Capítulo 11

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- Vamos a comer que tengo hambre - Sugiere Savannah. Nosotros solo asentimos. Hicimos nuestra fogata y trajimos la comida.

Preparamos nuestra comida y comíamos mientras contábamos chistes malos e historias de "terror" con Matt íbamos bastante bien, o sea, nos conocemos de hace tiempo y no habernos visto por mucho tiempo pues hace que sea más interesante nuestras conversaciones, me agrada estar con él, pero un sentimiento agradable como cuando estoy con las chicas.

Cameron, Jessie, Alex y Daniel hablaban de no se que, que les gustaba estar en la naturaleza, que creían en lo sobrenatural y esas cosas.

En cambio, como ya era costumbre, Silvia se lleva a Zane apartados para poder hablar y en esa charla le incluyen a los coqueteos de Silvia pero al parecer Zane ni cuenta se da.

- ¿Terminaste la escuela? - Me pregunta Matt.

- Sip, pero no completé la universidad - Dije - ¿Y tú? -

- Lo mismo, me recuerdo de que cuando éramos más jóvenes tú querías ser arquitecta, ¿Que pasó con eso? - Preguntó.

- Pues... aún quiero pero no sé si lo consiga, no pude recibirme y comenzar ahora ya creo que no es una opción - Respondí.

- ¿De verdad? - Asentí - Yo creo que podrías, eras increíble y tus diseños me dejaban impactado, seguro que has mejorado - Respondió.

- Ay... tampoco era tan buena, pero gracias a Jessie mejoré bastante, ella sigue siendo mejor que yo en cuestiones de dibujo y esas cosas - Respondí.

- Chicos vamos a dormir ya - Dicen los demás cansados, todos asentimos.

Cada quien caminó hacia su carpa y por desgracia Silvia estaba junto a mi, me acosté y sentí como ella se acostaba pero se alejaba y yo agradecía pero también rodaba los ojos.

***

***

Sssss...

Abrí mis ojos rápidamente, sentía algo en mi pierna, era liza pero áspera a la vez.

Sssss...

Incliné mi cabeza hacia abajo y vi a una serpiente bastante grande en mi pierna, ahogué un grito, la serpiente estaba subiendo a mi rostro, yo no me moví, sentí su lengua tocar mi mejilla, siguió moviéndose bajando su cabeza e intentar meterse bajo las sábanas.

- C..Chicas - Las llamé - Chicas despierten... por favor - Dije en un susurro.

- ¿Qué pasa Arlene? - Gruñe Savannah dándose la vuelta y mirándome.

- No griten, se los suplico, tampoco hagan movimientos bruscos - Les informé y la demás se levantan extrañadas - Hay una serpiente - Digo y ellas ahogan un grito - Saquen a Silvia que de seguro gritará como loca y la serpiente atacará - Dije y ellas asienten.

Jessie y Alex agarran a Silvia de sus pies mientras que Savannah la levanta de los brazos sacándola de la tienda.

La serpiente asoma la cabeza y sale de dentro de las sábanas. Recorre la tienda y yo aprovecho para moverme lentamente, hasta que la serpiente se da la vuelta y me mira atentamente.

- Arlene - La voz de Matt se hace presente, lo veo en la entrada de la tienda.

- Matt, ayúdame por favor - Digo suplicante, tenía mucho miedo, la serpiente es muy peligrosa y venenosa, lo sabía por sus manchas.

- Tranquila, intentaré hacer algo - Dijo Matt, salió de la tienda dejándome a solas con la serpiente.

- ¿Qué pasó? - La voz de Zane se hace escuchar afuera de la tienda.

- Hay una serpiente en la tienda de las chicas - Responde Matt.

- Y Arlene está ahí - Dice Alex.

La serpiente parece distraída así que con el menor ruido y movimientos posible, intento ir hasta la entrada de la tienda.

Ssss...

La serpiente vuelve a sisear y yo me quedo quieta, esta se arrastra hasta mi y se sube por mi pierna.

- ¿Alguno se puede apurar por el amor a la Nutella? - Pregunté, desde hace rato mi nuevo Dios era la nutella, no se crean pero bueno, no es momento.

- Ya vamos - Dice Matt.

La serpiente pasa sobre mi pierna y abdomen pero luego se baja y mira hacia otro lado, yo intentaré algo que si me sale mal, muero. Pero es mejor que seguir aquí.

- No entren - Dije, moví mi mano hacia la serpiente, quien seguía ajena a mis movimientos.

Con un movimiento rápido la sujeté de la nuca apretando firmemente la cabeza de la serpiente evitando que pueda morderme. Su cola golpeaba como un látigo pero aún así no la soltaba.

Se escuchaban todos sus sonidos de ataque y todas esas cosas.

- ¡Arlene! - El grito de las chicas se hace presente.

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