"Su Despertar será el Inicio..."
-Lexa
Sahar
9 meses atrás
Lo primero que se me ocurrió al ver a los neófitos que acompañaban a Ivel fue poner a salvo a Faye y a los demás. Me concentré en intentar abrir un portal en el suelo, en cuanto funcionó vi a varios caer por él mientras que los Griffin, Velkam, Drako y Faye se quedaron fuera, conmigo. No pude reprocharles nada porque las criaturas se nos vinieron encima, le lancé mi espada a Faye, la rubia cogió el arma al vuelo.
Confiaba en que podía pelear sin necesidad de una espada pero no quería tentar a la suerte, en cambio yo no tendría ningún problema si una de esas bestias llegaba a herirme.
En medio de la pelea vi a Amelia hablando con Ivel, cuando Velkam eliminó al último neófito en pie la hija menor de Azazel desapareció y nos dirigimos hacia donde se encontraba Amelia.
—No piensas hacer nada, supongo—habló mi hermana, volviendo al lugar donde el cuerpo de Declan había caído, la seguí—. Mataron a tu amigo—continuó—. Quién sabe cuántos Blood Drynka's renegados y neófitos están aprovechando la oscuridad para matar personas. Tu hermana pequeña está en un hoyo, Azazel se sale con la suya y tú pareces no tener sangre en las venas, y por favor no te escudes en los malditos límites porque si fuese ella—con su dedo señaló a Faye—, cielo y tierra se habrían removido y Azazel ya estaría muerto. ¿Es porque te la follas?
Oí que alguien dijo su nombre, ella también pero disimuló. Ya había escuchado esa voz antes, era Amara....
Faye avanzó y abofeteó a mi hermana, distrayéndome de lo que había escuchado. Levantó la mano para darle una segunda bofetada, pero la detuve cogiéndola de la muñeca.
—Sí—le respondí.
Amelia no podía culparme por decir lo que pensaba, aunque no fuese esa la razón por la que iría a por Azazel de llegar a atacar a Faye.
Tomé la muñeca de Amelia al ver que se disponía a devolverle el bofetón. La apreté.
—Te he dicho que si te atrevías a tocarla se me olvidaría que somos hermanas.—Solté el agarre, no me gustó tratarla así—. Quiero ir a por él, pero algo me contiene—susurré, intentando averiguar qué era. No tenía que ir muy lejos para obtener respuestas: Quería protegerlos a todos.
Tenía una sensación que me era conocida y desconocida, lo primero se debía a que era lo que sentía con respecto a Faye, y lo segundo porque nunca me había preocupado en proteger a alguien que no fuese ella.
—A mí ya se me ha olvidado que somos hermanas—dijo Amelia, y esas palabras dolieron tanto, pero no dejaba de entender su frustración, su enojo y su propio dolor—. Somos nada a partir de ahora. Nada.
Se marchó después de mirar por última vez el inerte cuerpo de su querido Declan.
—Déjenla—dije al ver las intenciones de seguirla que tenían Velkam y Faye—. Sepulten el cuerpo de Declan, el último salto lo usaré para volver a Seattle—susurré, apartándome de ellos.
Faye me acompañó y respetó mi silencio, sólo estuvo. Aunque sabía que se había enfadado por las hirientes palabras que Amelia me había dicho.
De vuelta en el búnker me senté en uno de los banquillos frente a la barra. Sola.
Con Amelia nunca me había disgustado, aunque a lo que sentía en ese momento no se le podía llamar disgusto. Desolación, tristeza, dolor, ¿por qué dolía tanto? Mi hermana, mi sangre, la decepcioné.
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Vestida de Luna. Tomo 3©
Mistério / SuspenseEl Cielo se tiñe de rojo, llueven huesos hechos cenizas. -¿Qué haces aquí, Aiden? Ya no eres bienvenido, es un punto que creí no tendría que aclarar. Me bebí de un trago el coñac y deposité el vaso sobre el escritorio. -No tienes que hacerlo, como c...