Flour

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Noviembre llegaba a su fin. El viento comenzaba a ser un poco más fuerte y gruñón. Las nubes peleaban con el Sol y la lluvia se negaba a desaparecer. Kihyun esperaba sobre las gradas. Hyunwoo estaba entrenando muy duro, dos horas cada día después de clases. El Entrenador Choi le dijo que debía estar listo para las semifinales de invierno. Había un reclutador especialmente interesado en él. Kihyun prometió esperarlo todos los días. Y aquí se encontraba, esperando, jugueteando con sus pies. A su lado, Minhyuk comía papas fritas.

-Creo que estoy enamorado -dijo mirando a las canchas.

-¿Ahora de quién? -Kihyun había aprendido en poco tiempo que el rubio tenía un corazón de pollo.

-De él -sonrió mirando al chico de hoyuelos. Jooheon estaba empapado en sudor, su cabello negro y largo pegado a su frente. Minhyuk podía notar perfectamente los músculos de su cuerpo contraerse con cada flexión. A diferencia de Hyunwoo, Jooheon solo estaba en el equipo por diversión, y para que su padre no lo molestara. Él prefería la música, se lo había contado al rubio. Tenía planes grandes y ambiciosos, pero no se lo diría a su padre. No hasta que estuviera lejos. Muy lejos, y a Min le encantaba saber ese pequeño secreto. Solo habían pasado un par de meses pero Minhyuk realmente se había encariñado. Jooheon era muy listo, divertido y sexy, hacía que su estómago se retorciera de forma agradable.

-Es muy cool.

-Lo es, ah. Creo que él es el bueno. -sabía que no tenía que abrir muchas esperanzas, Jooheon era un jugador, pero era irresistible.

Kihyun río y miró a su amigo. -¿Te quedarás con él? Pero apenas tienes quince años.

-No importa, él me gusta y espero que me invite a la graduación.

-Wow, ¿de verdad? ¿Eso se puede?

-Si -Minhyuk se cubrió el rostro y pataleo emocionado -si alguien de último año te invita, puedes ir. Las porristas y sus estupidas reglas -bufo. -¿Te imaginas? Ah, sería perfecto poder ver mi trabajo terminado y claro que nos tomaríamos muchas fotos.

El silbato sonó y los jugadores salieron de la cancha, directo a las duchas. Una enorme nube gris apareció ocultando al Sol.

-Vamos, hay que esperarlos -Kihyun se colgó su mochila al hombro y tironeó de su amigo.

-¿Tú irás con Hyunwoo verdad?

El pequeño se sonrojo -No lo sé -bajo los peldaños dando pequeños saltos. No quería pensar mucho en eso.

-Oh, estoy seguro de que te lo pedirá.

-Como sea - sonrío y siguió caminando.

La verdad es que dudaba con su vida de esa posibilidad. Una cosa era llevarlo a su casa o tomarlo de la mano por las calles vacías, y otra muy diferente llegar de la mano a la graduación, frente a toda la escuela. Él no era una chica, y si lo fuera, no sería de las lindas. Estaba seguro de que Hyunwoo no querría pasar semejante vergüenza, saliendo con el peor perdedor de todo el pueblo. Seguro preferiría llevar a una de las porristas, con un lindo vestido que hiciera juego con su smokin. Su corazón renegó ante esos pensamientos. Cierto, Hyunwoo le había dicho que le gustaba y Kihyun le creía. Pero... No había visto la fea cicatriz en su vientre. Nadie podría soportar tanta fealdad, por muy bueno que fuera. Es por eso que Kihyun reprimía  sus emociones lo más que podía. Sí, sabía lo que sentía por Hyunwoo, no podía negarlo, ni evitarlo. Pero estaba asustado. Tenía la plena seguridad de que Hyunwoo le rompería el corazón muy fácilmente, era el único capaz de hacerle daño de verdad. Era aterrador.

Llegaron a las duchas y Min se adentró hasta el fondo, justo fuera. Donde varios chicos se estaban vistiendo o usaban solo una toalla alrededor de la cintura. O nada, el algunos casos.

The Time We Met [Showki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora