-o n c e

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— ¿Estás segura de que puedes ir sola?

—No soy una niña —respondí frustrada.

Después de la extraña confesión de Harry (¿a eso se le podría llamar confesión?), no se hablo mas del tema. Harry lloro unos minutos en mi regazo, supongo que todo lo que dijo lo hizo sin pensar y porque extrañaba a Daphne y el tema de conversación le recordaba a ella. Luego de desahogarse levanto la mirada de mi regazo y me miro por unos segundos, miro hacia otro lado y susurro una disculpa. Se levantó y dijo que iba a preparar café, me ofreció algo de comer y se fue rápidamente a la cocina. Por más que me doliera el cuello, las ganas de mirarlo me ganaban, ladee mi cabeza y vi como preparaba la comida. Los brazos se le ajustaban a la chaqueta provocando un escalofrió en la parte posterior de mi cuello. No sé como en tan poco tiempo se puede encontrar alguien tan perfecto, no encontrarle ningún error en el, que hasta sus demonios te fascinen por completo.

El resto de la noche nos limitamos a ver la televisión en silencio.

Ahora necesitaba urgentemente una ducha, estaba transpirada y, ya que Louis nunca me preparo el baño, aun sentía el aroma de ese hombre en mi cuerpo, pero Harry no quería dejarme ir sola y yo no iba a dejar que el entrara conmigo. Estaba exagerando, ni que no pudiera caminar.

—Solo, ayúdame a levantarme —le pedí.

Harry me tomo con cuidado, más del necesario, por los brazos, luego afirmo mi cintura y pegándome a él me levanto del sillón.

Sentí mis piernas como de gelatina, me afirme en sus brazos para estabilizarme pero me fue imposible. Si en ese momento no me hubiera estado afirmando me hubiera ido de bruces contra el suelo.

—_____(tn) —murmuro Harry.

—No, está bien, lo tengo —le dije.

Me separe un poco de él mientras me afirmaba de sus brazos. Mis piernas temblaron un poco pero afirme más mi agarre y logre mantenerme de pie.

—_____(tn)…

—Dije que lo tengo, Harry.

Su suspiro llego cerca de mi rostro y por unos segundos me desconcentro, segundos suficientes como para que mi pie pisara mal y perder todo equilibrio logrado. Mis piernas se doblaron y gemí bajo del dolor, había algún musculo agarrotado que dolía demasiado en la pierna izquierda.

Al caer de rodillas, Harry cayó conmigo tratando de agarrarme. Ambos caímos al suelo y el dolor en mi pierna se concentro más.

— ¿Estás bien?

Asentí levemente.

Mis rodillas ardían, seguramente una herida había vuelto a sangrar.

—Debería llevarte al baño —me dijo—. Estás demasiado débil.

Lo pensé. Ahora si lo estaba considerando. No podía ni mantenerme en pie y me urgía un baño. ¿Pero cómo hacer para que Harry me ayudara y no viera nada?

Harry entendió mi silencio como una afirmación y me ayudo a levantarme. Apoyando todo mí peso en su hombro, me llevo por el pasillo hasta el baño. Al llegar me sentó en la tapa del W.C. Se saco la chaqueta que llevaba puesta y se arremango las mangas hasta los codos. Abrió la llave del agua caliente y hecho un poco de jabón justo a donde caía el agua y con la mano formo un poco de espuma.

— ¿Enserio? —me reí un poco.

El sonrió, sonrió como si estuviera satisfecho de sí mismo.

—La idea era que rieras, _____(tn).

Algo provoco en mí el hecho de que dijera mi nombre al final de esa oración. Algo extraño en la parte baja de mí estomago. Algo que hizo que el modo en que sus labios se movían al pronunciar mi nombre se me quedara grabado en la mente, repitiéndose una y otra vez.

Nhor | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora