El más hermoso regalo.

Capítulo 12

Conforme pasaba el tiempo, Makoto se volvía cada vez más humano, iba olvidando ciertos institutos como corretear gatos o tener miedo al agua.
Pero había un temor que aún prevalecía y no se le quitaría jamás.

Abrí mis ojos, la pose de siempre, con el hombre con el que perpetuamente desearía despertar así; el resto de mi vida. Me moví despacio, él seguía profundamente dormido, besé su frente y me dispuse a bajar las escaleras. Vi que mi abuela ya estaba en la cocina, pero al parecer escondía algo.
-Buenos días, abuela.- Saludé entre bostezos.
-Buenos días, querida.- Me pasó una taza de té verde, le di un sorbo y mi abuela no dejaba de mirarme.
-¿Sucede algo? ¿Soy o me parezco?.- Entre risas dije con sarcasmo la última pregunta.
-No; ______. Sólo que encontré esto entre las cosas hace unas semanas. Me entregó unos patines negros, el derecho tenía una franja verde y el izquierdo turquesa.
-¡Cielos! Los encontraste, cuanto tiempo.- Los observé y toqué con emoción, recordando viejos tiempos con Nao.
-Tal vez, pensaba que en estos días que estarán aquí, crucen historias. Sí van a juntar sus vidas en un futuro, tienen que compartirse la vida.-
-Lo sé, abuela, puedo preguntar…-
-Ajá.-
-¿Por qué tú y Akira-san saben algo que yo no? Incluso Makoto parece saberlo.-
-¿Por qué lo dices? ¿a qué te refieres?.-
-Hablo de… De contraer matrimonio con él, tener familia y esas cosas.-
-Oh, eso. _______, hay muchas cosas que no se pueden explicar, hay milagros en el mundo… Segundas oportunidades.-
-Pero, ¿cómo…- Puso un dedo en mis labios.
-Sólo… disfruta tu vida, disfruten su vida, cada momento, cada pedazo de historia que construyan juntos, atesorenla.- Exhaló. -Makoto es un buen hombre, está comenzando a ver la vida diferente. Descubrirá varias cosas; amalo. Así como él te ama; vivan, exploren, sientan. Son jóvenes, es decisión de ustedes sí quieren tener familia hoy o mañana. Llegará el día en el que ya no sean dos, sino tres o cuatro.- Mi abuela me sonrió acariciando mi mejilla.

-Pero, ¿cómo sabías que esto pasaría?.-
-En esta vida hay de todo, mi niña. Habemos personas con dones, no poderes como los que imaginas; sino, dones.-
-¿Tú creaste a Makoto?.-
-Oh cielos, no.- Casi me cachetea. -Akira y yo, bueno, es una historia que tal vez él te tiene que contar.-
-Entiendo.- Miré a mi abuela. -Yo lo amo, ya no como mascota, sino, como ya un ser humano, como hombre… Incluso…- Los colores se me subieron al rostro, sólo por asimilarme la idea a futuro. -Como a mi esposo.-

Mientras la chica y su abuela hablaban, el castaño sin hacer ruido escuchaba toda la plática, no podía creer que sus sentimientos humanos que todavía no entendía le fueran correspondidos por la mujer que más ama.
La tarde cayó rápido y como el día anterior quedaron de ir con Akira-san al festival, se quedaron de ver a las 7:00 pm en su casa. Makoto, Sayuri-san y ______ partieron hacia casa de Akira que ya los esperaba junto a su esposo.
Nos saludaron, Klein-san aduló a Makoto y a mí, haciéndonos sonrojar. Tomé su mano con fuerza.
-¿Quieres comer algo?.- Él me miró y al instante sonrió.
-Claro.-
-Chicos, ustedes vayan a divertirse, nosotros andaremos por ahí, nos vemos en el gran roble para ver los fuegos artificiales.- Mi abuela nos dijo.
-Gracias abuela, diviertanse, nos vemos allá.-
Makoto y yo anduvimos por todo el festival, vaya que tiene un gran apetito. Cielos, ha me imagino cuando nos casemos.

Llegó la hora de los fuegos artificiales, fuimos al lugar acordado y nos sentamos en el césped. Makoto tomó fuertemente mi mano, entrelazando nuestros dedos.
El camino de humo se pintó en el oscuro cielo haciendo ver la primera flor, segunda y tercera. Por alguna razón Makoto salió corriendo, me levanté e intenté correr tras él pero definitivamente es más rápido; ahora recuerdo, para lo perros, los fuegos artificiales, cohetes y demás son aterradoramente estruendosos. Makoto aún no era una excepción; la desesperación y miedo me empezó a invadir, atravesé todo el festival, pregunté pero nadie lo había visto; mis lágrimas empezaban a salir, el terror me invadió, otra vez lo perdería, no, no podría soportarlo de nuevo.
Ya en las afueras del festival, caí rendida de tanto correr, la desesperación me comió por completo, dejé mi llanto salir, pero al alzar la cabeza me encontré con aquel castaño que era dueño de mi vida. Estaba hecho bolita, con las manos en sus oídos, estaba aterrado. Me acerqué corriendo y lo abracé, el miedo se disipó un poco, me quiso abrazar pero el ruido de los fuegos lo impedía, ya que no quería quitarse las manos de los oídos; fue ahí donde recordé que llevaba los audífonos.
Se los coloqué con cuidado y los conecté a mi celular, dejé correr aquellos soundtracks que me relajaban y llegaban al alma. Por obras del destino a él también le encantaron. "Forbidden Friendship" y "Where No One Goes" de Cómo entrenar a tu dragón, "When the Morning Light Shines In" de Far Cry 5, "Heat" de FC3 o la "Radio Kyrat Libre" del FC4… "Heptapod B" y todas esas.
Él comenzó a calmarse y es ahí cuando nos pudimos abrazar mejor, ayudé a que se levantara, le hice señas de que viera el cielo, y así lo hizo.