The Time We Met [Showki]

Panquésitos y café

-¿Estas bien? -Jooheon observó a su amigo, estaba recostado sobre el sofá de su sala, en pijama, despeinado y con migajas de frituras en la cara.

-Mmnd -sonó más como un gruñido que como una palabra.

-Diablos ¿que pasó? Te ves destruido.

En su defensa, Hyunwoo se sentía así, destruido ¿Desde cuando su corazón pesaba tanto?

-¿No era Kihyun? -Hyunwoo negó. Realmente ese chico no era su Kihyun. Después de que lo echara del baño, Hyunwoo volvió a la mesa y esperó, y esperó... y esperó. Pero Kihyun no regreso. Tampoco lo vio salir por la puerta del frente.

El chico que los y había atendido se le acercó con una brillante sonrisa. "Disculpe, la cuenta ya está pagada, su acompañante se fue. Puede retirarse cuando guste". Hyunwoo no creyó que podría sentirse peor. Pero así fue, era como si una mano enorme le estuviera extirpando el corazón y rasgando sus entrañas. No, no iba a llorar.

Bien, Kihyun había tomado una decisión. Él tomaría la suya.

-¿Y? Vamos amigo, tienes que contarme.

-No hay mucho que contar -Jooheon se sentó junto a su amigo, limpiándole el rostro de las migajas.

-Lo siento, pensé... Creí que esta vez lo encontrarías - Hyunwoo volvió a negar mirando atentamente la televisión.

-No importa. Creo... Creo que no volveré a verlo nunca.

Jooheon lo miró asombrado. Podía ver el dolor en sus ojos y aunque lo intentó, se dio cuenta de lo mucho que le costaba decirlo.

-¿Estás seguro? ¿Tú de verdad dejarás de buscarlo? -eso no sonaba para nada como su mejor amigo. HyunWoo asintió y se levantó, entró al baño y se quedó ahí un buen rato.

Jooheon podía imaginar el dolor de su mejor amigo, sabía perfectamente lo que era renunciar al amor de tu vida.

🐹🌃

Kihyun estaba en el gimnasio de su edificio, bañado en sudor, sus músculos temblando, estaba enojado. Y esta era la mejor forma de sacar sus frustraciones. Al terminar su rutina, se quedó un rato tirado sobre la alfombra.

Pensando. Odiaba pensar.

¿Qué había hecho mal? Era guapo, sexy y tenía dinero. No mucho, pero el suficiente para darse ciertos lujos. Y aún así, Hyunwoo lo había rechazado. La imagen del rostro de Hyunwoo nunca se borraría de su memoria: le había disgustado, pudo verlo, pudo sentirlo. Había molestia y algo más en sus ojos. Pero Kihyun no sabía que era y tampoco quería profundizar demasiado. Su corazón ahora tenía una fea astilla con el nombre de Hyunwoo y cada pensamiento removía la astilla en su interior, causando dolor. Su mente vagó, hasta sus días de adolescente, donde no era nadie ni tenía nada y HyunWoo le hacía sentir como el rey del universo. Tal vez no era real, tal vez Hyunwoo solo quería experimentar en ese momento y él era perfecto para eso.

-¡Maldito idiota! -Kihyun gritó tanto como sus pulmones se lo permitieron. Comenzó a reírse como loco, maldiciendo por dentro.

Fue un tonto, un pobre adolescente iluso. Tan estúpido. Las lágrimas rodaron una vez más. Odiaba sentirse así, vulnerable. Bien, perfecto, excelente. No quería volver a saber nada más sobre Hyunwoo. Nada, nunca. Podía irse a la mierda con sus lindos ojos y sus sensuales labios y su enorme estatura ¡al diablo!