Draft 5

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Markie tenía que admitir que vivía un tipo de mentira o mejor dicho una fantasía. Era como si tuviese una vida secreta en la cual de día ella era una doble de acción que además entrenaba a otros actores en un gimnasio pero en la noche se convertía en un personaje diferente, seguía siendo ella misma con sus miedos e inseguridades pero podía tener entre sus brazos al galán de películas. Lo que había entre ella y Jackson ni siquiera tenía nombre, ella tenía miedo de preguntar cual era el estatus de su relación. Jackson era tierno y amable, le repetía muchas veces cuanto le gustaba, la besaba y abrazaba hasta la saciedad pero jamás diría la palabra que comenzaba con a y terminaba con r.

Era demasiado pronto para definir lo que había entre ellos, pero la verdad se estaba quedando sin tiempo. Jackson terminaría la filmación en pocos días y su futuro era incierto, podría permanecer en la cuidad por algunos meses más o podría volar al otro lado del mundo inmediatamente. Markie tenía miedo de que esto fuese un amor de verano, mejor dicho una ilusión de verano; quizá solo tuviesen dieciséis años pero ella esperaba en el fondo de su corazón que esto fuese más que una ilusión juvenil.

- ¿En qué piensas?- Jackson estaba recostado sobre una gruesa manta que ellos habían colocado en el suelo de la terraza. Eran las dos de la mañana pero ninguno parecía ser consciente de ello.

Ella negó con la cabeza y se encogió de hombros.

- Ven aquí- él señaló el lugar vacío a su lado, ella solo lo miró y recogió las piernas sobre el sofá donde se hallaba y las rodeo con sus brazos.- Estás muy rara.

- Mis padres pensaron que era un niño, las ecografías y todas las personas se lo repetían a mi madre una y otra vez.- declaró repentinamente.

Jackson se sentó derecho y escuchó atentamente.

- Cuando nací nadie esperaba que fuese una niña, mis padres tenían todo preparado, el cuarto, la ropa, los juguetes...

- ¿El nombre?- Jackson sonrió entendiendo la confesión de Markie.

- El nombre.- Ella rio.- No tenían más opciones y cuando se les metía algo en la cabeza nada podría hacerlos cambiar de opinión y además como me dieron otro nombre yo podría usarlo si quisiese.

- ¿Por qué no usas tu otro nombre?

- Me gusta el que tengo, es diferente.

- ¿Pero te causó algunos problemas?

Ella sonrió amargamente, su nombre le trajo un montón de problemas pero de igual manera su nombre la llevó a conocer a Bam, pero esa era otra historia.-Sí, no fuiste el primero en pensar que era un chico.

- Sí que estaba loco, eres muy linda para ser un chico.

Ambos rieron pero ella estaba algo avergonzada. Markie caminó hacia Jackson se sentó frente él y tomó sus manos.- A veces siento que te conozco de toda una vida, pero a veces siento que no sé nada de ti.

Jackson hizo un gesto adusto y se levantó bruscamente, ahora era él quien ocupaba el lugar en el sofá.- Si has leído las revistas, créeme sabes todo de mí.

- He leído las revistas, pero sé que no todo no todo lo que está escrita en ellas es verdad.

- Es verdad.- escupió él y colocó las manos en forma de puños sobre sus piernas.- Todo es verdad, cada maldita palabra.

- Incluso si fuese verdad, preferiría que tú lo compartieras conmigo.- ella quería acercarse a Jackson, pero él lucía molesto, realmente molesto.

- Esto no va así.- el endureció el gesto.- No me cuentas algo de tu vida y esperes que yo haga lo mismo.

- Jackson no te enojes, yo solo quiero saber más de ti.

- No estoy enojado.- respiró un par de veces para liberar la tensión, Markie no merecía ser la receptora de su frustración.- Este soy yo. Tienes lo que ves Markie, mi pasado es eso; solo el pasado.- que gran mentira se burló una voz en su cabeza.- Si tú quieres compartir parte de tu vida conmigo, estaré aquí para escucharlo pero no haré lo mismo.- dijo tajante, y empezó a buscar sus cosas, tenía que salir de allí lo más pronto posible.

- Lo siento.- ella se acercó a él, ni siquiera sabía porque pedía disculpas, pero definitivamente no quería que Jackson se fuese y peor aun así de molesto como se encontraba. Se colocó detrás de él de manera que sus manos estaban ubicadas en su abdomen y su frente descansaba es su amplia espalda.- No quiero que te enojes conmigo, no quiero que estés molesto por las preguntas que pueda hacerte.

- No, yo soy el que lo siente.- Jackson colocó sus manos sobre las de ella, él no quería ser ese tipo de imbécil que maltrataba a la chica y encima la hacía sentir culpable.- ¿Sabes Markie?, no sé si algún día estaré listo para compartir mi pasado contigo. Pero prometo que si llegase el día en que quisiese dejar salir todo esto que llevo dentro de mí, serás la primera persona en saberlo.- él se dio la vuelta y ahora era ella quien se encontraba en medio de sus brazos. Jackson la sujetó fuertemente mientras depositaba un tierno beso en la frente.- Lo siento. No quise asustarte.

Ella se sujetó fuertemente a su espalda, aunque aún sentía la adrenalina correr por sus venas ya no estaba molesta e incluso podía entenderlo hasta cierto punto, la prensa se había encargado de hacer de la vida de Jackson un drama barato de telenovela.

Permanecieron así abrazándose, sosteniéndose por un largo tiempo, Markie pudo sentir como la tensión abandonaba a Jackson, incluso fue consciente de como sus pulsaciones se normalizaron.

- Ya no hay caos.- dijo ella sonriendo, él la miro con extrañeza- Aquí- y colocó la mano sobre el pecho de él, señalando su corazón.

- Se vuelve caótico cuando hago esto.- tomó el rostro de ella entre sus manos y la empezó a besar. Un beso hambriento, desesperado. Bocas abiertas labios tentándose, y sus lenguas jugando entre sí. Jackson necesitaba olvidar, confundir sus recuerdos con otras sensaciones.

- Caótico- susurro ella cuando el beso había terminado y aun sostenía su pecho.- ¿Te vas?

- No.- él estaba más tranquilo y no quería dejarla. La abrazó nuevamente y enterró el rostro en el cuello de ella, ambos empezaron a mecerse de un lado a los otro, suaves movimientos. Sostener a Markie era como sostener un milagro, ella era casi irreal, traía magia y color a sus días, era frágil y hermosa pero tenía ese lado guerrero que se convertía en su bálsamo sanador, su puente de conexión con este mundo - ¿Estamos bailando?

- Así parece.- susurró ella y enganchó sus brazos alrededor del cuello de Jackson.

- ¿Qué canción estamos bailando?

- Cualquiera.

- ¿Cualquiera?- él se separó de ella y la miro de forma inquisitiva.

- No se me ocurre ninguna por el momento.

- Ninguna o cualquiera, decídete.

- Todas las canciones del mundo.

Él río y volvió a enterrar el rostro en su cuello no sin antes aspirar el dulce olor a jazmín que desprendían sus cabellos. Markie tenía ese poder, ella convertía la tormenta en calma, era como un rayo fulminante en medio del caos. Habían muchas cosas que debían aclarar y Jackson era consciente de eso. El debía hacerle entender que su pasado no era un libro abierto, independientemente de lo mucho que confiase en ella.

The EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora