Capitulo XXI: El último beso.

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Cinco semanas después. 

En todo el tiempo que había transcurrido desde que Zayn y Liam habían tenido aquella discusión en la que el de ojos marrones le había dicho al moreno esas duras palabras y habían terminado a los golpes, Zayn no había vuelto a tocarlo y ahora era él quien decidió dejar de hablarle y evadirlo, y es que en verdad el castaño había dado en el punto mas sensible del corazón del moreno con aquellas fuertes palabras que le dijo, y lo peor es que tuvo toda la razón y lo que mas le dolía a él en verdad era no poseer su corazón.

A pesar de todos los esfuerzos empleados durante el tiempo que llevaban conviviendo juntos en prisión, Zayn sentía que se había enamorado solo y Liam no le correspondía y eso dolía y dolía mucho.

Zayn era un completo ignorante en cuanto a temas amorosos se refiere, desde su adolescencia se había convertido en un hombre cruel y sin sentimientos, su vida siempre fue dura y solitaria, ni siquiera había llegado a la mayoría de edad cuando incursionó en el mundo de la mafia, en el cual fue escalando rápidamente hasta convertirse en el líder de una de las bandas delincuenciales mas peligrosas del Reino Unido.

Él nunca en toda su larga vida se había enamorado de verdad, y es que bueno,  tampoco había tenido tiempo para hacerlo o interés en buscar una pareja, o estar con alguien en un ámbito más allá de lo sexual,  quizá eso se debía a que antes no había aparecido un Liam en su vida,  y es que ese mocoso impertinente había puesto su mundo de cabeza casi que sin proponérselo.

Aquel mocoso insoportable, con esa terquedad y ese maldito mal carácter supo como ganarse su corazón en muy poco tiempo, y de aquello que comenzó solo como un reto para el rey de Konapus, pronto se convirtió en una hermosa e intensa historia de amor, pues él  era un bruto, un animal primitivo que solo razonaba con la cabeza de abajo en lugar de la pensante de arriba y no había hecho otra cosa que embarrarla y quizá gracias a los últimos acontecimientos había destruido la única posibilidad de tener un amor bonito que la vida le había regalado y que paradójicamente fue estando entre aquellas rejas que se lo vino a encontrar y ahora que toco fondo y lo lastimo físicamente no sabia como arreglar su enorme metida de patas y conquistar el corazón de su amado Liam.

No solo habían dejado de hablar sino que también habían dejado de follar, Taoki ya ni siquiera lo presionaba para que estuvieran juntos en el comedor, así como Liam tampoco le dirigía la palabra cuando llegaban a la celda durante las noches.

Liam al principio, a pesar de el enojo que sentía por la pelea que tuvo con Zayn, muy en el fondo de su corazón reconocía que también había tenido parte de culpa en aquello, aunque su orgullo no le permitiese reconocerlo en voz alta y es por esto que no pudo evitar sentirse también, un poco herido por su indiferencia, y alguna que otra noche se sorprendió así mismo sintiendo demasiado frío sin el calor corporal del cuerpo del moreno, al que ya estaba acostumbrado y en la ausencia del rey en su cama, pasaba largas noches llorando en silencio para no ser escuchado; pero después de algunos días  terminó por convencerse a si mismo de que Zayn solo se había cansado de usarlo y lo había desechado. Rogaba a Dios no tener que soportar la tortura de ver que se consiguiera un nuevo culo con el cual entretenerse, eso seguramente lo mataría de dolor.

La realidad, sin embargo, era otra muy diferente, Zayn por primera vez en la vida se estaba sintiendo muy culpable por todo lo que le había hecho pasar a Liam y el problema era que acostumbrado como estaba a que todos pensaran lo peor de él, por mas que buscaba una posible solución a su gran metida de patas, no sabia como remediarlo.  
Zayn solo se lo dijo una vez con todas sus letras hasta el momento, pero lo amaba,  estaba total, profunda e irremediablemente enamorado de Liam, lo amaba tanto que le dolía en los huesos el frío que causaba la ausencia de la tibieza de su cuerpo, dolía en lo profundo de su alma estar sin él y fue precisamente por eso que se volvió loco con las duras palabras de Liam en las que le recordaba que ese sentimiento tan bonito que albergaba en su corazón por él, no era correspondido, y es que la sola idea de imaginarse a Liam enamorado de alguien más, nublaba su razón, solo veía rojo y sentía la enorme necesidad de destruir algo, aunque eso por su puesto no era una excusa valida que disculpara su comportamiento de troglodita cavernario, pero fue el sentimiento de impotencia y su orgullo herido lo que despertó su lado mas bárbaro y pues terminó por hacer lo que hizo y golpeo a Liam.

Konapus, Entre rejas (Ziam Palik) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora