Capítulo 10

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  Loki sintió la presencia, aunque la misma se desvaneció de un momento a otro. Eso fue lo que más lo extrañó, ya que se sintió tan amenazado, que estaba preparado para empezar correr en cualquier momento, después se tranquilizó, considerando que últimamente siempre se sentía perseguido.

  El resto de los meses, fueron puras charlas amorosas entre dos enamorados, esperando con ansias a su hijo.

  El reino entero de Asgard, seguía esperando el regreso de ambos príncipes con ansias y, sobre todo a la espera de que la broma de Loki desapareciese al fin. Esperando que solo quedara como una nueva anécdota graciosa, que prevalecería en la historia de las interminables bromas del joven príncipe, más esta última resaltaba, por su larga extensión de tiempo.

  El descontrol se había sembrado en el palacio real, niños corrían por doquier, y Sif, que extrañamente maldecía, insultaba a Loki de pies a cabeza. Solo esperaba el momento en el que volviera para darle una merecida golpiza; ya que su pesada broma le estaba costando su tiempo libre, en el cual podría estar haciendo cientos de cosas y cuidar niños, no estaba en esos planes.

  Odín, no salió públicamente en todos estos meses, y como un niño caprichoso, mantenía firmemente su enfado para con Frigga. Los hombres volvieron a ocupar sus puestos, la amenaza de ser desterrados, había funcionado maravillosamente. Aunque Frigga solo bromeaba, realmente no pensaba cumplirla.

  Heimdal, que ahora se había convertido en el mensajero real, de las interminables noticias del cuarteto de Thor, tenía esta vez malas noticias para la reina.

–Su majestad. Me temo que la búsqueda del príncipe Loki, está siendo trastocada.

–Entiendo ¿Cuál es el motivo?

–Los guerreros tomaron caminos separados.

–Otra pelea de niños, supongo.

–Eso no puedo saberlo, mi reina– se disculpo Heimdal.

–No te preocupes, yo hablare con ellos. Gracias por avisarme, Heimdal– dijo la reina amablemente.

–La mantendré informada. Con su permiso– hizo una reverencia, a la cual Frigga respondió, y salió de la sala del trono.

  Mientras tanto, en un bello bosque de Midgard. Stefano dormía con tranquilidad, a su lado, se encontraba Loki incomodo por lo inquieto que se encontraba su hijo en el vientre. De repente algo perturbó a Stefano en su profundo sueño. Mientras Loki sentía su magia volver, aunque de una manera incontrolable. Sin querer, pudo ver fragmentos de las pesadillas que perturbaban a Stefano, el cual despertó abruptamente.

–Lo lamento, mi magia volvió y no pude controlarla ¿Te encuentras bien?

–¡¿Qué fue lo que viste?!

–Tranquilízate, no tienes porque gritarme.

Discúlpame. Es algo muy doloroso para mi, sí te lo contaré, pero en un mejor momento.

–Está bien.

 La preocupación surgió en Loki inevitablemente. Quien para destensar el ambiente, decidió empezar a controlar su magia, con un divertido ejercicio. Quiso ver que es lo que su madre hacía, como estaba. Con sorpresa, la encontró regañando a Thor, ella había aparecido un holograma frente a su hermano solo para regañarlo.  

–Mira Stefano, ella es mi madre.

–Qué bonita parece una reina.

–Es que sí es una reina– dijo Loki riendo.

–¡¿Eres un príncipe?!– pregunto Stefano totalmente sorprendido.

–Sí, y al que está retando es mi hermano.

–Parece... Una hermana– dijo algo desconcertado.

Bueno, es por esa broma que tuve que escapar. Bajo esa peluca está completamente calvo– dijo orgulloso de sí mismo.

–Pero no debe ser tan grave.

–Sí lo es, para los hombres de nuestro reino el cabello es muy importante.

–¿Y solo por eso escapaste?

Tal vez sea más grave considerando que afecto a todos los hombres del reino, incluyendo a mi padre.

–¿El rey?

–Efectivamente. Vamos a escuchar que es lo que le dice– dijo Loki divertidamente.

  Anteriormente, Frigga había aparecido como un holograma de repente frente a Thor, quien casi muere del susto.

–¡Madre! Por todos los dioses ¿Acaso quieres matarme?

–Lo haría si pudiera ¿Cómo es eso de que se dividieron? No me digas que se pelearon.

–Bueno...

–No trates de mentirme, te mereces una buena tirada de oreja.

  Loki no pudo evitar las carcajadas que le produjo tal escena, Stefano lo observaba divertido.

–Ya mismo encuéntralos y discúlpate.

–Pero yo no...

–Ningún pero. ¡Por Odín! Un poco de madurez es lo que espero de tu parte– dijo desapareciendo.

  Thor se quedó totalmente desconcertado, murmurando insultos por doquier.

¿Tu familia siempre es así de animada?

–A veces– Loki se quedo pensativo un rato.

–¿Pudiste dormir algo?– dijo Stefano cambiando de tema.

–Me despertó una fuerte patada de nuestro hijo.

–¿Qué pasara cuando nazca? ¿Te irás?– su mirada se entristeció.

–Me quedaría siempre contigo, pero tendrías que acostumbrarte a mi forma humana.

–Podría enamorarme de él también– se enterneció Stefano. –Aunque lo que más me entristece es que, no podría montarte más– bromeó.

–Tal vez yo podría montarte– contesto Loki con otra broma.

Todas las promesas de mi amor se irán contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora