El demonio en la niebla

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26 de febrero

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26 de febrero. 
9:50 pm.

A casi unas millas de Konoha


Estamos regresando a nuestra aldea.

He intentado escribir por varios días pero solo garabateo unas pocas palabras sin sentido y después termino arrancando las hojas de mi cuaderno. No sé cómo describir los sucesos de los últimos días. Este viaje ha sido mucho más que nuestra primera misión; ha sido una experiencia bastante dolorosa que nos definirá por el resto de nuestras vidas. Hemos crecido demasiado en estos 14 días fuera de Konoha y, personalmente, he visto la verdadera fuerza de un shinobi.

A donde sea que vamos, hay muerte; muerte innecesaria provocada por nosotros mismos. Mucho más allá de si somos o no enemigos; si somos shinobis de aldeas contrarias o si hemos cometido atrocidades en nuestra vida, somos todos seres humanos con sueños utilizados como herramientas al servicio de alguien más. No quiero convertirme en eso. No quiero ser como Haku, un chico cuyo único propósito era servir como arma; ni como Zabuza, quien demasiado tarde se dio cuenta por quién verdaderamente valía la pena luchar.

. . .

Hace 4 días comenzó la peor batalla que he presenciado en mi vida.

Kakashi, Tazuna, Sasuke y yo nos dirigíamos al puente que el constructor estaba terminando para ayudarlo en cualquier forma que pudiéramos. Naruto se había quedado durmiendo esa mañana y Kakashi no había querido despertarlo, pues estaba seguro de que había presionado su cuerpo al límite el día anterior intentando controlar su chakra. Al llegar al puente, vimos que todos obreros habían sido asesinados. Uno de ellos continuaba con vida, y trabajosamente susurraba que había sido atacado por un monstruo; el único monstruo que conocíamos se llamaba Zabuza Momochi, el demonio oculto en la niebla.

—Él está vivo —sentenció Kakashi mientras nos comenzaba a cubrir una espesa niebla.

No hubo mucho más que hacer que prepararnos para lo que estuviera por venir. Rodeando a Tazuna, tomamos nuestras armas en mano y esperamos a que Zabuza finalmente apareciera.

—Ha pasado mucho tiempo sin vernos Kakashi —habló una voz grave y carrasposa. Parecía venir de todos lados, como si estuviera escondido en la misma niebla—. Veo que continúas con esos chiquillos. El chico continúa temblando... pobre niño—rió perversamente el jounin.

Al voltear mi rostro vi que, tal y como Zabuza había dicho, Sasuke estaba temblando, con los puños cerrados a ambos lados de cuerpo y una respirar agitado.

En un santiamén salieron desde la niebla que se alzaba sobre nosotros varios clones de Zabuza rodeándonos. Había uno frente a mí y otro detrás. Cuatro de ellos rodearon a Tazuna, pero en un movimiento que se escapó de mis ojos, Sasuke destruyó a cada uno de ellos.

RENACER [✔️] (Primer Libro de la Trilogía Renacer)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora