Capitulo 19

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Gustavo Adolfo Bécquer dijo una vez:

''El alma que hablar puede con los ojos, también puede besar con la mirada.''

Lo habrás besado a él en los labios primero, pero no te olvides que fue a mí a quien le diste el primer beso. Esos ojos Celestes tuyos los cuales tienen la exquisita habilidad de quitarme el juicio y mandar al infierno mi cordura, acariciaron lentamente cada parte de mi ser y créeme (aunque sé que es bastante difícil para ti), créeme que es verdad cuando te escribo que esa mirada tuya fue capaz de quedar en mi memoria por mucho más tiempo de lo que ese beso traidor perdurará en la de JaeJoong .

Me hubiese gustado decírtelo en persona, mientras aspiro levemente el dulce y suave perfume que emana de tu cuerpo e imagino como sería probar esos tersos labios rosados, que parecen una fuente llena de la más pura de las aguas, mientras que yo, soy un ser que se está muriendo de sed y agoniza por probar aquella sustancia que no dudo que será adictiva.

No pienso aburrirte más con mis palabras que pueden sonar estúpidas para ti y dudo que tenga tiempo de sobra para terminar este mensaje, puesto que en cualquier minuto tú y tu amiga pueden salir de la habitación en la que hablaron de mí. Dime, ¿soy un buen tema de conversación?

Cuéntamelo la próxima vez que nos veamos.

Saluda a Lisa de mi parte, fue una persona muy dulce conmigo... deberías aprender de ella y no apuntarme con una pistola la próxima vez que me veas, cariño.

Dulces sueños, Rosie.

Lisa terminó de leer la carta y miró de reojo a Chaeyoung con una sonrisa picarona que ocultaba algo detrás que seguramente a su amiga no le agradaría.

–¿Estás segura de que es un narco? Porque suena como un poeta, es decir, ¿qué es eso de –tomó la carta una vez más y releyó una frase–: mientras aspiro levemente el dulce y suave perfume que emana de tu cuerpo? –la rubia soltó una carcajada–. Me dicen eso y me caso.

Chaeyoung suspiró forzosamente y tomó la rosa roja que había sobre la mesa mientras la daba vueltas y la observaba.

–¿Hola? Planeta Tierra llamando a Chaeyoung, ¡respondan! –Lisa movía su mano alocadamente en frente de Chaeyoung. La mujer levantó la vista de la rosa y vio a su amiga.

–¿Qué?

–¿Qué piensas de la carta?

–Pienso que se tiene que ir a la mismísima mierda. Me tiene cabreada con sus cartas, no sé lo que trata de hacer.

Lisa la miró con una expresión en su rostro que demostraba que la respuesta era sumamente obvia.

–Enamorarte, dah. –respondió la rubia sacando la lengua y arrugando los ojos.

–Eso no va a pasar, daaaaah.

–Si tu no quieres, yo sí quiero. Pregúntale si puede haber un intercambio.

–Como sea.

–¡Vamos, Chae! –gritó Lisa–. ¿No te da ni un poquito de picazón leer esas palabras tan románticas? –su amiga hacía un puchero como si fuera un bebé.

–Si te das cuenta de que esas palabras están cargadas de falsedad y son escritas por una persona que carece de sentimientos y corazón. Estamos hablando de un hombre que no se inmuta por tener que matar a alguien que obstruye su camino, es peligroso y dudo que esté interesado en entregarse a la policía y sobre todo, enamorarse de alguien. Es estúpido, no hay algo racional en todo esto.

–El amor no tiene nada de racional, Chae. –respondió la rubia, encogiéndose de hombros–. ¿Te imaginas que él se enamore de ti? Dios mío, yo quiero ser tu dama de honor.

El Espectáculo (Rosekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora