"Nadie nos ha dicho nunca dónde inicia la parte fácil, la historia que nos vendieron nos mantiene colgando del final así que iniciaremos incendios haciéndoles pensar que nos fumaremos sus mentiras porque no nos rendimos aún estando cansados. Ese no es el camino.... Algún día vamos a gobernar el mundo, somos dueños del futuro..."
-Zayde Wolf, Rule The World..
Portland, Oregon. Estados Unidos
Amanda
La casa en la que residiríamos en los siguientes días se encontraba en la playa, nos trasladamos hasta allí en otra limusina que Dorian se había encargado de pedir antes del despegue.
Acondicioné una habitación para Luna y para mí, me quedaría a su lado toda la noche.
Drako la llevó al porche, el aire a esa hora de la tarde era frío, estuve reacia a que la sacara pero él insistió en que no hacía tanto frío y que le vendría bien el aire fresco. Al final accedí, lo que sea para que reaccionara pronto, me entristecía verla así.
Portland Oregon estaba igual de silenciosa que el resto del país, la gente permanecía en sus hogares dejando a la vista una ciudad fantasma. Dorian intentó buscar algún canal de televisión que pudiera estar transmitiendo noticias sobre Europa, pero no había nada, en ningún lugar; fui a la cocina para prepararle algo de cenar a Luna, si conseguía comer aunque fuese un poco, me sentiría aliviada porque sería un pequeño avance.
Aquella mansión de madera tenía todas las comodidades, no recuerdo haber pasado alguna temporada allí pero Dorian sí que la conocía al derecho y del revés.
Ambos escoltas-incluyo al chofer/piloto-deambulaban por la playa cumpliendo con su trabajo. Los vi por la ventana que se hallaba en la cocina, escuché a Dorian reír y me volví.
—¿Podrías calmarte? Son de fiar—aseguró.
—No llegué hasta donde estoy confiando en la gente de tu padre, Dorian—repliqué, recargándome en la encimera—. Podrán ser muy de fiar para ti, para mí siguen siendo perros falderos de Matty; yo no pienso quedarme aquí por mucho tiempo, si ellos se interponen me los cargo.
—Cálmate, la situación es la siguiente: papá debe seguir creyendo que sigues con la idea de aceptar prestar tu cuerpo para el ritual de transición, piensa que al amenazarte con Luna ya te tiene y en cierto modo no se equivoca. Pero él no cuenta con que estoy de tu lado, con tu amigo el de allí afuera podemos poner a Luna a salvo en otro lugar e intentar sabotear el ritual que, para llevarlo a cabo, mucha gente en Nueva York deberá morir a modo de Sacrificio de Sangre.....
Las visiones de Faye, pensé. Esas visiones donde se supone que morimos todos, donde vio una Nueva York bajo escombros.
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Vestida de Luna. Tomo 3©
Mistério / SuspenseEl Cielo se tiñe de rojo, llueven huesos hechos cenizas. -¿Qué haces aquí, Aiden? Ya no eres bienvenido, es un punto que creí no tendría que aclarar. Me bebí de un trago el coñac y deposité el vaso sobre el escritorio. -No tienes que hacerlo, como c...