Habían pasado dos hermosísimas semanas, estaba convencido al dosciento por ciento que Elisa era la persona perfecta para acompañarme para toda la vida.
Después de la salida a la playa, la invité a muchos sitios en los que nos podríamos conocer más, parecíamos dos chiquillos enamorados cuando estábamos en una cita, ella me hacía mucho bien, traía a mi vida mucha alegría y sobre todo amor.
En la salida de aller la invité a una cena romántica en el restaurante que está de frente al lago, la luna estaba hermosa y se reflejaba en el lago junto con las estrellas. En un momento inesperado la sorprendí con un anillo de compromiso y le pedí que fuera mi esposa.
● ¿Quieres ser mi esposa?
Su reacción a mi petición fue un poco confusa, al principio se quedó como incrédula o extrañada, pero después sonrió y pues me dio un beso como aceptando mi petición.
○ ¡Dos mío no me lo puedo creer! - exclamó Elisa al verme arrodillado.
Al notar su reacción un alivio desbordante me calmó por completo.
● Elisa te amo y quiero que estés a mi lado siempre, por favor nunca me hagas daño - expresé cabizbajo.
Al instante me tomó mi barbilla y me besó lentamente, sus labios eran cálidos y podía sentir la delicadeza con la que me besaba. Ella era única.
○ No te preocupes, yo nunca aré nada que te pueda lastimar - al instante de escucharla sonreí y me senté nuevamente en la silla.
● Y bueno, ¿cómo quieres que sea la ceremonia? - dije imaginándome lo peor.
○ Lo más sencilla posible, la podemos hacer en el jardín de tu casa y con los menores invitados posibles.
Me tomó treinta segundos para asimilar sus preparativos para la ceremonia, me imaginaba otra ceremonia totalmente diferente.
● Eres hermosa mi amor, te amo, cada día me convenzo que eres la mujer ideal para mí.
○ Hay por Dios, ya estoy hastiada.
(...)
Hoy es el día más importante en mucho tiempo. Hoy me caso.
El día está perfecto, y los invitados ya están sentados en el jardín sólo falta la familia del frente que siempre llegan de último para ser vistos por todos, eso es tradición en ellos.
La novia estaba hermosa, Dios mío no me podía creer que me estaba cazando.
● Estás hermosa ¿Lo sabes? - susurré en su oído.○ Contrólate, que todos nos están mirando - respondió sonrojada.
Dicen que cuando uno se casa se complementa con su pareja hasta llegar al punto de ser el otro yo de la persona. Yo sólo quiero convertirme en el pañuelo de Elisa, para secar su sudor cuando esté agotada y secar sus lágrimas cuando esté triste.
Espero que ella sepa ser mi pañuelo también.
Continuará.....
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La Historia De Mi Vida
Short StoryEste libro narra la historia de un joven que el cual lucha para triunfar en la vida y demostrarle a su padre que venció y se hizo todo un hombre echo de grandes riquezas, el joven para alcanzar su sueño debe afrontar los obstáculos y caminos tortuos...