CAP 15

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Chaeyoung se acercó lentamente hacia su oído, rozando con sus labios esa piel tan tersa que poseía ese embriagador aroma que en cualquier momento la volvería loca.

–Te dije que te alejaras, cariño. –susurro la detective en el oído del delincuente.

La oficial tenía un arma apuntando hacia el abdomen del sujeto, que presionó contra él para que se alejara de una vez por todas. El hombre abrió los ojos y sonrió maliciosamente mientras permanecía inmóvil. Esa sonrisa torcida la desconcertaba, ¿por qué se sonreía?

–Me gusta verte así... tomando el control –habló por fin y dio un paso hacia atrás, alejándose por completo de Chaeyoung y dejando un vacío abismal sin su calor corporal–. Pero siempre he sido yo quien tiene el control, así que no te acostumbres, linda.

–Sabes que perfectamente te puedo disparar en este momento –anunció la detective.

–Tranquila detective Rosie –caminaba tranquilamente por el pequeño baño–. Ambos sabemos que irías presa en el acto por matar a un hombre inocente –la miró directamente a los ojos–. ¿O me equivoco?

La detective siguió empuñando el arma hacia el hombre. No tenía intención en dispararle, pero quería hacerlo. Sólo quería hacerlo para demostrar de que sí era capaz y no le temía a ese cabrón. Pero también estaba su parte sensata –sí, por muy extraño que sea, ella tenía una parte sensata-, la cual no quería admitir que ese imbécil tenía la razón pero sabía que así era.

–Recreemos una situación, Rosie–dijo él, sonriendo de medio lado–. Tu me matas, dices que yo soy ese narcotraficante hijo de puta y bla bla blá. Paso siguiente, investigan mi identidad, la cual tu no conoces y nadie conoce, está en el registro civil y creen que me llamo así. ¿Curioso, verdad? –aquella sarcástica y torcida sonrisa aún en su rostro–. Es increíble lo que puedes lograr si alguien te debe un par de favores, ¿no lo crees? –soltó una risotada–. Creen que soy solo otro ser humano que existe en este mundo, que no soy nadie importante y lo mejor de todo: que soy un hombre inocente. Ahí es donde tú, vas a la cárcel, cariño.

En ese momento, Chaeyoung no sabía qué pensar. Se encontraba aturdida y pasmada, dándose cuenta realmente de la capacidad del cabrón que tenía en frente. Se estaba ahogando en un mar de confusiones que era la solamente la causa de él.

Bajó el arma y la guardó en su chaqueta. Tomó aire y lo miró seriamente a los ojos, sin esconder nada, queriendo saber la maldita verdad de una vez por todas.

–¿Qué es lo que quieres? –musitó Chaeyoung, más dejando la pregunta en el aire.

–Quiero que te enamores de mí.

Las sonrisas de medio lado, arrogantes y sarcásticas, habían desaparecido. Ahora estaba completamente serio, mirando a la detective con sus achocolatados ojos.

Chaeyoung cerró los ojos unos segundos y meneó con la cabeza.

–¿Qué es lo que realmente quieres?

–Te lo dije, Rosie–dio un paso al frente sin tener la menor intención en despegar sus ojos de los de ella. Su voz ronca y masculina jamás se había escuchado tan segura–. Te quiero a ti. Quiero que te enamores de mí.

La detective meneó la cabeza y soltó un suspiro de enojo, de rabia, de exasperación. Cogió el picaporte para poder salir del baño pero justo Jungkook la cogió con suavidad del brazo y la acercó hacia él.

–Si me preguntas que es lo que deseo es distinto. O lo que deseaba –dijo–. Deseaba ser el más poderoso. Tener el mundo en mis manos. Ser millonario. Tener todo lo que he anhelado. Y lo hice. Pero por lo mismo, Chaeyoung . Se desea lo que se sabe que no dura y se quiere lo que se sabe que es eterno, ¿haz escuchado eso?

El Espectáculo (Rosekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora