Pronto, hija mía...

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18 de febrero

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18 de febrero. 
6:15 pm.

Mi día favorito hasta el momento.


Quizás no sea tan inútil como pensé en un principio.

Cierto. No tengo las habilidades que otros de mis compañeros tienen y no soy, tal vez, tan dotada para el arte del ninjutsu, pero hoy, por primera vez en mucho tiempo, sentí que por fin puedo aportar algo a mi equipo.

Llevamos varios días entrenando hasta desfallecer para conseguir mejorar nuestras habilidades. Kakashi aún está débil y no se ha recuperado completamente, por lo que nos está preparando para poder arremeter contra Zabuza si es que alguna vez aparece en nuestro camino.

Aparentemente, las lecciones que el sensei nos iba a impartir eran sencillas, o al menos eso fue lo que supusieron Naruto y Sasuke cuando escucharon que solo se trataba de escalar un árbol utilizando solo los pies. La misión, sin embargo, se trataba de utilizar nuestro chakra correctamente.

Al principio fue muy difícil para los chicos entender la importancia de la tarea, pero Kakashi se los puso fácil.

—Se trata de concentrar la cantidad precisa de chakra en un punto del cuerpo, en este caso, la planta de los pies —explicó el sensei mientras colgaba boca abajo de la rama de un árbol, como si esto no supusiera ningún esfuerzo para él—. En teoría, podrán hacer cualquier jutsu si dominan esta técnica —terminó.

Los tres nos dispusimos ejecutar la tarea casi de inmediato cuando el peliblanco nos explicó con detenimiento como lograr nuestro cometido.

En el primer intento, Naruto no logró subir ni un metro, a pesar de que se impulsó corriendo en dirección al árbol que escogió. Sasuke, por otra parte, acumuló demasiado chakra y terminó rompiendo la madera, siendo entonces yo la única que logró subir el árbol en el primer intento.

A pesar de que Kakashi estaba bastante orgulloso e impresionado por mi habilidad, él sabía bien claro, al igual que yo, que solo había logrado la tarea porque mi chakra era limitado y dedicaba gran parte de mi tiempo libre a practicar el control de mi energía vital. Yo no estaba tan ilusionada como lo estaba él, pues ese ejercicio no era nada nuevo para mí. Kakashi lo notó, pero no propuso nada para que yo continuará trabajando. En cambio me pidió que ayudara a los chicos luego de irse, por lo que me quedé un poco más de tiempo intentando asistir a mis compañeros.

Naruto me pidió consejo luego de caer de bruces en el suelo varias veces y no avanzar casi nada, por lo que le sugerí que solo se relajara y se centrara únicamente en las plantas de sus pies. Poco tiempo después, el chico ya podía escalar unos tres metros en el tronco del árbol sin la necesidad de correr hacia él.

RENACER [✔️] (Primer Libro de la Trilogía Renacer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora