-d i e c i n u e v e || Parte 2 ||

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Harry.

Al terminar el trabajo prácticamente corrí a casa. Quería llegar y besar a _____(tn). Moría por tenerla en mis brazos y hacerla reír. Esto era algo totalmente nuevo y perfecto. _____(tn) no se estaba olvidando de ningún ex-novio al estar conmigo, ella solo me estaba amando y nunca nada me había hecho sentir mejor.

La amaba. Dios, si. Como la amaba.

Y la deseaba con toda mi alma.

Así que corría, corría para llegar a ella.

Me sentía como un estúpido adolescente. Quería consentirla en todo lo que ella quisiera. Quería ser el único capaz de mejorar sus días. Quería ser el sol de su tormenta. Y lo iba a ser. Costara lo que costara.

Al llegar a mi calle acelere el paso, al llegar a la reja de mi casa me di cuenta que en mi buzón había una caja dirigida a mí, la tome y abrí la reja de mi casa rápidamente y troté a la puerta de entrada. Abrí la puerta y lo primero que sentí fue el olor a comida quemada. ¿_____(tn) había quemado la cena? Extrañado me apresuré a la cocina y vi como una olla estaba cocinando algo negro y que olía a quemado. Con una mano apagué el fuego rápidamente y con la otra dejé la caja en la mesa.

— ¿_____(tn)? —llamé extrañado. Nadie respondió.

Tomé la olla y boté la comida mala. ¿Dónde se habrá metido? Dijo que me haría la cena pero al parecer había salido y se le había pasado el tiempo. Al terminar de limpiar fijé mi vista en la caja sin remitente. Simplemente decía con tinta negra y una letra algo desordenada «Harry Styles» en el frente de la caja. Ya que no tenía nada que hacer mientras esperaba a que llegara _____(tn), abriría la caja.

Intenté romper el papel con delicadeza pero me sorprendí al ver que era demasiado fácil de romper. Como si con un toque de mi dedo se desasiera por completo. El papel cubría una caja café algo sucia. Levanté la tapa y me encontré con un extraño frasco pequeño, con un líquido rojo como la sangre y de aspecto viscoso como el aceite. ¿Qué era esto?

Ahí fue cuando comenzó el pitido en mi cabeza. Punzante en una zona por encima de mi oreja y extendiéndose por el lado hasta mi cuello.

—Ah —me quejé bajo. ¿Qué era esto?

Y me golpeo como un látigo. _____(tn) estaba en peligro, no sé como lo sabía, pero estaba seguro de ello. _____(tn) corría peligro. No estaba en la casa porque alguien la había sacado de aquí. La sangre en mis venas se calentó con furia y por alguna razón mis piernas corrieron hasta la puerta de entrada. Por este lado, pegada a ella, había una pequeña nota: «Lo siento, amigo. Sé que tienes un extraño aprecio por ella, pero está enferma. Tuve que hacer esto para protegerte a ti y a Sky. Louis.»

Nhor | h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora