➣;; Príncipes [OS]

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Gotta Go

Únicamente existía un reino en todo el continente con una sola princesa. Esta dinastía estaba formada exclusivamente de hombres, exceptuando a la reina y a su única hija, ya que, sólo habían hombres en su árbol genealógico contemporáneo. Su única hija constaba de veinte años y estaba lista para el ritual del matrimonio.

Diez comunidades se reunieron meses después cerca de la ciudad, para celebrar la elección de la princesa.

Casi treinta príncipes se presentaron ante la princesa Seok Young Lee, de los cuales, sólo podía elegir diez para acceder a una cita con ellos. Su padre, el rey del país, le presentó a todos los pretendientes uno por uno.

Ojos castaños, cabelleras suaves, algunas armaduras relucientes y sonrisas coquetas recorría la mirada de la princesa. Aún no muy convencida, eligió forzosamente a los diez pretendientes que pasarían a la siguiente etapa. Los estándares de belleza eran altos entre los príncipes. La competencia se avecinaba muy compleja.

—¡Príncipe de Xing! Por favor, de un paso adelante. —gritó el rey—. ¡Busan, Seúl, Daegu! En frente.

Sería una mentira si les dijera que los muchachos nombrados no se sentían nerviosos y emocionados. Los diez pretendientes elegidos estaban formados en una línea. Todos los demás se empezaban a retirar de a poco, algunos se iban ofendidos, otros decepcionados.

El bufón del rey les entregó un pergamino a cada uno de los muchachos afortunados, en donde se establecían los horarios de sus citas, tanto la hora como el día y el lugar de reunión. Al final de la tarde, toda la sala real estaba desocupada, todos se habían ido.


王子


El día llegó y el primer príncipe se encontraba cenando cálidamente con la princesa. La conversación era trivial y relajada.

—¿Qué piensa hacer si llega a ser rey? —cuestionó Lee.

—Si llegase a ser su rey, le amaría hasta los cielos, admiraría cada mañana los detalles más pequeños de su rostro al despertar. Sus hermosos labios los besaría hasta ahogarme en ellos. Su cab-

—No me refería a eso... —interrumpió Lee sonrojada y molesta, quien continuó cenando incómodamente.

La cita pasó muy lentamente, la luna aún no llegaba a su punto alto pero sin importar eso, la princesa decidió irse antes de lo previsto.

—¡E-Espere! ¿Adónde va? —el príncipe trató de tomar su brazo para detenerla pero fue inútil.

—¡Perdone! ¡Me tengo que ir! —gritó la princesa desde lejos, salió corriendo de aquel pequeño jardín.

Al llegar con el rey, la princesa recibió un castigo, no muy grave debido a la ocasión, pero sí tardío.  Las siguientes citas fueron bastantes parecidas a la primera, hasta que llegó la séptima cita, en donde todo sería diferente.

La princesa estaba demasiado nerviosa, casi se acababan sus pretendientes y hasta ese momento ninguno le gustaba, pero, esa noche, un hombre esbelto y sombrío estaría cenando en frente de Lee. Poco poco se descubrían a sí mismos entre las palabras que intercambiaban; la princesa descubrió que a aquel príncipe le encantaban las cosas interesantes, era muy maduro y sus ojos reflejaban honestidad. Toda su conversación fue muy interesante para Young Lee, su mirada no se despegaba de aquel apuesto hombre.

—Siempre pensé que era a la única persona que le gustaba el té por la media noche. —comentó la chica.

—No se limite, mi realeza. Seguramente existan miles de personas con esos gustos. —Rió el joven príncipe.

Siguieron hablando alegremente; Young Lee se quedaba sorprendida por todas la similitudes que tenían ambos, su mirada la atraía de una forma muy armoniosa. La princesa disfrutó tanto el encuentro que no se dio cuenta de la hora. ¡Oh, Dios! ¡Daban las doce menos cinco!

A la princesa le dolió tanto levantarse de la silla en la que estaba, pero ella y su padre habían puesto un límite de tiempo, y este mismo estaba a cinco minutos de superarse.

—¡Oh, no! ¡Me tengo que ir! —dijo por séptima vez la joven.

—¿Qué? ¡No! —dijo apresurado mientras veía a al princesa alejarse del lugar—. ¡Gracias por la cita! Espero verle pronto. —Gritó a lo lejos.

El rey esperaba angustiado en el castillo a la princesa, afortunadamente esta misma llegó pocos minutos después.

—¡Padre! —llamó la princesa—. Encontré al indicado.

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Han pasado 84 años...ahre
Bien, pues hice el final abierto y también no especifiqué al integrante con la intención de que eligieran al que quisieran gg.
oIGAAN, por cierto, muchas gracias por el apoyo al libro <3

𝘢𝘭𝘱𝘩𝘢𝘣𝘦𝘵 𝘴𝘰𝘶𝘱 ꒰ૃ'⚘ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora