El Espectáculo (Rosekook)

Capitulo 2

–Supongo que ahora iremos a visitar a unas cuantas prostitutas...–musitó el oficial Min, arreglándose la chaqueta que tenía la insignia del DEA.

Chaeyoung se río.

–Así es, querido compañero.

–Antes necesito una buena recarga de Donas. Estoy famélico. Mi estómago gruñe por una de esas... –se detuvo a ver a una muchacha que trabajaba en un puesto de donas dentro del aeropuerto–...preciosuras.

Park se percató y lo regañó de inmediato.

–¡Alto ahí, oficial! ¿Qué hemos hablado sobre utilizar tu placa para conseguir chicas?

Yoongi masculló entre dientes.
–Que es mala idea –dijeron los dos al unísono.

Chaeyoung sonrío gloriosa.
No es que ella no haya usado su placa un par de ocasiones para conquistar a unos cuantos hombres que se derretían por mujeres en uniforme, pero la última vez que un hombre entró en su corazón por la misma razón, resultó gravemente herida y con un matrimonio totalmente roto que duró poco más del mes.

–¿Es una broma, verdad? –dijo Yoongi.

Chaeyoung se había detenido un momento a observar los mensajes que le habían llegado desde el servicio, pero en el preciso instante en que su compañero dijo eso, ella levantó la cabeza y le dieron náuseas inmediatamente.

–¿Qué hacen esos imbéciles aquí? –gruñó la detective.

El agente Min estuvo a punto de ir a darle una buena patada en el culo a cada uno de esos idiotas.

Los odiaban.

–¡Pero si son nuestros queridos compañeros! ¿Cómo han estado Billy y Mandy?  –habló el rubio, sonriendo con sorna hacia los dos policías en frente de él.

–Pero si son Scooby Doo y Shaggy –dijo Yoongi–. ¿Qué tal pulguiento? –le golpeó el hombro con un poco más de la fuerza necesaria al oficial que estaba al lado del rubio.

Éste se sacudió y arregló su pelo inmediatamente.

–Déjate de payasadas, Min. Si estamos aquí es para hacer lo que ustedes no han hecho en tres años –habló el oficial Kim Namjoon que seguía arreglándose su alborotado cabello.

–¿Disculpa? –el comentario del oficial estuvo a punto de rebalsar la paciencia de Chaeyoung–. ¿Quieres hablar más fuerte? Mi bota no te escuchó, idiota.

Ambos soltaron una carcajada tan sonora que gran parte de las personas que llevaban sus maletas de un lado a otro se giraron a observarlos por un buen momento, como si esperaran a que saliera un payaso que se hiciera un show para ellos.

–¡Vaya, pobre! –exclamó Kim Seokjin con las manos en el aire–. No te sale el papel de matona, deberías cambiar el personaje. Eso de policía malo no es lo tuyo, dulzura.

–Vete a la mier... –la interrumpió Min.

–Recuerden que son detectives y no niños de un kínder –la voz del oficial Min se escuchaba dura y fuerte. Así se escuchaba cuando estaba a punto de perder la paciencia–. Ahora dígannos, ¿qué hacen aquí?

–Estamos aquí por la misma razón que ustedes, idiotas. Buscamos a El Mago –informó Kim.

–Nos han llamado gracias a su lentitud, por lo tanto, yo creo que la FBI se demorará... como una semana a diferencia de ustedes que llevan perdiendo tres malditos años–habló el detective Kim Seokjin.

Chaeyoung apretó fuertemente los puños y tensó la mandíbula, estaba a punto de proporcionarle un buen combo al rubio que tenía en frente de ella.