Las personas se asemejan a planetas que suelen girar alrededor de una luz llamada "esperanza"
Pasan su vida orbitando alrededor de ésta, se alimentan de palabras, sueños, anhelos y deseos que creen algún día alcanzar.
Y se nos olvida que todo tiene principio y final. Que incluso el Sol en algún momento se puede apagar.
Tratas de revivir la llama de la esperanza sosteniéndote de ilusiones alimentadas por promesas y palabras que el viento se lleva.
Al final las palabras son efímeras, flotan como globos llenos de helio desde donde un día caerán para recordarte que todo lo que sube tiene que bajar.
Y no hay actos suficientes para volverlo a levantar.
Cuando algo se quiebra... Jamás queda igual.