Jésica. Noviembre 2018, parte 1

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Jésica. Noviembre 2018, parte 1

Sofía empezó la semana con energías. En el repaso de gala acepto las críticas de Noemí y Manú, los directores de la academia. Terminaron con un discurso motivador. Por la tarde nos dieron los temas por la gana siguiente. Me toco cantar con Nieves, Love on top. A Sofía, una de Adele, Set fire to the rain. Se incorporo rápido, radiante de felicidad. Sentí que por fin se la valoraba, dándole la oportunidad para lucirse con una canción complicada y potente. ¿Lo aprovecharía?

Se sentó a mi lado, me cogió del brazo y me sonrió. Fue su forma de agradecerme mi sermón de noche. Una parte de mi, se relajo. Había temido que aquel encontronazo abriera una enorme brecha entre nosotras. Era incapaz de renunciar a ella. ¿Podría conformarme solo con su amistad?

Por desgracia, ya era adicta a su humor, a sus historias, a sus gestos, a su pasión por la música y a sus valores personales. Sólo ella había desvelado mi parte romántica. Me inspiraba tanta ternura que traspasaba todas mis fronteras interiores y me derretía en solo mirarla.

Otra señal que me tranquilizo, fue al palpar la distancia que mantenía con Aura. Dejaron de hablarse tanto y las noches siguientes no hubo ningún encuentro nocturno. Por eso, cuando aquella tarde la profesora de canto, Gina Lauren, irrumpió en el box donde ensayaba con Nieves y me pidió hablar en privado me quede sin palabras. Había pasado el huracán, quedaba por llegar lo peor, el maremoto.

Hay momentos que actúas por impulsos, sin meditar... Porque la voz de tu corazón te guía. Si amas a alguien, ni que sea un amor imposible, no le dejarás jamás a estacada. Me sentí atrapada en aquel laberinto emocional. Jésica que sólo soñaba en triunfar y no quería enamorarse en la academia, ya era prehistoria.

Nieves ajena de aquel entuerto sentimental, se me quedo mirando inquisitiva. Nuestras clases habían terminado por aquel día. Aún así quería seguir ensayando. Últimamente, andaba bastante insegura. El juicio del jurado estaba influyendo negativamente en su progresión. Se necesitaría pedagogía para criticar. No todo el mundo le motivaba mensajes ofensivos.

- Podéis hablar aquí, me voy a descansar. Puede que tengáis razón, ensayar tanto tampoco me ayudará.- Decidió la chica de Málaga. Me interpuse en la puerta, sintiéndome fatal con ella. Me caía muy bien y me hacía sufrir. Era la más entusiasta con OT, había sido su sueño desde niña. Su permanencia al concurso era constantemente cuestionada.

- Gracias Nieves. Luego, te cuento.

- ¡Como quieras! Resuelve lo que traigas entre las manos, te necesito también concentrada.- Me remarco. Fue un poco severa. Agarro el mango del la puerta, algo dubitativa.- Lo siento Jésica. Si puedo ayudarte en algo, solo debes de pedírmelo.

- Lo tendré en cuenta. Te lo compensaré.- Le prometí. Me sonrió y se fue. Gina se me acerco y me desconecto un momento el micrófono. Me sorprendió con su gesto.

- Discúlpame. No quería crearte problemas con tu compañera. No sabía a quién acudir. Estoy muy preocupada por Sofía. Últimamente, te veo más cercana con ella. Intuyó que te importa mucho...- me miro muy seria y me alarme. Aunque me atenazo un poco de vergüenza. Odiaba ser un libro abierto y todo el mundo pudiera leer mis sentimientos hacia la gallega. Odiaba sentirme tan vulnerable.

- Sí es verdad. ¿Le ha ocurrido algo?- le cogí las manos, exigiéndole que fuera directa. Me narro brevemente su charla con Sofía respeto sus sentimientos hacia Aura. El virus de los celos empezó a atacarme de nuevo. Me negaba a intervenir, ya era suficiente adulta por estropearse la vida.- ¿Me estas proponiendo que sea su paño de lágrimas? ¡Me niego!

- Sé que te estoy pidiendo demasiado...

- ¡No le hubieras aconsejado seguir su corazón!- Le recriminé sin pestañear. Nos callamos.

LA TERNURA QUE ME INSPIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora