Recuperación [Cap. 32]

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Narra ______:

Los policías se mueven rápidamente por la zona mientras yo aferro la mano de Rubén. Estamos tumbados en medio. Desde fuera puedo escuchar las voces de los policías, mientras el hombre que me ha tenido encerrada durante un mes intenta escaparse. Decido arrastrar a duras penas a Rubén hasta la sombra de un árbol mientras grito que llamen a una ambulancia. Me siento estirada de piernas, apoyada contra la corteza del pino y la cabeza de Rubén sobre mis piernas.

Unos ojos verdes me miran con tristeza.

Rubius: P-pe-pelirroja…

_____: No hables Rubén.-Intento decir antes de que comiencen a salir lágrimas de mis ojos. Odio tanto esto. Desde pequeña ves por la tele casos de secuestros, violación, incluso asesinatos. Uno nunca piensa que eso le va a ocurrir a él, pero el mal está a la vuelta de la esquina. Me odio a mí. Me odio por irme de la entrevista sin Rubén, fui una egoísta, y esa es la única escena que ha estado en mi cabeza este último mes encerrada. He estado encerrada. Me han secuestrado. A mí. Y han estado tan cerca de… de…

No me hacía falta un espejo para saber que tenía los ojos rojos, no podía evitar llorar. Noté como Rubén me miraba, en silencio, noté como estaban goteando mis lágrimas encima de él.

Se sentó, parecía haberse estabilizado después del desmayo.

Rubius: Te he echado de menos. No sabes lo mucho que me arrepiento, si no hubiese entrado en tu vida, posiblemente, y es lo más seguro que no te hubiera pasado nada, soy un idiota ¡SOY IDIOTA!

_____: Entrar en mi vida, es lo mejor que has podido hacerme. A partir de ahora todo volverá a ser como antes.

Llegaban las ambulancias para llevarnos.

Yo dije que todo volvería a ser como antes, pero, ¿de verdad podríamos actuar como si nada hubiese pasado? ¿Cómo si no me hubieran secuestrado? ¿Y lo que debe haber sufrido Rubén? Odiándose cada día, cada mañana, todo este mes por haber dejado que me secuestraran. Nada volvería a ser como antes.

Seguir juntos, era peligroso.

El ruido de la ambulancia sonaba y retumbaba en mi cabeza. Me curaron algunas heridas y me dieron vitaminas. A Rubén le exigieron quedarse en la sala de espera, pero se negó. Cabezota como siempre. Y me acompaño cada minuto que estuve en el hospital aferrando mi mano.

Rubius: No voy a dejarte ir otra vez…

(Música dramática)

______: ¡RUBÉN! Déjame ir al baño por dios.-Dije levantando las comisuras de mi boca.

Noté como sonreía y se acercó a mí.

Nos besamos, nos besamos como si llevásemos un mes sin hacerlo…

A no ser...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora