Capítulo 13

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  Un mes había pasado del nacimiento del potrillo, y un año se cumplía desde que Loki se marchara de Asgard. Ese mes fue el más importante en el desarrollo de su hijo, pero cumplida su debida nutrición Loki debía volver a su verdadera forma, ya que así, él recuperaría su salud más rápido, al usar menos su magia más podía trabajar ésta en curarlo.

  Stefano era un mago muy anticuado, y Loki no se esperaba menos de una época tan nefasta, como lo era aquella en Midgard. Sin embargo no podía juzgarlo, no tuvo tiempo de desarrollar su magia, por el miedo a lo que causara a su alrededor, al no poder controlarla. Por lo tanto tuvo que apresarla en su cuerpo de caballo.

  Con estos pensamientos Loki tuvo que explicarle a Stefano, todo de lo que su hijo era capaz, al haber nacido de dos magos.

–Stefano él no depende de mí, ya que al ser mágico los periodos de crecimiento suelen ser más cortos, de lo que son para un caballo normal– explico calmadamente, aunque la mirada tan penetrante de Stefano lo distraía. –¿Puedes dejar de verme así?

Realmente no puedo apartar la mirada de ti, digo, como yegua me enamore de ti, pero ahora que te veo como hombre no siento que...

–Lo sé, lo lamento– su mirada se entristeció.

–Déjame terminar de hablar, no te adelantes– lo tranquilizo. Realmente ese sentimiento no cambiara.

  Esas palabras alegraron sobremanera a Loki haciéndolo pegar un salto, abrazando fuertemente a Stefano.

–Oye tranquilo, no te exaltes, tienes que cuidarte ahora.

–Lo sé, pero era algo que hace mucho quería hacer– le susurro Loki. –Entonces ¿entendiste la capacidad de nuestro hijo?– dijo apartándose un poco.

–Totalmente– dijo enternecido Stefano, que observaba el dormir tranquilo de su hijo, quien le recordó, un momento muy atesorado guardado en su memoria.

–¿Pensaste en algún nombre? le pregunto Loki, mientras el potrillo amamantaba.

Thomas, me gusta mucho– los ojos de Stefano brillaban con felicidad.

Sí, es muy bonito. Entonces desde ahora será Thomas...

¿Y ese talismán, Loki? ¿Para qué sirve?- pregunto Stefano, saliendo de su ensimismamiento, buscando otro tema de conversación.

–Ah, es para ocultarme, no permite que mi magia pueda ser rastreada ¿Por qué?

Solo me dio curiosidad.¿Y porqué la forma de serpiente?

–Es una historia muy graciosa- dijo Loki divertido.

¿Qué es tan gracioso madre? pregunto Thomas despertando de su siesta.

–Le estaba por contar a tu padre el origen de mi talismán– le contesto Loki, acariciando su cabeza.

¿Puedo escucharla yo también? dijo todavía algo adormecido.

Claro le contesto Stefano.

–Está bien, pero recuéstate, la historia es un poco larga– le sugirió Loki a su hijo. Ambos lo escuchaban atentamente. –Mi madre me enseñaba mis primeros trucos con la magia, en su sala de práctica, que se encontraba entonces fuera del palacio real– comenzó su relato. –Entonces tenía ocho años, y lo único que había aprendido hasta ese momento, era a hacer transformaciones solamente de objetos. Lo que logre ese día fue extraordinario, en mi camino en la magia. Este talismán– dijo tomándolo entre sus manos. –Era un simple objeto. Pero con mi magia pude darle vida e incluso introducirme en él.

¿Quieres decir que te transformaste en serpiente?– pregunto Thomas boquiabierto.

–Exactamente.

¿Vas a enseñarme a hacerlo? ¿Cuándo me enseñaras a usar mi magia?– pregunto Thomas entusiasmado.

Quizás más adelante. Aún eres muy pequeño– dijo Stefano buscando apoyo en Loki.

–Claro que te enseñare, pero tu padre tiene razón, tendrás que esperar.

Bueno como digan Thomas se sentía desilusionado por la respuesta, pero su curiosidad de saber que era lo que su madre había hecho, lo supero. No terminaste de contarnos ¿Qué hiciste con la transformación?

–Esa parte es la más graciosa. Al transformarme me desplace hacía el jardín– retomó el relato. Ahí se encontraba mi hermano. Yo sé que el ama a las serpientes así que, me le acerque y él me recogió del suelo para admirarme, en ese momento volví a transformarme y le dije "Sí, soy yo", y lo apuñale. –Claro, era solo una, de las tantas bromas que le hice...

Y que le seguís haciendo– dijo Stefano riendo, completando la frase.

  Thomas se quedó horrorizado, pero conociendo a su madre, solo lo hizo por su amor a las bromas. Aunque compadecía al tío que aún no conocía, no pudo evitar las carcajadas.

  En un lugar, no muy lejos de la familia tan alegre. Thor, Fandral y Volstagg, encontraban al fin a Hogun, el cual al verlos empezó a alejarse.

–¡Hogun! Soy tu príncipe, no des un paso más– le ordeno Thor a Hogun.

–¿Entonces, me mentiste todo este tiempo? Diciéndome que primero estaba nuestra amistad.

–Nuestra amistad siempre esta primero, pero sabemos en donde se encuentra Loki, y tienes que venir con nosotros.

–¿Esa es otra orden?

–Vamos Hogun...– le suplico Volstagg, quien fue interrumpido por Fandral.

–¡Sí te ofendí, me disculpo!– le grito Fandral a Hogun, quien freno su caminar al escucharlo.

–¡¿Qué dijiste?!– Hogun fingió sordera.

–Ya me escuchaste.

–Si no quieres decirme, lo que no escuche, entonces sigo mi camino.

–¡Nos disculpamos!– dijeron los tres al mismo tiempo. Un gran silencio se formó, mientras Hogun iba hasta donde sus amigos se encontraban.

–¿Y a quién esperan? ¿Para dónde vamos?– su tono ganador se hizo presente.

–Por aquí– Thor los guiaría desde ahora.

Todas las promesas de mi amor se irán contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora