Capítulo 7: Destino Manifiesto

67 4 6
                                    

"Somos los guerreros, que aprendimos a amar el dolor, venimos de diferentes lugares, pero tenemos el mismo nombre. Porque nosotros nacimos para esto, nacimos para esto; nosotros somos los quebrados, que elegimos encender una llama y mira como nuestro fuego se enfurece, nuestros corazones nunca serán domados....

...Porque nosotros nacimos para esto...."

-The Score, Born For This...

Flashback

Nueva York, Estados Unidos

Aiden

El cielo se tiñe de rojo, llueven huesos hechos cenizas. Mi hermana me preparó para los días que corren, cuidó cada detalle y me dejó mover ficha si era necesario, pero por lo demás, debía permitir que todo siguiera su curso, el mismo curso en el que ella había puesto todo.

Alexandra preparó el camino....

¿Qué haces aquí, Aiden?Lucrecia—. Ya no eres bienvenido, es un punto que creí no tendría que aclarar.

Me bebí de un trago el coñac y deposité el vaso sobre el escritorio.

No tienes que hacerlo, como creo que tampoco tengo que aclarar que nuestro compromiso se cancela, no me necesitas y mi trabajo está hecho.

Eres un traidor....

—Lo habría sido si mi lealtad se hubiese desviado, pero siempre estuve de lado de mi hermana, siempre, sólo he actuado como ella me lo pidió. Eso incluye el haberme comprometido contigome soltó una bofetada, sonreí frotándome la mejilla derecha; y tengo un mensaje de Alexandra para ti, lo dejó hace tiempo: Esto no ha terminado, más vale que se vayan acostumbrando.¡Plas! Otra bofetada—. Si no te has embarazado de mí aún como lo has querido, como lo han querido, es porque no lo permití, desde que supe mi condición como dueño de una herencia de sangre peligrosa decidí que no dejaría que mis hijos heredaran esa condición, decidí no tenerlos, decidí que no pasarían por lo mismo que pasaron mis antepasados, decidí que no caerían en vuestras manos para sufrir como tú, y como muchos otros, porque aunque mi sangre ya no sea azul, la de mis hijos quizá sí la habría sido, y preferí salvarlos de esa maldición.

Lucrecia bajó la mirada, como si ya no soportara más algo que le quemaba por dentro, así interpreté el gesto que ella se esforzó en ocultar dándome la espalda.

Tomaste la mejor decisióndijo, vi cómo apretaba las manos en puños, ésta era la Lucrecia que mi hermana quería, su amiga, aunque muchos no entendieran esa extraña amistad. Se giró y fui testigo de aquellas lágrimas que se desbordaron—. Tal vez en el fondo buscaba a Franco en ti, más allá de cualquier interés en tu genética maldita. Tal vez lo buscaba a él.

 Tal vez lo buscaba a él

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Vestida de Luna. Tomo 3©Where stories live. Discover now