Capitulo 3

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Era cerca de las diez de la noche cuando ella entró en su departamento y su pequeño y alborotado maltés se cruzó por sus piernas.
Prendió la luz inmediatamente y dejó caer su bolso en el sillón.

–Me debes odiar, ¿verdad? –miró al perro con tristeza–. Esta bruja fea te dejó solo todo el día.

El perro, como si entendiera lo que ella le decía, inclinó su cabeza y la miró directamente como si esperara a que por fin reaccionara y le hiciera mimos.

Chaeyoung le acarició detrás de la oreja a ese pequeño can  que revoloteaba felizmente la cola.

El cachorro se alejó de ella y fue corriendo hacia la puerta, seguramente era Lisa quien llegaba.

La rubia cruzó la puerta y abrió sus grandes ojos como si estuviera viendo un desastre.

–¡Dios mío, mírate esas ojeras, si pareces un mapache! –exclamó la rubia, dejando sus paquetes sobre la mesa.

–Oh, Lisa, que amable. De verdad, lo mejor es llegar a casa y que te digan que pareces un mapache –masculló Rose, mientras se quitaba sus botas del trabajo.

La chica de cabello rubio  no le prestó atención y arregló todas las bolsas que llevaba consigo.

–Me vas a amar. Traje pizza y como la gran persona que soy, recogí el correo que otra persona no es capaz  de recoger –le dirigió a su compañera de departamento una mirada fría y lejana. Luego sonrió.

Así era Lisa, no se tomaba nada en serio.
Se sentó en frente de su amiga y le dio el pedazo de pizza que ella aceptó con enorme gratitud y le entregó todas las cartas y correspondencias que Rose jamás se daba el tiempo de sacar.

–Te traigo tu correo, te doy pizza y tú no eres capaz de traer a ese bombon de piel palida con el que trabajas. Eres una perra –escupió Lisa mientras le daba un mordisco a su pizza.

Rose  soltó una carcajada tan grande que era muy probable que  hasta el vecino de ochenta años que ocupa audífonos a todo volumen –y aún así, le cuesta oír-, la hubiese escuchado.

–Se llama Yoongi, te lo he dicho y no es alguien de relaciones serias –comentó mientras examinaba la dirección de las cartas que le llegaban.

–Yo tampoco soy de relaciones serias. Y estaría encantada de que ese policía me pusiera en mi lugar.

El perro ladró justo después del comentario de Lisa.

–No me mires así, Popeye. Yo sé que también le has echado un ojo al bombon de yoongi, pequeño bastardo lleno de pulgas.

–Dios, Lisa, ¿cómo le hablas así a Popeye? –suspiró Park dudando de la cordura de su amiga.

El can inclinó su cabeza y las miró a las dos con los ojos bien abiertos de par en par.

–Sé lo que te traes tras esos ojitos de cachorro. A mi no me engañas. –dijo la rubia apuntando al can y volviendo a darle otro mordisco a su pizza.

Rose notó que no había nada interesante, generalmente el mismo correo basura de siempre, cosas que no le servían, cartas del banco central que dejó a un lado para leerlas después, un afiche para inscribirse en Zumba y un sobre que tenía escrito ''Detective Park''

La mujer frunció el ceño y abrió el sobre de inmediato. Lo primero que pensó fue que sería una de las tantas bromas que hace Yoongi solo para molestarla.
Pero al no ver la letra de su fiel compañero, cambió de parecer.

Quizás sería una amenaza, no faltaban tipos que la amenazaran constantemente.

Pero no era eso.

El Espectáculo (Rosekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora