Capitulo XXIII: Viejos enemigos

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Una vez estando al otro lado, corrieron unos 10 metros y se adentraron hasta llegar a los arbustos que dan entrada a una especie de bosque y a lo lejos pudieron visualizar dos motos Ducati Panigale 1199 Senna. 

Uno de los hombres que conducían las motocicletas, al verlos encendió y apagó la luz delantera varias veces como señal para que Harry supiera que venían a recogerlos, uno de ellos  era Johanson. 
 
Tanto Harry como su hermano sintieron un alivio enorme al ver que Johanson estaba allí esperándolos, corrieron hasta ellos y tomaron un poco de aire; estaban agotados a más no poder. 
 
Johansson se había quitado el casco al verlos llegar, con una cálida sonrisa les avisó que se subieran de prisa, Harry quiso subir a una de ellas con Liam de parrillero, pero este le dio  una mirada de rencor y se subió a la moto de Johansson.

El otro sujeto, quien vestía completamente de negro, exceptuando sus tenis de color blanco, sin quitarse su casco le hizo una señal a Harry para que se subiera consigo, extendió su mano y le hizo entrega de otro casco y el rizado, sin tardar mucho, se lo colocó y se subió a la parte trasera de la moto, y de inmediato ambos giraron el acelerador y salieron del lugar antes que se hiciera más tarde.
 
Recorrieron un largo camino, Johanson llevaba la delantera y el otro sujeto le seguía el paso, la expresión en el rostro de este bajo ese casco no era más que de preocupación y de ansiedad… 
 
¿Por qué? ¿Quizá  ocultaba algo?...
 
Al haber recorrido ya kilómetros, dio una vuelta brusca cerca en un camino montañoso y baldío, no era el camino que se supone debía tomar. ¿Qué pasaba? El sujeto en la otra moto tocó el claxon mientras le seguía, pero Johanson no se detuvo. 
 
Al cabo de unos veinte minutos de camino llegaron a unos galpones al parecer abandonados y se detuvo bruscamente al fin, apagó su moto y bajó de la misma a la vez que se quitaba su casco y lo tiraba lejos. 
 
«Lo siento», pensó luego de dar unos cuantos pasos lejos del grupo y sacar de entre su pantalón su arma, miró a todos, quienes lo veían más que confundidos obviamente, y corrió hacia uno de los cuatro enormes galpones abandonados. 
 
¿Qué más podía hacer? Era eso o que lo asesinaran al igual que había sucedido con su «asistente». Sí, ¡su media hermana! A esta la degollarían sin titubear. 
 
Los integrantes de la mafia Ctzu amenazaron de muerte a Johanson días después de  que tuvo la charla en aquel restaurante con Louis.

No supo cómo demonios fue que estos pudieron enterarse de aquel encuentro, supuso que lo estaban vigilando o algo parecido, después de ese día, las cosas se pusieron muy feas y ahora estaba siendo obligado a traicionar a Harry y a Liam.

Esto le trajo un fuerte estrés, noches sin dormir y ansiedad, Harry era un muy buen amigo y sabía que iba a hacer todo lo posible por escapar de aquella cárcel que era peor que el infierno.

Pero él tenía que rescatar a su media hermana. Esos mafiosos la habían secuestrado y «llegaron al acuerdo» de hacer un trueque, es decir, intercambiar a los hermanos Payne por la vida de ella y la libertad de ambos, y no podía hacer nada más, ni siquiera pedir ayuda,  así que, llegado el día, fue momento de actuar. 
 
No hubo necesidad siquiera de entrar al galpón ya que los hombres de la mafia Ctzu los estaban esperando y supieron perfectamente que habían llegado.
 
Un grupo armado salió del galpón apuntándoles con armas de largo alcance y la presencia de Yoon no se hizo esperar. 
 
 —¿Qué? —Musitó Harry al  bajarse de la moto y ver a Yoon.
 
—Acá están, como acordamos —Habló Johansson en un tono desesperado.

—Ahora cumple con tu parte del trato.
 
—Hiciste un buen trabajo, hombre, ve y busca a tu hermana, está en el galpón, ahora disfrutaré acabar con este par de maricas.
 
—¡¿QUÉ ES TODA ESTA MIERDA, JOHANSSON?! —Gritó Liam muy enojado ¿Acaso les tendió una trampa?.
 
—Lo siento. En verdad lo siento —Dijo cabizbajo mientras se adentraba al galpón que uno de los mafiosos le señaló para ir en busca de su media hermana.
 
—Al fin se te puede ver la cara, maldito infeliz —Gruñó entre dientes Yoon al tener a Harry a pocos metros de distancia.
 
—Esto es una broma, ¿cierto? —No se podía adivinar que pasaba por la mente de Harry pues como siempre su  semblante era inexpresivo, y es que después de todos los acontecimientos del día, aquello parecía un puto chiste de mal gusto. 
 
—¡¿Acaso te lo parece?! Esté no es mas que el día de tu muerte Harry, no creas que al asesinar a Sergei, las cosas se quedarían así para siempre, tú y tu maldito hermano pagarán por ello.
 
A Harry toda la situación se le antojaba surrealista y no pudo evitar descojonarse de la risa en ese instante. Escuchar a Yoon tan «aparentemente dolido» por la muerte de Sergei sí que le pareció gracioso, sobretodo porque lo conocía muy bien y sabía que era un tipo débil que nunca pudo superarse, se la vivía lamiéndole las botas a Sergei y obviamente no era rival para Harry.
 
—¿Después de todo este tiempo, es esta tu venganza? ¿Matarme por haber asesinado a ese idiota? —le cuestiono  mientras se acerca a él con pasos lentos, quedándose a una distancia prudente claro está.

Konapus, Entre rejas (Ziam Palik) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora