba apagado así que con ayuda de mi celular caminé a la entrada donde golpeaba la puerta con fuerza.

- Mierda -susurré.

Volvieron a golpear y entones escuché un grito diciendo:

- ¡Abre la puerta, maldita perra, rápido!

Pero la voz era nada más y nada menos que de la zorra de Matteo. Caminé e hice caso, mi roomie entró al instante empujandome y cerró la puerta de golpe. Cuando me paré, prendí la luz y mis ojos cayeron en él, los abrí sorprendida y exclamé:

- ¡¿Qué mierda traes puesto?!

Matteo había salido vestido con unos jeans y una camisa, pero ahora estaba cubierto sólo por una tanga de cuero negro. Volteó a verme, suspiró y se recargó en la puerta mientras me contestó:

- No sabía que su esposa era una maldita loca.

Abrí los ojos, suspiré y me limité a decirle:

- No preguntaré más.

Me regresé a mi habitación y al caer a la cama me dormí.

Mucho caos por un día.

Me desperté a la mañana siguiente y con el dolor de mi corazón me marché al gym. Al llegar Nestor me saludó con alegría y comencé con mi rutina. Estaba en la mitad de mi serie cuando sentí cómo volé en el aire y caí en algo, reaccioné y vi que era el hombro del maldito Luke Hemmings, comenzó a caminar conmigo encima suyo.

- ¿Qué haces, Hemmings? -le pregunté manteniendo la calma.

Pero no me contestó. Salí a la calle y todos nos miraban, suspiré avergonzada y entonces llegamos a una camioneta donde un hombre abría la puerta y cuando Luke me aventó y entró, cerró la puerta y rápidamente fue al lado del piloto y arrancó. Volteé a ver a Luke confundida, pero antes de que pudiera decir algo me tomó de la cara y comenzó a besarme, no, devorarme la boca y aunque intenté no caer, me vi siguiendole el beso y mi cuerpo comenzó a responder. Nos separamos tras un minuto y avergonzada me lamí los labios y Luke me dijo:

- Vamos a buscar un vestido para un evento al que quiero que me acompañes.

- ¿Evento de qué? -cuestioné.

- Una gala de beneficiencia que organiza mi madre. ¿Quieres ir?

Abrí los ojos y negué con la cabeza.

- La última vez que vi a tu mamá no podía ni pensar -le dije asustada-. Y también fue la primera. ¿Y si se acuerda de mí?

- Ella sabe de nosotros desde que terminó todo -me dijo provocando que me congelara-. Me vio mal y tuve que contarle.

Golpeé su brazo sin pensar y exclamé:

- ¡Cómo pudiste hacerme esto! Ahora ella seguro me odia -lo vi preocupada-. Ella me debe odiar demasiado.

- Mi madre no te odia, pequeña -me contestó Luke, afectandome, con una sonrisa. Mi piel se erizó al escucharlo decirme así y me pasé la saliva-. Realmente me gustaría que me acompañes a ese evento, deseo llevarte conmigo -se acercó a mí y tomó mi mano con una mano y con la otra me tomó de la mejilla-. ¿Aceptas ser mi pareja?

Lo miré seria unos segundos y al final asentí.

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