Draft 9

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Era peor de lo que había imaginado. Los cambios de horario eran una jodida mierda, y sí ella odiaba maldecir pero últimamente decir groserías era la única manera de lidiar con su perpetuo enojo, eso y golpear a Bam, él se había convertido en el principal destinatario de su ira.

Markie había pasado por varias etapas desde la partida de Jackson, había llorado durante días, las semanas siguientes había sentido una profunda tristeza pero las lágrimas se habían ido, y últimamente estaba enfurruñada, ella sabía que llegaría el día en que ella aceptaría toda esta situación, no obstante, seguiría molesta con cada cosa a su alrededor.

La primera vez que tuvo contacto con Jackson desde su partida, había tenido tantas ganas de llorar en cuanto escuchó su voz, hablaron por más de dos horas seguidas y cuando tuvieron que despedirse no había podido ocultar su descontento y melancolía. Desde entonces su contacto se había reducido, el lugar en dónde él se encontraba no tenía buena cobertura sumándole a eso los cambios horarios y sus horarios personales la situación solo empeoraba, sin embargo, y a pesar de las circunstancias siempre decían lo mucho que se extrañaban, siempre encontraban algo de que reír y eso la aliviaba profundamente.

Markie estaba sorprendida de lo mucho que Jackson había llegado a representar en su vida, quizá se conociesen por poco tiempo pero a veces no se trata de meses o años, se trata tan solo del momento indicado. Pueden llamarlo destino, coincidencia, fuese lo que fuese ella estaba agradecida de haberlo conocido y tener lo que estaban creando juntos.

- Vengo en son de paz.- Bam se acercó a ella ondeando un pañuelo blanco en la mano.

- Ja ja, gracioso.

- Estás muy irritable últimamente.

- Pues deja de molestarme.

- Eres muy fácil de molestar.

- Te odio.- de verdad quería golpearlo.- ¿Qué quieres?

- JB dijo que una chica nueva se integraba al equipo y quería que tú le dieras la bienvenida y le enseñaras el gimnasio.- ella asintió pero no dijo nada más.- No me gusta verte así.

Ella puso los ojos en blanco, Bam rio, se acercó a ella y la abrazó muy fuerte.- Eres muy linda para estar molesta, triste y amargada.

- No estoy amargada.- Bam le dio una mirada de sabelotodo.

- Quizá un poquito.- ello hizo un gesto con sus dedos y él solo enarcó una ceja.- Estoy algo amargada.

- Estás muy amargada.

- Estoy muy amargada.

- ¿Por qué?

- No lo sé.- de nuevo esa mirada de sabelotodo, ella odiaba que Bam la conociese mejor que nadie.- Lo extraño.

- Lo sé.- él la abrazó más fuerte y ella apoyó la cabeza en su pecho.- Pero volverá pronto.

Markie quería estar segura, quería mantener la esperanza.- Lo sé.- Pero solo había dudas rondando su cabeza.

- Lo hará, lo prometo.- ella abrazó más fuerte a su amigo, escuchar de alguien más esas palabras la reconfortaban.- Pero mejora esa actitud, quizá él no regrese si le cuento que te has convertido en un ogro.- Markie lo pellizcó en las costillas.- ¡OUCH!

- Te odio.- Volvió a repetir, pero sin dejar de abrazarlo.

- Yo también.- para nada, la quería demasiado. Era como su hermana mayor. Markie era su familia y odiaba verla triste. Bam empezaba a sentir temor por el corazón de su amiga. La chica melancólica que se encontraba entre sus brazos no se parecía en nada a la Markie que él conocía. Él se sentía impotente sin saber qué hacer para mejorar el estado de ánimo de Markie, odiaba verla rondando como si estuviese perdida, detestaba verla revisando la pantalla de su celular cada cinco minutos, si aquello era parte del amor, definitivamente él no quería eso para su vida.

Markie se estaba enamorando de Jackson lo supiese o no, y aquello era peligroso; Jackson tenía una vida y estaba muy lejos de allí. Mintió porque no quiso herirla pero podía decir con certeza que Jackson no volvería, no del modo en que ella quería.

Bam recordaba a su madre, recordaba lo que el amor y la añoranza hicieron con ella. Su madre no era una mala mujer, no obstante, estaba equivocada, luchaba por un amor y hombre que había dejado de ser suyo desde hace mucho tiempo. Estaba obsesionada con los recuerdos de su adolescencia, vivió años enteros esperando por él, dejó su vida en suspenso tan solo para mantener vivos los recuerdos. Las personas partían e incluso si volvían nunca serían las mismas, nada regresa a su estado original.

Markie tenía una vida por delante, incluso si Jackson no formase parte de ella, Markie debía encontrar la fortaleza para seguir avanzando.

The EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora