Locuras de fin de semana

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Ya eran exactamente las dos de la tarde cuando Gohan se encontró en el campo de atletismo de la U.A., mientras el brillante sol arrojaba sobre él una intenta calidez. Había contemplado ponerse su traje de héroe para el día de hoy, pero al final decidió no hacerlo, ya que no quería que su sesión de entrenamiento con Midoriya se viera demasiado formal. En vez de eso, se había puesto un gi color oscuro con cinturón y muñequeras rojas.

Un vistazo rápido al área le hizo ver que no había nadie por allí cerca, así que decidió hacer algunos estiramientos para calentar. Las lesiones en los músculos nunca eran divertidas.

- ¡Son-kun! ¡Ya estamos aquí!

Al escuchar que llamaban su nombre, Gohan se volteó hacia la fuente de la voz, solo para que se le ensancharan los ojos. Ahí estaba Midoriya que venía corriendo hacia él, con un chándal simple de color azul, pero junto a él venía nada más y nada menos que All Might en persona. El híbrido saiyajin sabía que Midoriya admiraba al héroe número uno, ¿pero cómo se las arreglaría para convencer al hombre para supervisar su entrenamiento?

Sin embargo, Gohan sacudió la cabeza y sonrió, feliz de que ya pudieran comenzar. – Es bueno verte, Midoriya. También a usted, All Might-sensei. – lo saludó. – Aunque debo admitir que me sorprende que haya venido usted, de todas las personas. – Gohan se preguntaba si no tendría asuntos de héroe que atender.

All Might soltó una atronadora risa mientras se sentaba con las piernas cruzadas en el suelo. – ¡Siempre trato de apartar tiempo para mis estudiantes, joven Son! ¿Qué clase de profesor sería si no me interesara por su entrenamiento? – Se frotó el mentón y su sonrisa se hizo más ancha. – Además, me siento genuinamente curioso por ver a dónde quieres ir con esto. No se preocupen, no voy a intervenir a menos que sea absolutamente necesario.

Gohan asintió al entender. – Trataré de no decepcionarlo. – le dijo intentando ignorar el repentino subidón de presión que surgió. Por mucha confianza que tuviera en su propia habilidad, no pudo evitar sentirse algo consciente de sí mismo en presencia de uno de sus ídolos.

- Estoy listo cuando tú lo estés, Son-kun. – declaró Midoriya. Gohan respiró profundo para volver a concentrarse, y volvió su atención hacia el peliverde.

- Muy bien. ¿Ya hiciste tu estiramiento?

- ¡Sip!

- Grandioso. Ahora, ¿te molestaría hablarme sobre tu Quirk? – pidió Gohan. – Más específicamente, ¿cómo funciona?

Para confusión de Gohan, Midoriya se quedó congelado y sus ojos se dirigieron hacia All Might, que le lanzó una sonrisa llena de confianza. El breve intercambio entre los dos solo sirvió para confundir al híbrido saiyajin todavía más. ¿De qué habría sido todo eso?

Antes que Gohan pudiese preguntarse más sobre esto, Midoriya volvió su atención a él. – D-de acuerdo. Umm... es un Quirk de incremento de fuerza que hace que mi c-cuerpo sea más fuerte. – dijo tartamudeando.

- Muy bien. ¿Y exactamente cómo sacas este poder? – preguntó Gohan.

- E- es algo difícil de explicas. – comenzó a explicar Midoriya con un ligero rubor en las mejillas. – Yo, umm, solo pienso con mucha fuerza en el poder dentro de mí, y trato de sacarlo todo a la vez. H-hasta ahora solo lo he logrado en situaciones des-desesperadas, y las secuelas siempre son m-menos que ideales... – concluyó perdiéndose.

Gohan parpadeó. – Ya veo. – La explicación era más enredada de lo que le habría gustado, pero por lo menos había logrado captar la mayor parte. – Estaba en lo correcto al pensar que tu Quirk funciona de manera similar al mío, por lo menos en teoría.

El Símbolo de la Paz y la JusticiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora