Capitulo VII: El castigo de Liam

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Advertencia: este capítulo contiene escenas de abuso sexual.  

Taoki al salir de su celda, caminó por el pasillo y fue directamente hasta la de La rubia, quería saber por qué coño no ha dado la cara y segundo… Que le hiciera una mamada. Sí, después de haber escuchado a Liam jadear y probar su semen, lo puso cachondo y tenía unas jodidas ganas de recibir un buen sexo oral, y quién mejor que La rubia para hacérselo, ese ser era experto con su lengua.

Una vez que llegó a la celda del reo, observó a un Niall acostado en la cama, viendo en dirección a la pared. ¡Parecía que no se había movido de lugar en meses! El rey soltó un suspiro y se adentró para luego sentarse en el borde de la cama, La rubia se removió en su sitio al sentir el peso de alguien más a su lado y, sin mucho ánimo, se giró un poco para ver a la persona que estaba allí, sus ojos se posaron en los de Taoki, quien lo veía sin expresión alguna.

—¿Qué haces aquí? —Preguntó frunciendo el ceño confundido.

—Vine a verte, ¿no es obvio?

—Pues, vete

—¿Por qué no fuiste a desayunar ni almorzar? —Preguntó con voz firme sin hacer caso a lo que La rubia le acababa de decir.

—¿Qué te importa, Zayn? Por favor, déjame en paz —Dijo a la vez que volvía a girarse para ver en dirección a la pared.

—Rubia tonta. ¿Qué te pasa? —Preguntó, más no recibió respuesta alguna.

—Oye —Dijo mientras pasaba con suavidad su mano por la pierna del reo.

—No me gusta verte así

—No me toques, joder —Reclamó, apartando de un manotazo la mano del mandamás; haciendo que este frunciera el ceño.

—¿Ahora no quieres qué te toque?

—¿Por qué no vas y tocas al imbécil de Liam? —Gruñó incorporándose en su sitio mientras lo fulminaba con la mirada. En verdad estaba molesto.

—¡Ay, rubia! Deja los celos —Dijo a la vez que rodaba sus ojos.

—Lo que pasó no significa que te haré a un lado, simplemente quiero divertirme un rato —Posó la mirada en los cristalinos y azules ojos de La rubia, mientras este lo observaba un tanto cabizbajo.

—Sabes bien que aún eres mío —Culminó diciendo mientras llevaba su mano hasta la barbilla del otro para sujetarla levemente.

La rubia no podía contener las ganas de tener a su hombre en brazos, porque sí, ese era su hombre, el idiota de Liam no se lo iba a robar, no señor, haría hasta lo imposible por recuperarlo.

El moreno se acercó a los labios de La rubia y le plantó un corto beso que no fue rechazado por el otro.

—Quiero que hagas algo por mi —Dijo en voz baja al separarse de sus labios.

—¿Sí?

—Hazme una mamada, rubia tonta.

Aquella petición del mandamás hizo que Niall esquivara la mirada. ¿Para eso era lo único que lo buscaba? ¿No le importaba nada más? Ese «no me gusta verte así» ¿a caso era cierto? Todo indicaba que no, solo lo manipulaba para sus fines sexuales, solo eso y el rubio lo sabía pero… Se hacía de la vista gorda.

Niall aunque por obvias razones no tenía ganas de cumplir la orden, suspiró profundo y accedió, de modo que terminó cumpliendo el deseo del rey haciéndole un buen y único sexo oral.

Al terminar su trabajo y dejar a Taoki satisfecho, el mayor acomodó su pantalón y salió de la celda; dejando a La rubia igual o más decaído que antes, Zayn se sentía súper satisfecho y ahora atendería, o mejor dicho, realizaría un asunto referente al castigo de Liam pues, como dijo antes, aprendería por las malas quién era el rey y lo respetaría.

Konapus, Entre rejas (Ziam Palik) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora