04 "Favor"

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Magnus se dejo caer en una de las sillas de la casa de Alec. Alec le dijo algo que Magnus no llego entender, pero asintió con la cabeza.

Minutos después, Alec llego, dejando un pequeño botiquín en la mesa y sentándose frente a Magnus. -¿Cómo te hiciste esto?

-Me caí. Estaba perdido. –Alec se río. Mojo un poco el algodón. Lo puso con cuidado en la herida de Magnus, tan cuidadosamente que ni siquiera le dolió. Después saco un curita, Magnus se río al verlo.

-¿Qué?

-Es de dinosaurios.

-Sí, son los únicos que hay. Mamá los compro especialmente para Max.  –Lo abrió, poniéndoselo en la herida. –Listo.

-¿Ahora es el momento en que me das una paleta por ser un buen niño?

-No, pero te daré café para que se te baje la borrachera.

-No. –Magnus sacudió la cabeza. –No puedo tomar café, la cafeína me pone peor de lo que estoy ahorita.

-Bien. –Alec bufo. Se levanto y Magnus lo siguió, ambos entraron a la cocina.

-¿Dónde están tus papás? –Cómo pudo, Magnus se subió a la barra de la cocina.

-Están de viaje.

-Ah ¿estás solo? –Alec puso la tetera en la estufa y luego se giro a mirarlo, enarcando una ceja.

-¿Por qué? ¿Piensas aprovecharte de mí?

-Bueno, fuiste tú quien me trajo a su casa. Aunque creo que ya tuviste suficiente diversión por esta noche ¿No?

-¿De qué hablas? –Cruzo sus brazos, recargándose a lado de la estufa.

-Tú y Brandon. –Agarro una de las servilletas de trapo y se la aventó, Alec logro agarrarla. –Le dijiste que yo te había dado su número. Mentiroso. –Alec se río.

-No quería que pensara que soy un acosador. 

-Podías haber inventado algo más. 

Escucharon la puerta de la entrada abrirse, y Magnus miro a la entrada de la cocina, Jace se detuvo abruptamente. -¿Qué es lo que está pasando aquí? 

-¿Trajiste lo que te pedí?

-Si. –Jace dejo una bolsa encima de la barra. –Magnus... Alec ¿tú le hiciste eso? –Señalo la mejilla de Magnus, donde el curita estaba.

-¿Qué? –Alec parecía ofendido. –Sabes que nunca lo lastimaría. –Jace se encogió de hombros.

-A veces eres impulsivo.

-Idiota. –Magnus dijo y Jace lo señalo, asintiendo hacia él.

-Eso, también.

-Gracias. Jonathan. Ya puedes irte.

Jace se rodó los ojos, río y salio de ahí. La tetera comenzó a hacer un ruido y Alec se giro hacia la estufa. Después extendió una taza de té hacia Magnus.

-Te hará sentir mejor. –Magnus lo agarro lentamente, y después de soplarle un poco, tomo.

-Gracias. –Lo dejo a un lado.

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