Los cuatro días pasaron, disfrutaron de largas charlas, o simplemente en silencio atesorando su mutua compañía. Loki logró levantarse a beber agua y a pastar. Stefano lo acompañó a dar una lenta caminata, en ese momento, Loki recordó de donde lo conocía y rompió el silencio.
–¡Eras tú! El de la granja, el que les pasó por encima a los dos granjeros– dijo Loki muy divertido al recordarlo.
–Sí, pero ¿cómo lo sabes? ¿De allí te escapaste?
–Sí, te vi desde las caballerizas, me habían capturado el día anterior.
–¡Ah! Entonces, mucho no les duraste.
–Obvio. No quiero estar encerrada nunca más.
–Concuerdo totalmente contigo. No fuimos hechos para permanecer encerrados– dijo coquetamente.
–¿Sabes? Mis patas están curadas y ya me canse de escapar de mis instintos.
–Esa es una propuesta muy indecente– bromeó Stefano.
–Hace mucho tiempo que deje de ser decente.
Ambos se dejaron llevar por las hormonas, y de sus cuerpos brotó el calor que habían guardado desde el momento en el que sus miradas se cruzaron por primera vez.
Mientras tanto en el palacio real, las mujeres se reunieron para una charla convocada por Frigga, la cual estaba acompañada por Sif. Ambas dispuestas a contestar las dudas que el pueblo pudiera tener.
–Su majestad, sabemos que estamos en esta situación por causa del príncipe Loki, también lo entendemos considerando que es aún muy joven. Pero, pone en riesgo nuestra imagen seria y podría hacer dudar a los nueve reinos de nuestra fiabilidad al enfrentar pequeñeces como esta.
–Por lo que piensen los nueve reinos no se preocupen, que por algo fuimos los que logramos la paz– respondió la joven guerrera.
–Gracias Sif– dijo Frigga tomando la palabra. –También queríamos ponerlas al tanto de que Thor y tres de nuestros mejores guerreros ya fueron transportados a Midgard, para traer al príncipe de nuevo al reino.
–¿Y qué hacemos con nuestros maridos e hijos?
–¡Sí! Mi marido se vio al espejo y no pudo recuperarse del miedo que le dio su reflejo.
La multitud enfebrecida, empezó a preguntar compulsivamente. Una mujer se había desmayado por la angustia, dieron unos minutos para que la llevaran a que la atienda un sanador y reanudaron la charla.
–Traten de convencerlos de que siguen viéndose bien, para que puedan volver a cumplir sus oficios, al menos eso los distraerá– dijo Sif calmando un poco a la multitud.
–Pero su majestad, ahora nuestras tareas se multiplicaron por dos. La casa, los niños y el trabajo para poder darles de comer.
–Entiendo, entonces les propongo abrir aquí en el palacio, que es muy espacioso, una guardería. Van a estar supervisados por mi exclusivamente para que puedan trabajar con tranquilidad.
–Sí, eso nos parece razonable– exclamó la multitud.
–Bien. Entonces, así será. Dando por finalizada esta charla quiero que informen a sus padres, hermanos, hijos y maridos que los espero para otra charla la semana que viene. Y de no presentarse perderán su estatus de guerreros y serán desterrados por cobardes– dijo con total seriedad.
Terminada la charla, se escuchaban muy diversos comentarios como: "¿no estará la reina siendo muy extremista?" o "¡qué bien! Es un buen susto lo que les hace falta a esos cobardes".
–Su majestad, ¿cómo se ocupará usted de los asuntos del reino y de todos esos niños al mismo tiempo?
–Acepto, y muy agradecida, tu ayuda para cuidar a esos niños– dijo Frigga desapareciendo y dejando a Sif con la palabra en la boca.
Esa noche, en la habitación real, los reyes se disponían a dormir.
–¿Sabes lo peligroso que es tener a tantos niños en el palacio?– cuestionó Odín recostándose en la amplia cama.
–Lo sé, y por eso tendrán a su rey cuidándolos– dijo Frigga riendo. –Además haré que el área donde estén sea seguro.
–¡Oh no! Sabes que nuestros hijos me volvieron loco.
–Y lo siguen haciendo –dijo con diversión.
–Van a matarme, te lo aseguro– se podía ver la vena de enfado en su frente. –Para tranquilizarme, dime que no piensas cumplir con tu amenaza, para con los guerreros.
–¿Por qué no iba a cumplirla?
–¡Por todos los dioses!
–Es solo una broma, tranquilízate.
Esa noche Frigga durmió en el sillón, ya que Odín la echó de la cama murmurando por lo bajo: "de tal palo tal astilla".
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Todas las promesas de mi amor se irán contigo
Hayran KurguUn joven Loki, hace una de sus más grandes travesuras en la historia de Asgard. Escapa y se oculta en Midgard, transformándose en yegua... Allí conocerá a su primer gran amor... Allí nacerá un nuevo Loki. *Los personajes no me pertenecen, son propie...