Bautismo

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Lamentos llenos de pánico y absoluto terror resonaban por las paredes del Banco Nacional Ratharu, mientras la gente indefensa adentro de él buscaba desesperadamente una forma de salir. Sus intentos de escape inmediatamente se vieron frenados por el sonido de unos disparos impactando en el concreto sólido, y sus voces terminaron siendo silenciadas.

De entre los seis intrusos que llevaban seis pasamontañas, que eran la fuente del terror, un sujeto gigantesco con piel reptiliana se acercó al frente y le apuntó con su pistola a la pobre recepcionista que lloriqueaba. Intercambiaron unas cuantas palabras antes de que en medio de lágrimas la empleada del banco sacara algo de detrás del escritorio, con las piernas temblando, y el asaltante se dirigió hacia la enorme bóveda de metal en la pared al otro extremo de la sala.

Mientras esto sucedía, los compinches del criminal con aspecto de lagarto decidieron divertirse haciendo sufrir a sus rehenes, llegando incluso a apuntarles peligrosamente con sus armas. Lágrimas corrían por los rostros de algunas de las víctimas, mientras otros estaban demasiado conmocionados para reaccionar, y en vez de eso se quedaron con los rostros pálidos y los ojos muy abiertos, sin poder siquiera parpadear.

Encima de un edificio, Gohan se mordió los labios y puso los ojos en rendijas, observando la situación, mientras su cabello se tornaba dorado y sus ojos turquesas.

- Seis asaltantes armados, treinta y tres rehenes. Por suerte no hay niños, gracias al cielo. – dijo con voz firme. Observó su reloj y suspiró. – Apenas el segundo día de clases y parece que voy a llegar tarde de nuevo. Ojalá esto no se vuelva costumbre...

Con una expresión determinada, el cuerpo de Gohan desapareció en un borrón dorado, y salió disparado desde el edificio para atravesar la puerta del banco, moviéndose tan rápido que rompió los vidrios cercanos. Con el mundo a su alrededor moviéndose en cámara lenta, Gohan se desplazó de un criminal a otro, aplastándoles los cañones de sus pistolas con sus manos y dándoles toques en la nuca para dejarlos fuera de combate.

Una vez que se encargó de los cinco criminales en el área principal, Gohan se movió rápidamente hacia su líder, que notó que había quitado de un manotón a la recepcionista y estaba a punto de meterse en la ahora abierta bóveda, hacia una enorme cámara llena a tope de lingotes de oro sólido.

Dándole una mirada furiosa al sujeto, Gohan atrapó a la recepcionista antes que hiciera contacto con el suelo y suavemente la dejó recostada. Luego corrió hacia el villano de piel escamosa, partió en dos su rifle de asalto con un karatazo, y lo golpeó en el pecho con una suave palmada. Habiendo ya terminado con los criminales en el banco, se dio la vuelta y decidió cerrar la bóveda solo para estar seguro.

- "Uno pensaría que en un mundo donde hay tantos superpoderes, los bancos grandes tendrían mejor seguridad." – musitó internamente.

Completada su obra heroica, Gohan evacuó el área en un flash, dejando atrás ese rastro dorado que se había vuelto sinónimo de su alter ego, y se dirigió hacia la Preparatoria U.A. en su estado de Super Saiyajin. Normalmente habría buscado un lugar oculto para volver a su forma base, pero realmente no quería llegar tarde.

No muy lejos de la escena del crimen, Gohan alcanzó a ver a un All Might con expresión sombría en medio de una carrera, vestido con un traje a rayas amarillo y un maletín en la mano. Parecía también ir corriendo en dirección del Banco Nacional Ratharu, y para asombro de Gohan, las extremidades del famoso héroe se movían con mucha claridad en vez de verse ralentizadas (todavía iban algo lento, pero igualmente se podía notar). Y para mayor sorpresa, podría haber jurado que vio que la mirada de All Might se movía sutilmente en su dirección cuando pasaron cerca uno del otro.

El Símbolo de la Paz y la JusticiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora