𝐋𝐄𝐈𝐒𝐔𝐑𝐄 ┊ Textos que escribo cuando tengo tiempo sobre bangtan en alguna vida alternativa.
➽ contenido heterosexual.
➽ faltas ortográficas por accidente, serán corregidas.
➽ minúsculas intencionales.
➽ no me gusta escribir lemon, sorry.
➽ a...
Jimin estaba sentado bajo un árbol de manzano en un parque familiar. Observaba con tranquilidad a los niños correr de allá para acá. Mientras escuchaba música en sus audífonos, el joven disfrutaba de su momento favorito de la semana.
—¡Jimin! —una voz a lejanía lo desconectó de su serenidad.
Abrió sus ojos con molestia y enderezó su cuerpo pegado al tronco del árbol. Al ver a la chica que tanto quería, sonrió inmediatamente.
—No pensé encontrarte aquí. —Dijo Naoko en un suspiro de cansancio mientras se sentaba al lado del peli-rosa.
—Ni yo a ti. ¿Qué te trae por acá? —preguntó divertido Jimin al ver los libros y cuadernos que traía la chica, al parecer estuvo corriendo por un buen rato.
—Yo... trataba de estudiar un poco —suspiró apresurada.— ¿Y tú?
—Estaba descansando.
—Oh, ya veo, lamento molestar. —cuando Naoko colocó una mano en el suelo para levantarse, Jimin enseguida la detuvo.
—No me molestas, al contrario, me agrada estar contigo. Puedes estudiar, si gustas. —Respondió rápidamente Jimin.
—Oh, ¿en serio? Muchas gracias, Jimin. —dijo la chica volviéndose a acomodar.
Los dos volvieron a sus posturas de antes. Después de un tiempo, los dos chicos quedaron profundamente dormidos.
Jimin sintió un pequeño peso en su pierna, que rápidamente subió hacía su pecho, sonrió imaginando lo mejor así que abrió los ojos, pero se sorprendió al encontrarse cara a cara con un cachorro.
—Jajaja, creo que le gustas —se burló Naoko entre risas.
—Já, já —decía el joven con sarcasmo mientras levantaba al perrito.— Hola pequeño —le dijo con ternura al animal rozando su nariz con la del él.
—Es bonito, se parece a ti. —dijo Naoko, sonrojando al contrario.
—¿De quién será? —cuestionó Jimin, volteando a todos lados buscando al dueño del animal.
—No lo sé, no parece tener un amo, ni collar.
—Qué lindo es —sonrió Jimin.
—Quédatelo, puedes cuidarlo, ¿no?
—No, no puedo, a parte puede que tenga dueño, no estamos seguros totalmente de que no tenga un hogar. —Dijo Jimin con un poco de inconformidad.
—Oww, bueno, espero no le pase nada. —Se lamentó Naoko.
A Jimin le dolió dejar al cachorro en el suelo, éste, siguió su camino y la pareja de amigos lo escoltó con la mirada hasta que desapareció de sus vistas.
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