Take 1

534 26 5
                                    

Febrero 2019

- Agradezco a mi familia por siempre estar conmigo y apoyar mis decisiones, agradezco a mi esposa por estar a mi lado a lo largo de este tormentoso camino...- dice con devoción y su voz se corta -  Te amo tanto, gracias por darme esta hermosa familia que se ha convertido en mi fuerza y motivación.
El auditorio se llena de aplausos, todo el elenco ovaciona al joven actor. Son los Oscars y él ha obtenido la estatuilla al mejor actor de reparto. Dentro de todas las categorías esta era quizá la que más opiniones divididas generaba, pero  finalmente Youngjae se la había levantado con ella. Posando y elevando su más codiciado premio este se despedía del escenario para dar continuación a tan prestigioso evento.
La noche transcurría y la hora de dar a conocer al mejor actor se acercaba. La prensa no tenía duda, su film  y él mismo habían obtenido todos los premios en los principales a festivales de cine.
- Y el Oscar al mejor actor es para- anunciaba Dakota Jonhson- ¡Jackson Wang¡
Los aplausos se elevaban, no hubo sorpresa. Sin duda él era el ganador. Se había esforzado tanto para representar ese rol, había tenido que bajar 11 kilos, había visitado y convivido con enfermos mentales para aprender más de ellos y poder representar a ese escritor esquizofrénico  que cometió asesinatos solo para inspirar sus historias. Definitivamente fue el papel más demandante de todos. Había terminado física y emocionalmente agotado, pero al final todo valía la pena.

Este era su segundo Oscar el primero lo había ganado a la edad de 17 años, es vez se sintió agridulce. Las opiniones de la prensa no fueron las mejores. Cierto sector del espectáculo atribuía esa ganancia al factor lástima, muchos mencionaban que su "triste pasado" había sido el factor determinante para esa victoria. Pero no fue así, Jackson se había esforzado, había leído el scrip cientos de veces, se había preparado para interpretar al joven autista que pintaba. Tomo clases de pintura estudió casos y convivió con personas que poseían esta condición. Jackson era meticuloso con los detalles y dejaba su alma en los sets de grabación. 10 años después y gracias a todo su historial cinematográfico esta vez nadie dudaría de su victoria.

Llegar al sitio donde se encontraba no solo había requerido perder peso, cordura, salud; quizá lo más difícil fue haber dejado atrás a sus amigos y a "ella". La mayoría del tiempo Jackson empujaba aquel sentimiento en lo más profundo de su mente, ese era el mecanismo que lo ayudaba a callar viejos remordimientos. Irónicamente estos volvían en los momentos más trascendentales de su vida como ahora, estaba recibiendo el máximo galardón y reconocimiento en el mundo cinematográfico, pero en su mente los recuerdos de "ella" lo embargaban.

- ¡Lo sabía!- la voz de Youngjae y el fuerte abrazo lo sacaron se su ensueño- Lo sabía hermano, de verdad te lo mereces.- decía su amigo con lágrimas en los ojos. Esto era lo más desagradable de las premiciones, tanta emoción y sentimentalismo de otros hacía él. A lo largo de su carrera Jackson había aprendido a guardar sus propias emociones, era un actor por amor de Dios. Cuando era adolescente había cometido la estupidez de revelar su alma al mundo y eso solo ocasionó que las personas usaran su verdad para humillarlo y sintieran lástima nuevamente, un sentimiento que había conocido cuando era niño, y que no permitiría sentir jamás.

- Gracias. – quizá sonó más cortante de lo que esperaba, pero así era él. Se levantó de la mesa e inmediatamente realizó una pequeña venia para agradecer a Youngjae y todo el elenco. Mientras se acercaba al escenario repasó su agradecimiento; a diferencia de los demás artistas que preparaban inspiradores discursos Jackson era más pragmático y debido a ello la prensa siempre tenía algo que decir al respecto.- Gracias- dijo tomando el premio de la joven actriz- Sin duda alguna jamás habría sido capaz de obtener este galardón si no contase con el apoyo de mi equipo de trabajo, mis compañeros de elenco e indiscutiblemente a los espectadores que asistieron a las salas de cines para ver el film, de verdad estoy muy agradecido y seguiré trabajando duro.- nuevamente inclinó su cabeza a modo de agradecimiento esta vez para todo el público. Esa fue toda la emoción que los asistentes pudieron conseguir. El joven actor que dejaba sus alma en los escenarios, pero era tan inexpresivo en la vida real.

Al finalizar la noche "Página en blanco" se había llevado el Oscar a la mejor película del año. Todos estaban emocionados más allá de lo explicable, Jackson observaba a cierta distancia como sus compañeros de rodaje hacían llamadas, enviaban mensajes, grababan videos para sus familiares y amigos en los cuales expresaban su emoción con las buenas noticias; él por otro lado había ocupado el lugar más aislado de la sala de recepción; donde el Estudio Cinematográfico había preparado el after party. Jackson no tenía a nadie especial a quien llamar, hace mucho tiempo había aprendido que las elecciones que había hecho siempre lo perseguirían y alejarían de lo que alguna vez pudo ser.

- Muy pensativo, no me digas que ya estás repasando el scrip para tu siguiente película- custionó Youngjae mientras se sentaba a su lado.- Honestamente no luces como si quisieras estar aquí

- No quiero, me retiraré de aquí en diez minutos, solo cumplo con el protocolo.- respondió Jackson dejando de lado la copa del costoso licor que había estado sosteniendo desde el inicio de la velada.

- Guau, eso fue...

- Honesto.

- Sí, pero no muy amigable.

- ¿Preferirías que mintiera?

- Puedes ser honesto sin necesidad de ser hostil.- aconsejó el más joven- Admiro tu honestidad, respeto que siempre tengas algo que decir, pero es una lástima que solo puedas ser sincero en cuanto asuntos de trabajo por lo demás...  jamás compartes algo sobre ti mismo.

- No hay mucho que decir. – acotó Jackson simplemente.

- No, no es cierto, y lo sabes. Has estado en mi casa un par de veces, hemos sido cercanos por más de dos años ya; pero no sé nada de ti más allá de lo que la prensa y tus fans saben. Siempre evades preguntas, u ofreces respuestas hostiles, cortantes y sarcásticas.

- No me gusta hablar de mí.

- Evidentemente.- dijo el más joven en tono cansino.- Pero ¿por qué? He tratado de ser tu amigo y aunque siento que eres cordial conmigo y mi familia creo firmemente que tú no me consideras como un amigo.

- No me interesa hacer amigos.- Jackson estaba harto de aquella situación, no era la primera vez que alguien cercano a él cuestionaba su actuar.- Sabes Youngjae, con el tiempo aprenderás que en este mundo no existen las amistades verdaderas y mientras menos compartas sobre ti mismo; tendrás menos oportunidades de ser herido.

- Ah, es eso. ¿Quién te lastimó?- preguntó Youngjae aprovechando el desliz del mayor.- ¿Es por eso que te cerraste al mundo. Es esa la razón por la cual levantaste muros imposibles de derribar?

Jackson sonrió amargamente. Honestamente nadie lo había herido o quizá sí, pero no de la manera que Youngjae pensaba. Habían sido sus propias decisiones las que lo dejaron en la penosa situación en la que se hallaba.

- ¿Es ella, verdad?- Jackson contuvo el aliento e intentó ocultar la reacción inicial- La chica de la foto, esa foto que llevas de arriba abajo.

Esta vez Jackson no pudo contener la amarga carcajada que provino de lo más profundo de su ser. El sonido fue breve, doloroso y estremeció al mismo Youngjae.- La pregunta correcta es: ¿qué le hice yo a ella?- fue un susurro pero el menor pudo escucharlo.

Sucedía siempre de esta manera, cuando alguien la mencionaba inmediatamente horribles imágenes de él lastimándola, diciéndole palabras hirientes, abandonándola se reproducían una y otra vez en su cabeza. Ella era la persona más pura e inocente del planeta, y él simplemente se había aprovechado de su inocencia y lealtad. Las palabras, los recuerdos lo golpeaban y lo dejaban herido de muerte. Era ahí cuando sus muros colapsaban y su verdadero ser quedaba expuesto. Y Youngjae fue testigo de ese momento; la gran figura del hombre exitoso e intocable se reducía a la de un joven inseguro y temeroso. Este era el verdadero Jackson Wang, el joven de 27 años que sufría y vivía atormentado y que ocultaba todo ese dolor en el fulgor de los reflectores.

- No sé lo que hiciste, pero sé esto Jackson: existe el arrepentimiento, el perdón, la redención y las segundas oportunidades.

"Perdón" pensó Jackson. Lo había conocido, ella lo había perdonado más veces de las que él podría contar y merecer, pero así era ella. Quizá por alguna intervención divina ella ya lo había perdonado, pero lo que no sabía era: si algún día él sería capaz de perdonarse a sí mismo.

The EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora