RENACER [✔️] (Primer Libro de la Trilogía Renacer)

Entiende lo que eres

22 de julio
6:43 pm

En mi casa… luego de un día bastante cargado.

Hace solo tres días que fui dada de alta del hospital de Konoha. Me siento mucho mejor, aunque no me acostumbro a mirarme en el espejo. Cuando me quitaron la venda en el hospital, descubrí que el sello que Kakashi y Anko habían hecho en mí todavía era visible, así que estaba cubierta de las inscripciones que mantenían a mi otra alma a raya.

—El sello se desvanecerá poco a poco dentro de unos días —me habló Kakashi desde la puerta al ver que yo observaba curiosa las letras casi tatuadas en mi espalda, en el espejo que estaba en el baño de mi habitación en el hospital.

—Las inscripciones en mi pecho ya desaparecieron, pero las de la espalda no se quieren marchar —le comenté caminando hacia afuera del baño.

—Es normal —me habló—. No debes preocuparte por eso. Solo será visible en determinadas ocasiones, y solo si esa entidad hace presión desde el otro lado —mientras hablaba, miraba hasta la puerta.

—Es molesto —me quejé.

—Sakura, Sasuke quería hablar contigo antes de irse —me dijo señalando a quién acababa de entrar en la habitación. Luego de escuchar su nombre, el chico Uchiha de cabello negro y ojos enigmáticos, entró en el cuarto.

Ninguno de los dos habló hasta que Kakashi dejó la habitación diciendo una de sus tontas excusas.

—¿Cómo te encuentras? —me preguntó el chico luego de un prolongado silencio.

—Estoy mejor —respondí mirando al suelo—. ¿Y tú? —le pregunté dirigiendo mis ojos a la extraña marca que se avistaba en su cuello.

—Mejor, también —me dijo—. Voy a estar fuera por un mes al menos y no podré verte hasta que regrese —continuó—. Kakashi no quiere ningún tipo de distracciones y tengo que estar concentrado si quiero ganarle a ese chico de la Arena... Gaara —me habló.

—Sí —asentí—. Yo voy a estar entrenando con Anko Mitarashi y también necesito estar enfocada en mí misma. No creo que le guste mucho la idea de estar perdiendo su tiempo conmigo —le hablé.

—Sakura —el chico intentó decirme algo, pero luego se arrepintió de sus palabras y, con una pequeña sonrisa en sus labios, me habló—. No he podido agradecerte todo lo que hiciste por mí en las eliminatorias —me dijo y acercándose más a mí, continuó—. Gracias.

Al observar sus ojos, pude notar la sinceridad de sus palabras, pero también logré ver que algo escondía de mí, algo de lo cual él no estaba muy orgulloso y no quería que yo supiera por temor a cómo iba a reaccionar.

—Sasuke —le llamé justo antes de marcharse—, ¿No estás considerando las palabras de Orochimaru de buscarlo para hacerte más fuerte? —le pregunté demandante.