Jelly

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El otoño ya se había hecho notar imponiendo su cálida presencia entre amarillos, rojos y anaranjados. Las ramas de los árboles exponiéndose y las hojas volando por todos lados, el viento suave y travieso despeinando a las personas, especialmente a un par de chicos que corrían juguetonamente por la calle.

-¡Kihyun! ¡Ven aquí! -Hyunwoo sonreía, tenía una enorme bola de lodo en la mano derecha.

Kihyun corría o eso intentaba para salvar su integridad física y la nueva playera de gudetama que su madre le había regalado. Se detuvo cuando sintió que sus pulmones colapsaban. El sudor recorriendo su espalda, Hyunwoo se detuvo frente a él con una mirada traviesa.

-¡Alejate hyung! -Señaló la bola de lodo en su mano -si me ensucias te juro que... que voy a matarte -hablaba totalmente en serio.

-Tu me has ensuciado a mi, eres un tramposo -no podía evitar la diversión en su voz, nunca se había divertido tanto. Kihyun parecía resistir bastante bien la fuerza bruta de Hyunwoo y él estaba fascinado.

-De ninguna manera -Kihyun estalló en carcajadas cuando vio lo sucio que estaba el mayor. Tal vez se había aprovechado un poquito.

-Oh tu... pequeño tonto -Kihyun apenas alcanzó a cubrir su rostro cuando sintió la bola de lodo golpear justo en el rostro adormilado de gudetama.

-¡Ya! ¡Te mataré! -Hyunwoo estaba ahogándose con sus carcajadas. Kihyun frunció la naricita, le dio una última mirada a sus ropas y se lanzó contra Hyunwoo.

Había pasado un mes, un mes desde ese horrible incidente y desde que Hyunwoo le había prometido que lo cuidaría. La confianza entre ellos había mejorado, pero Kihyun no podía evitar que sus piernas temblaran y sus manitas sudaran, cada vez que Hyunwoo lo miraba o lo tocaba. Era una deliciosa tortura. Jamás se creyó capaz de sentir tanto.

Ambos chicos rodaron por el pasto, habían corrido de regreso a la casa de Hyunwoo. Kihyun estaba realmente molesto. Tomó más lodo y lo estampó justo en su cabeza. Hyunwoo abrió la boca sorprendido. Sus anteojos rebotaron llenos de lodo.

-Tu.. Me acabas de.. ¿en mi cabello? -Kihyun rió y se cubrió la boca con ambas manos.

-Lo siento hyung, de verdad -trató de levantarse y huir nuevamente pero Hyunwoo lo detuvo tomando sus manos, lo tumbó sobre el pasto y se puso encima del pequeño -N-No hyung... ¡No cosquillas no! ¡Por favor!

Hyunwoo dejó que sus manos
recorrieran el vientre y los costados de Kihyun, observando como el pequeño Gudetama se retorcía lleno de lodo. Kihyun reía como loco y pataleaba, era un sonido maravilloso. ¿Podría una risa curar cualquier dolor? De pronto Hyunwoo se detuvo y miró fijamente los almendrados ojos de Kihyun, eran demasiado hermosos, nunca había visto ojos asi. Felinos, tristes y brillantes, tan dulces.

Kihyun enrojeció de inmediato, calor en todas partes, Hyunwoo estaba muy cerca, sosteniéndose sobre sus rodillas y sus brazos sonriéndole. Cubriendo su cuerpo como todo su calor.

-Kihyun...

-Mmm...

Ambos estaban demasiado concentrados observándose. Grabando cada detalle de sus rostros. Las manos de Kihyun arrancaban ramitas de pasto, estaba muy nervioso.

-Me gustas mucho Kihyun, me volveré loco.

El menor abrió la boca, totalmente anonadado por lo que acababa
de escuchar. Cerró los ojos y negó con fuerza.

-No, no hyung, no mientas no es divertido -Sus ojos estaban perdidos en cualquier parte menos en el chico que estaba sobre él.

-No es mentira, mirame por favor -Hyunwoo sentía que su corazón le pesaba, asfixiándolo. Le gustaba tanto que dolía -me encanta estar contigo eres tan dulce y bueno y gracioso y.. A veces.. me dan ganas de comerte.

The Time We Met [Showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora