Casi Casadas - Albalia - Natalba - OT 2018

Casi sin anillo

Hola, gracias por seguir este fanfic. Quería comentaros tres cosillas.
- La primera es que quería agradeceros a todas las personas que habéis votado en esta historia y la habéis añadido a vuestra biblioteca o lista de lectura. Me anima muchisímo a escribir 

La segunda es que si os gusta Albalia/ Albulia o las tres, porque ese amor no se toca, me gustaría recomendaros leer Dos bolleras con flequillo y yo, el mejor fanfic que hay ahora mismo de ese tema, escrito por Emedoble. 

La tercera es que yo toda la inspiración la saco del post-ot la saco de la web operaciontriunfo.info 

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-Nat, estas? - dijo Alba mientras se quitaba la bufanda manta y cerraba la puerta de casa.

- Para ti siempre - contestó la morena mientras le guiñaba el ojo a la rubia. - te he hecho hasta comida baby.

- Aaay encima no son acelgas, menos mal con el día que he tenido hoy no podría comerlas. ¡Es sopa! Así ¿cómo quieres que no me enamore de ti? - contestó Alba mientras bailaba celebrando que tenía sopa para cenar. Su propósito esta semana era seguir a Nat con el lanzamiento de fichas del casino que se había montado desde que entraron a vivir en Malasaña.

- Pero sí ya lo estás, solo falta que te pida matrimonio - le dijo con cara juguetona la morena.

- Pues lo vas a tener difícil. No te lo vas a creer pero en el curro de recepcionista trabaja mi crush que me encuentro siempre tras acabar las clases. - dijo Alba mientras estudiaba la reacción de la morena.

- ¿Y ya te ha pedido matrimonio? Porque ya estaría tardando y en la cola estoy yo. - dijo seria Natalia. - Ellaaa la convierte heteros. Entre tu ex, la chica del curro, la del otro día en el bar, Joan, Miki... vaya harem te estás montando. En seguida serás tronista de Mujeres y hombres jajaja.

-  A ver - dijo la rubia mientras le daba su habitual Glitch - yo que voy a hacer... si ellas quieren... pero yo... - Alba no paraba de hacer gestos con las manos y señalándose a sí misma toda roja.

- Bueno tranqui Albi, que yo ya sé que te quedas conmigo aunque me gusten las palomitas con sal.  Venga, dime, con lo que ganes de recepcionista tú ¿crees que te podrás pagar todo lo que necesitas?

- A ver como explico yo esto... - dijo la rubia mientras se rascaba la nuca- Con los nuevos libros que nos mandan comprar el profesorado y los trabajos de este semestre... no me daba así que he ido a mirar a la tienda de empeños de aquí al lado a ver cuánto me daban por el anillo que me regaló mi hermana por mi cumpleaños cuando me mudé y seguramente lo tenga que vender. Me da rabia porque ya sabes que tiene el símbolo feminista y significa mucho para mí y mi lucha... pero es que necesito el dinero. Lo único que me consuela es que si aprendo a tocar el piano, podré conseguir un puesto con mejor sueldo en la academia. 

- Alba ni se te ocurra. De verdad, que yo me encargo, sabes que soy tu mecenas tu Sugar Mammy y todo lo que haga falta, en serio. - dijo medio enfadada Natalia - ¡También seré tu profesora de piano!

Alba se levanta, deja el plato en el lavaplatos y se acerca a darle varios besitos por la cara a su amiga amiga amiga. Esta cierra los ojos y pone cara de placer. - Gracias, gracias, gracias - decía la rubia entre beso y beso - pero no siempre vas a poder ayudarme y cuánto antes me sepa sacar las castañas del fuego yo sola, mejor.  Acepto que seas mi profesora pero el anillo lo tendré que vender. 

- Bueno pero hoy duerme conmigo que ayer pase por tu cuarto y parecía que había una montaña temblosa de mantas en tu cama. Parecías el escenario de una prueba de Humor amarillo como las zampa

- Uy y ¿tú que hacías mirando como dormía? ¿Qué te crees un vampiro vegano como los de Crepúsculo? Porque que sepas que a mi me gustaba Alice no Edward - dijo Alba con fingida indignación.

- Solo iba a darte las buenas noches pero te quedaste dormida - dijo la morena mientras hacía un puchero - Si viste Twilight y te fijaste en Alice en vez de en el trío amoroso que vendían las películas... Así de maricona has salido churri. - Natalia dejó su plato también en el lavavajillas y agarró el trasero de la rubia mientras la llevaba hacia su cuarto. - Venga vamos al cuarto ya y me cuentas más sobre la chica esa de tu trabajo.

Alba se dejo guiar hacia el cuarto de la de Pamplona. Esta no era nada pudorosa y enseguida se quito la ropa, se quedó en sujetador y se puso una camiseta grande encima. Ella en cambio corrió a su cuarto a coger el pijama más de abuela que tuviese en el armario porque como Natalia le rozase con esas pedazo piernas que tenía explotaría de combustión interna. Volvió corriendo al cuarto de Nat. Esta le esperaba con una mueca sugerente en la cara mientras daba golpes a la cama con su mano para que se metiera. 

Se metió en la cama y al instante entrelazó sus piernas con la morena. Natalia le abrazó por detrás y metió su cabeza en el hueco de su cuello.

-¡Aaah! tu nariz está helada Nat. se quejó Alba.

- Es que hueles muy bien y yo tengo frío. Dame tu sobaco. -dijo la de Pamplona mientras ponía sus mano en dicho sitio. Las largas manos de Natalia estaban rozando un poco el pecho de la rubia.

- Uff esta va a ser una noche muuy larga, menos mal que mañana es sábado. - pensó ella.  Era consciente de que no era muy normal dormir así, tan pegada con tu compañera de piso pero siempre habían tenido una relación muy de amigas amigas amigas. Como no podía dormirse en esa posición se giró y abrazó por delante a Nat que recolocó sus manos en el culo de la más bajita. Últimamente tenía una obsesión con su trasero. 

Natalia empezó a rozar su cabeza con la de la rubia y ambas empezaron a hacer ruidos de felicidad gatunos. 

- Albiii ¿mañana tienes planes? 
- Nop, soy toda tuya Nat. 

- Si te invito a desayunar una crépe  ¿me acompañas a comprar unas zapas?

- Vale pero que sea de Nocilla. 

- Lo que tú quieras baby - dijo Natalia mientras abrazaba a Alba para darle y compartir calor. - Eso sí mañana no te levantes a horas no normales de levantarse a hacer Magalí en vídeo porque te ato a la cama o te pego tal.. abrazo que no sales de esta cama en todo el día eh.

Alba le besa en la nariz y Natalia del susto al no ver a donde iba el beso se calla.

- Buenas noches churri. 

- Te quiero- le dijo la morena.

- Y yo a ti más.

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