𝐋𝐄𝐈𝐒𝐔𝐑𝐄 ┊ Textos que escribo cuando tengo tiempo sobre bangtan en alguna vida alternativa.
➽ contenido heterosexual.
➽ faltas ortográficas por accidente, serán corregidas.
➽ minúsculas intencionales.
➽ no me gusta escribir lemon, sorry.
➽ a...
Las patas de las bancas que raspaban el suelo a la hora de moverlas hacían un ruido un tanto inquietante en el aula. La última clase del día comenzaba y Park Jimin estaba realmente emocionado por volver a su casa para contarle su día a su padre.
En cambio, tú, estabas tan nerviosa de volverlo a ver, habías estado evitando cualquier contacto con él, pero en esa clase sería imposible seguir con la misión ya que se sentaba al lado tuyo.
Él aún no había llegado, pero en el momento en que lo hizo, tu corazón empezó a palpitar muy rápido y miraste hacia otro lugar, con toda la intención de hablarte, él se dirigió a ti inmediatamente.
—Hola —exclamó muy feliz, disimuladamente bajaste tu cabeza hacia tu mochila que estaba en el suelo.
—Hola —murmullaste mientras fingías buscar algo en tu mochila, con eso, esperabas que se fuera a conversar con alguien más, pero no funcionó.
—¿Estás feliz de regresar a clases? —siguió con la charla.
—En realidad no, odio levantarme temprano. —continuaste mirando dentro de tu mochila.
—¡Yo también! —sonrió— ¿Qué buscas? —te preguntó cuando consideró que llevabas mucho tiempo revisando tu mochila.
—Ehm... unas cosas...
—¿Qué cosas? —arqueó una ceja.
—¡No preguntes! —mascullaste con furia, involuntariamente tus mejillas se tornaron rojas.
—¿Acaso te molesto? —dijo preocupado.
—No, no es eso, sólo aléjate.
—¿Qué? —tu respuesta le sorprendió, fuiste muy brusca con respecto a tu personalidad. —¿Por qué no me miras?
Jimin te había descubierto, extrañaba mirar tus ojos hasta penetrarte la mirada, le gustaba hacerte recordarlo por mucho tiempo, para que no te olvides de él, y ahora que estabas por romper con ese encanto, él volteó tu cabeza para que sus miradas se volvieran a cruzar.
—¿Me contestarás? —dijo hipnotizante.
—¡M-mi madre me dijo que si no te miraba, me dejarías de gustar! —Ambos quedaron impactados, el rubio un poco más sorprendido que tú pero la adrenalina se sentía entre ustedes.
—¡Hahahahaha! —se echó a reír con ternura, tomó tus mejillas y las pellizcó mientras sus ojos desaparecían por su sonrisa—. Realmente eres muy tierna.
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