Sofía y Jésica. Diciembre, 2018 (1)

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Narra Sofía

Mi existencia había dado un giro de noventa grados. Ignoraba que ocurriría al exterior, si mis sentimientos por Jésica perdurarían. Me desconcertaba mi clarividencia respeto a lo que sentía. No eran palabras susurradas al vació, o fruto del momento de éxtasis. Una fuerza poderosa me ataba a ella. Estar a su lado me daba paz, una armonía o seguridad tremenda. Sólo a veces, la razón me susurraba más calma.

Lo hablamos tranquilamente el martes antes de la gala. Faltaban sólo 4 programas porque OT se terminará. Las dos éramos conscientes que quizás no llegaríamos juntas a la final. Jes era más ambiciosa que yo y le hacía más ilusión llegar a la final. Desde que somos pareja, estoy descubriendo rasgos suyos que me encantan, como su humildad. La admiro por su tenacidad para lograr sus objetivos. Aquella era su opción para triunfar y poder dedicarse a la música. Para mi es algo accesorio. Estoy totalmente convencida de porque accedí a participar a aquella experiencia, era para entender mejor a mi madre. Fue a raíz de su paso en ese concurso que cambio. Mi padre una vez me lo insinuó. Siempre me hablo de forma positiva de ella. Aún así, uno puede captar los matices o las inflexiones en el tono de voz.

- ¿Lo nuestro será real?- reflexione en voz alta, porque había sucedido tan rápido, era tan inaudito.

- Por mi parte sí, hace semanas que deseaba besarte, como lo voy a hacer ahora.- Se fue acercando lentamente. Su aliento me rozo la piel y me estremecí. Dude de que me acariciara los labios, pues en el sector de los armarios había cámaras. Así fue, cuando estaba llegando a ellos viro hacía mi pómulo derecho. Anhelaba tanto sentirlos que me moví y atrape su boca. Fui la loca insensata que se rendía al imparable poder del amor. Fue un contacto breve y eléctrico.- Te entiendo. Particularmente, creo que estamos corriendo demasiado. No es que no lo quiera, lo deseo todo contigo. Aún así, hay asuntos pendientes para resolver.

- Cierto, como mi rotura con mi pareja. Compartir más momentos, saber si encajamos,... Nunca se sabe.- Le admití. Me tranquilizaba su racionalidad. Para mí era importante que compartiéramos valores y tuviéramos los pies al suelo.- Nos queda vivir día a día. Mañana quizás me vuelvan a nominar y no me salve el público. Sí es así, te extrañare enormemente. ¿Me esperarás?- Me aferre a su cuerpo y deje que sus amorosos brazos me acunaran como una niña chica. Su corazón bravío y acompasada respiración eran un bálsamo para mis nervios.

- ¡Pues claro riquiña! Igual que tú a mí, ¿no?- Me dio una colleja en la espalda riéndome pícaramente.- Sabes, tengo un presentimiento. No te irás. Y sí te vas marcharé detrás de ti. Mi prioridad ya no es ganar OT.

- Jes, no tienes porque renunciar a tus sueños. Jamás te lo pediré ni te lo permitiré.- Le remarqué con intensidad, a la vez que me separé de su cuerpo y deshice de sus brazos. La miré muy seria. Dulcifique mi tono de voz y se lo repetí.- El amor es dar libertad, no debe de encadenarnos. Si realmente deseas dedicarte a la música, debes de luchar para llegar a la final.

- Sí, lo quiero.- Me agarro la mano derecha y jugó con mis dedos. Su rostro se ilumino y estaba exultante.- Pero nunca mi profesión será más valiosa que mi mujer. Puedo cosechar mil éxitos y ser una cantante codiciada. Sí, será genial. Aún así, la fama no me arropará cuando tenga frio, no me cuidará cuando enfermé, no me dará un proyecto de futuro como persona... No sé si te lo he comentado, pero anhelo mucho ser madre.

- ¿Ah, sí?- solo soy capaz de articular, arrollada por sus preciosas palabras. La maternidad mi gran lema. No lo había meditado mucho. Tampoco tenía un instinto maternal acusado. Quizás, porque mi madre estuvo algo ausente gran parte de mi infancia. Creía que los niños requerían absoluta dedicación. Si no podía ser así, era mejor no tenerlos. No hablo únicamente de disponer de economía justa o no. A veces, con poco dinero se les daba mucho más amor.

LA TERNURA QUE ME INSPIRASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora