Vestida de Luna. Tomo 3©

Capítulo 13: A Todo lo Terrenal, de Dios y del Diablo

"....todos estamos viviendo en un Sueño...."

-Dream, Imagine Dragons

Amelia

Me dejé hundir en la bañera dándole vueltas a mis recuerdos.

Yo fui Lucifer. Yo fui Lucifer. Yo fui Lucifer.

Yo Soy Lucifer...

Yo engendré a Caín aquí en Assiah con esa criatura llamada Ev después de abrir sus ojos a la mentira bajo la que ella y su pareja Creada vivían. Ya no estaba en mi Hogar, aquí Él reinaba, Gobernante de Cielo y Tierra, en sus dominios no podía hacer mucho; fui capturado, aunque capturado mi descendencia ya era un hecho: Caín.

Cuando vine a rescatar a parte de mi familia fui tomado y encadenado a un cuerpo hecho de barro y convertido en uno de sus leales Elohim. Vi cómo encerraba a uno de los míos en un cuerpo hecho de barro y el soplo de Eloah, una sombra que llamó Alma, esto era el candado que lo aseguraba al cuerpo. El primer hombre en la tierra cuyo nombre real era Eva, Código genético entre la Materia y el Espíritu. Para Él nosotros éramos simplemente ADN Código genético Adán.

Adán: Nosotros, los Espíritu, la VIDA.

Eva: Los seres humanos, falsificación, copia, ilusión. Sueño. Mentira....

El Alma era un candado a esta urna llamada Cuerpo.

Esto era el candado que me aseguraba al cuerpo.

En medio de Cuerpo y Alma estaba yo.

Y así pasaba con las criaturas Creadas por Eloah, en ellos se hallaban encerrados y dormidos mis seres amados; al menos antes de perder mis facultades, antes de perderme a mí logré dejar mi simiente en la primera mujer a quien con el tiempo llamaron Eva, todo para empezar la mentira. Adán y Eva: primer hombre y primera mujer, claro. 

Pero lo hice, trastocar la Creación de Eloah con mi estirpe, haría de sus criaturas seres más despiertos, mi raza, mitad humanos mitad Spýrito. Aunque no estaba seguro si era posible, me arriesgué y funcionó. Caín es la prueba viviente de ello.

En mi nueva vida, encerrado sin poder liberarme, sometido, le serví en su hogar a Eloah y su familia bajo el nombre de Raziel, su Guardador de Secretos, ¿quién mejor que yo que sabía la Verdad? Él debía mantenerme cerca, si llegaba a ver vestigios de oposición en mí me asesinaría y nuevamente reencarnaría, era un maldito ciclo ese el de reencarnar porque al morir seguía atado al alma, volvía a Eloah, éste me debilitaba tomando de mí mi energía, mi pureza, todo después de recibir un severo castigo por ser desobediente. Después de eso era instalado en un nuevo cuerpo Elohim, cada vez con menos fuerzas para pelear, y Él cada vez más fuerte porque el mismo proceso era practicado en los humanos.

Vi sufrir a mi hijo en la tierra, al llevar parte de mí en él no pertenecía a este lugar, Eloah no tenía nada que encerrar porque Caín ya era Spýrito, al no pertenecer aquí no podía obligarlo a que le rindiera pleitesía. No era algo que mi hijo sintiera que debía hacer aunque su madre y su padrastro se lo inculcaran; Eloah había logrado someterlos, y volvieron a dormir. Pero mi hijo no se postró ante Él, asesinó a su medio hermano Abel hijo de la Creación, porque vio la impureza que llevaba consigo. Fue una pelea, Abel no era un Santo, la mentira, toda la historia era una mentira; Abel era el favorito de Dios porque él lo honraba, se postraba, lo adoraba y mi hijo no.