Es miércoles por la noche, el día que cada semana espera con ansias a que llegue, hace cinco meses exactamente que sus días favoritos son los miércoles por la noche.
Mira por el ventanal de su oficina la tormenta que se desata aquella noche. Será imposible poder ver en el camino a su sexy chico en bicicleta haciendo resaltar su voluptuoso culo.
YoonGi ama manejar por ese camino, especialmente porque se encuentra a su querido bebé montado en la bicicleta, con su culo resaltando en el asiento, atrayendo la mirada de más de uno.
¡ESE DEBÍA SER DE SU PROPIEDAD!
De reojo mira el reloj colgado en la pared. Un suspiro de alivio sale de sus labios. Aún estaba a tiempo de llegar a aquel departamento y poder ver ese mini show del pequeño chico del edificio de enfrente.
Guarda cada uno de los papeles y contratos en su maletín, los revisará luego. Con todo listo sale de su oficina despidiéndose de su secretaria tan frío como siempre.
Por otro lado se encuentra un azabache frustrado por el día de mierda que tuvo, tanto en la Universidad, como en su trabajo y en la salida con sus amigos; para colmo su bicicleta se ha roto.
Con la tormenta que se desata no consiguió ningún puto taxi a esa hora de la noche, por lo tanto se encontraba caminando bajo la lluvia queriendo llegar lo antes posible a su hogar a pesar del alcohol que corría por sus venas, sus pasos eran bastantes torpes a decir verdad.
Es miércoles y él bien sabe lo que eso significa.
¡Le bailaria a su Daddy!
Esa noche, como tantas antes, usaría la nueva lencería que le ha hecho llegar a su departamento.
Suspira deseando poder algún día conocer el rostro de su Daddy o su voz, las veces que lo ha llamado solo habla él, recibiendo monosílabos como respuesta y su respiración pesada.
Sigue caminando a paso ligero pero torpes por las calles desiertas de la ciudad, rodeando su cintura con sus cortos brazos intenta apaciguar el frío que recorre por su cuerpo.
El menor va tan sumido en sus pensamientos que no se da cuenta que un coche lo sigue, hasta que nota que vaja la velocidad. Con el corazón latiendole a mil por hora, apresura el paso mientras ruega de que este siga de largo o que por arte de magia aparezca algún puto taxi.
Con miedo de que lo secuestren y lo vendan como prostituto.
¿Por qué venderlo como prostituto?
Fácil.
1) Tiene un cuerpo perfecto y bien trabajado.
2) Un rostro afeminado y delicado.
3) Cabello bien cuidado y brilloso, tanto que el azabache hacía relucir su rostro.
Todo es perfecto en él, en sus clases es la envidia tanto de chicas como de chicos.
Prácticamente corre, aún sabiendo que es completamente inútil.
Con sus pensamientos algo aborotados se sobresalta pegando un grito para nada masculino, el coche aminora su velocidad a su lado y la ventanilla del lado del copiloto baja lentamente.
No quiere mirar, tenie mucho miedo de ser secuestrado y vendido o mucho peor, ser violado y asesinado.
¡ES MUY JOVEN PARA MORIR!
-Ji...
Con el miedo a flor de piel grita sin mirar a dicha persona detrás del volante.
-¡NO ME VIOLES Y ASESINES!
El chico dentro del auto suelta una carcajada tras escuchar las palabras absurdas del menor.
-Soy yo Jimin, YoonGi.
