Todas las promesas de mi amor se irán contigo

Capítulo 2

  Loki llego a Midgard y se refugió en un pequeño pueblo de granjeros en el que, para pasar desapercibido, se transformó en yegua.

  Mientras tanto en Asgard, Odín le pide a Frigga que intente deshacer el hechizo de Loki.

–¡Vamos! No es tan malo–Frigga intentó suavizar la situación. –Además solo afecto a los hombres– dijo mirando a Odín intentando no reir.

–¿Te parece chistoso que todos nuestros guerreros estén calvos y con senos?

–Quizás quiera darnos un mensaje.

–Lo hemos malcriado demasiado. Tendría que haberle prohibido usar su magia.

–Tan solo es un muchacho queriendo llamar la atención de su padre.

–¡Mira mi apariencia! Me pone en vergüenza frente al reino entero.

–A mi no me molesta tu apariencia y, si eso no te basta, ve tu mismo a buscarlo. –Dijo dándole la espalda y saliendo de la sala del trono, dirigiéndose hacia el Bifrost. Allí encontró a Thor hablando con Heimdal de las posibles ubicaciones de Loki.

–Sí, como te dije antes, conociendo a Loki seguramente ninguno de los rastros de magia, que me muestra, sean reales.

–Bueno eso no importa, los seguiré a todos de ser necesario– respondió Thor firmemente.

–Aunque lo que sí puedo decirte, es que es seguro que se encuentra en Midgard– le aseguro Heimdal, saludando a la reina que llegaba. –Los dejo para que hablen tranquilos– Frigga y Thor asintieron como respuesta.

–Por lo que veo ya tienen rastros de tu hermano, desde ya te aviso que no cuentes con mi ayuda para encontrarlo.

–Hablaste con padre, supongo.

–Sí, está totalmente insoportable.

–Si a ti te hubiera tocado el cabello estarías igual, madre.

–Lo hizo cuando era pequeño y no hice tanto escándalo.

–Es que siempre estás orgullosa de todos sus logros, por eso no te enfadas.

–La verdad, siempre me sorprende el uso que le da a su magia– dijo riéndose de la apariencia de su hijo. ¿O debería decir hija? Pensó, riéndose aún más.

–Basta madre, ya no te rías- dijo Thor a punto de echarse a llorar.

–Si no estás conforme con tu guardarropa en este momento, búscame, que tengo un traje de valkiria que te quedaría pintado– dijo viendo sus pechos, esfumándose instantáneamente.

–¡Madre!- grito Thor totalmente sonrojado.

  En Midgard la situación no estaba para risas, Loki había sido capturado por unos granjeros y obligado a aparearse con uno de los caballos de raza fina del establo. Con su magia agotada, sin poder volver a transformarse, y con las hormonas alborotadas por la época de celo, Loki se encontraba en grandes aprietos.

–¡Aléjate de mí!– relinchaba Loki enfurecido.

–Vamos, se nota que eres fina igual que yo. Déjate amar por este Galán irresistible– relinchaba el caballo acercándose cada vez más a Loki.

–Te dije que era muy salvaje, que no serviría para el apareamiento– le dijo un granjero a otro.

–¡Salvaje serán ustedes!– Loki empezó a saltar y el otro caballo se alejo.

–Como quieras, pero ten en cuenta que rompes mi corazón– el caballo se aparto entristecido.

–Está bien, ya sácalo. Deja a la yegua sola para que se tranquilice, y ya mañana veremos.