•••Juntos•••

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A pesar de haber dormido tarde desperté temprano a la mañana siguiente, Mauret no estaba así que supuse que había salido a buscar en busca de Nam para que le diera de comer. Me levante de la cama y me dirigí a la ventana, la abrí de par en par y note que habían grandes charcos de agua pues había estado lloviendo todo el resto de la noche, pero ahora aquellos charcos reflejaban los rayos del sol. Sonreí y me estire relajando mi cuerpo, recordé lo de la noche pasada y sonreí mientras pasaba mi mano por mi boca. Fui al baño me lave el rostro y los dientes, me hice una coleta y salí de la habitación hacia la cocina. Me serví café y me senté en la barra de la cocina, estaba pensando en lo que haría ese día, pero no duro mucho, después pensé en que estaría haciendo Nam, realmente sentiría un cambio, yo no lo había visto diferente. Cuando por fin le di un trago a mi café note que le faltaba azúcar, me puse de pie y me dirigí a la alacena para tomar la azúcar, apenas hiba a tomar el frasco de azúcar cuando el brazo de Nam se me adelanto y lo tomo, voltee y Nam me sonrió, entregándome la azúcar.
-Gracias -tome el frasco -
-De nada... te despertaste muy temprano.
-Si, ya es costumbre.
Cuando termine de endulzar mi café cerré el frasco...
-Puedes dejarla en su lugar.
-Claro.
Cuando le di el frasco a Nam, apenas y lo levanto cuando el frasco se reventó en sus manos dejando caer el azúcar como arena sobre la mesa.
-Diablos -dijo Nam algo frustrado -
-Nam... ¿Estas bien? -Ne acerque a el -
-Si, es solo que tengo más fuerza y aún no la controlo mucho.
-Ya veo.
-lo recogeré -dijo mirando el azúcar en el piso -
-Te ayudo.
Recogimos el azúcar y los vidrios del frasco, ahora si había notado el cambio. Como se sentiría tener tanta fuerza y tener que controlarla, esperaba que no fuera tan difícil para el cuando terminamos me senté y el se puso frente a mi.
-¿Es difícil?
-¿El que?
-Controlar tanta fuerza.
-No lo es, es el acostumbrarse a aplicar mucha fuerza en unas cosas y en otras no hacerlo.
-Entonces... ya sientes la diferencia.
-Algo...
-Lo lograste.
-No tu lo lograste.
-¿Tu padre... Ya lo sabe?
-Probablemente si, después de el clima de anoche el puede que supiera lo que sucedía, pero no quiero saber de el.
-¿No va a querer hablar con tigo?
-Si, pero yo no quiero así que no puede hacer nada respecto a eso.
-Mmmm esta bien.
-¿Te preocupa algo? -se acerco haciendo que lo mirara - estas pensando en algo...
-Pues, no es muy importante.
-¿Segura?, estamos juntos, puedes decirme lo que sea.
“Juntos”, en cierta manera no se podía decir que no había “algo” entre nosotros dos. Entonces eramos pareja.
-Juntos -susurré -
-Si... -dijo Nam sujetandome la barbilla - ¿O no...? -dijo ya preocupado -
-Si... -sonreí - estamos juntos.
Mire a Nam y recargue mi cabeza en su pecho, el se quedó unos segundos inmóvil y después me abrazo, dando un pequeño beso en mi frente.
-T/N hoy saldré, ¿quieres acompañarme?
-¿Enserio?
-Claro, solo si quieres.
-Estaría bien... ¿A donde iremos?
-Iré a mi trabajo y después iré a ver a los chicos...
-Si estaría genial...
-Esta bien, iré a bañarme y saldremos después. -dije soltandome -
-Yo igual me bañare.
Salimos de la cocina y cada quien fue a su habitación. Termine de bañarme y me empeze a vestir, me puse un pantalón negro y unos botines con una camisa azul, tome mi pelo en media coleta.
Salí de la habitación y fui a la sala para esperar a Nam, cuando salimos de la casa y nos subimos al coche, esa vez empezó a manejar hacia la ciudad, observaba por la ventana y de vez en cuando miraba a Nam concentrado mientras manejaba.
Estando en la ciudad a mi vino la duda si mis hermanad ya abrían regresado aquí, ¿Y si me las encontraba?, mi piel se erizaba de tan solo pensar eso.
-¿Sucede algo?
-No, estoy emocionada por ver en donde trabajas -decidí olvidar mis dudas anteriores -
-Tal vez te guste, claro se sorprenderán por verme con tigo...
-¿Como?...
-Casi nunca voy a trabajar y menos con una chica...
-¿Menos con una chica? -dije con todo divertido -
-Vamos es enserio.
-No te apures, no creo que pase algo malo.
-Ni yo... Solo no quiero que te sientas incómoda.
-No pasara.
El detuvo el carro frente a un edificio enorme y muy elegante, salí del auto y mire hacia arriba apreciando la inmensidad de el edificio. Nam se puso a un lado y paso su mano sobre mis hombros.
-Ven vamos.
El me soltó y yo solo entre caminando tras el, todos los trabajadores recibían a Nam con una reverencia y después de ellos se quedaban mirándome y otras personas susurraban mientras me miraban, entonces ya sabía a que se refería Nam. Me quede poco detrás de Nam, el se detuvo y espero a que llegara a su lado para tomarme la mano y crear aun más susurros tras nosotros, entramos al elevador haciendo que entre los dos solo se escuchara la música ambiental de el elevador.
-Ya se a que te referidas -rompí el silencio con un tono burlón -
-Si... Te lo dije, ¿estas incomoda?
-No te pongas serio, vamos es chistoso -me miro interrogante - bueno... Nunca habías traído una chica, digo un joven empresario y guapo ¿Sin novia o algo así? que esperabas si un día llegas con una chica...
-¿Soy guapo? -se acerco a mi -
-Demasiado...
-Ya veo...
Por un momento me arrepentí de haberle dicho aquello, me miraba con una luz peculiar en sus ojos y sonreía de lado, me tomo de la barbilla.
-Tu... Enserio me encantas -dijo antes de besarme -
No me parecía el mejor lugar para un beso, pero en el acto incluso había dejado de oír la musica ambientadora y había correspondido el beso. Mientras el entrelazaba sus manos con las mías, el beso se vio interrumpido cuando el elevador se abrió y se escuchó a alguien aclarar la garganta.
-Sr. Nam
Me separe de Nam y el volteo fulminando al pobre chico que solo hacia su trabajo, sentí como mis mejillas se calentaban por la vergüenza, Nam me soltó de las manos y salimos del elevador, aquel chico hizo una reverencia a ambos y yo la correspondí llena de vergüenza.
-Traeme los últimos documentos -Nam dijo haciendo que el chico desapareciera de la oficina -
Mire la oficina y era enorme, en una parte había una mesa con seis sillas en cada lado y una en medio de ellas dando la espalada a una enorme ventana, había unos sillones y una pequeña mesa con dos ceniceros en medio, y justo en medio había un escritorio en donde se sentó Nam para dedicarme una mirada cálida.
-¿Enserio no vienes seguido?
-No, en todos los años de mi vida nunca me ha gustado pasar mucho tiempo tras un escritorio.
-Ya veo...
-Sr... Aquí esta todo -el chico entro con varias carpetas -
-Gracias John -le tomo las carpetas -
-Gusta que les traiga algo Sr.
-¿Quieres algo T/N? -Nam me miro y sonrió -
-Agua mineral por favor.
-Claro Srta.
-¿Usted Sr?
-Igual...
-Entonces me retiro, en un momento lo traigo.
Yo aún no podía ver al pobre chico al rostro y a Nam parecía divertirle mucho, pues en cuanto salio el chico soltó una risa.
-¿Que sucede?
-No te apures, el no dirá nada... -por fin dijo riendo -
-Nam... No da risa, el chico no tenia porque ver eso.
-Ay vamos T/N, fue chistoso
Dijo usando las palabras que ya había dicho, era obvio que lo disfrutaba, me senté en el sillón mientras veía como Nam revisaba las carpetas con mucha atención, se veía aún más guapo concentrado, veía como sus ojos miraban los textos y como volvía la mirada a otros documentos mientras de vez en cuando mordía sus labios o ponía su dedo pulgar en su en la barbilla. El chico llamado John había llegado con dos botellas de agua mineral y dos vasos con hielo, dejó las cosas en la pequeña mesa frente al sillón en el que estaba sentada, por fin reuní el valor para mirarlo y agradecerle con una sonrisa, el hizo lo mismo y salio de la oficina. Serví el agua y di un trago para después ponerme de pie y dirigirme a la enorme ventana tras la mesa y observar las calles de la ciudad, observaba como había un trafico razonable para la hora que era.
Voltee y vi a Nam ahora mirando la computadora. Que difícil ser el dueño de tres empresas, cuantas empresas no habrá tenido a lo largo de su eternidad. Me dirigí a la puerta de la oficina.
-Iré a ver el edificio ¿puedo?
-No me preguntes, ve y distraerte, tengo algo de trabajo.
-Esta bien.
Salí de la oficina para encontrarme a el pobre John sentado en un escritorio haciendo una llamada, el me miro y yo solo sonreí camine aunque aun no conocía mucho el edificio, pero trate de no parecer perdida, de un lugar a otro encontré el baño y entre, mientras lavaba mis manos unas chicas entraron y me miraron con atención, ignore el hecho y tome una toalla para secar mis manos, salí del baño y después de caminar un rato mientras las personas me observaban decidí regresar con Nam.
Llegue a la oficina y Nam hablaba con alguien por teléfono mientras John estaba a un lado de el, el chico alzo la mirada al notar que estaba en la oficina, Nam lo notó y se volteo para verme.
-Esta bien, espero su llamada -colgó - ¿ya terminaste? -dijo refiriéndose a mi emocionante viaje -
-Emmm algo así... Me sentí algo incomoda y me perdí dos ovaciones -sonreí -
-Bueno, era de esperarse.
Se acerco a su escritorio y le entregó unas carpetas al chico que salio rápidamente.
Nam se había sentado en el escritorio y me dirigí hacia el, me puse tras la silla y observe unos documentos que Nam había tomado...
-Es demasiado -los textos venían el letras diminutas y llenaban las hojas -
-No es mucho... -dijo tranquilamente - de hecho no son más que palabras que se repiten en cada documento que me seden.
-Por eso no te gustan las oficinas...
-Exacto.
Empeze a leer partes de los enormes textos, aunque no tuviera ni la más mínima idea de a que se referían muchas cosas. Nam giro su cabeza y me miro atentamente.
-¿Que? -dije mirándome y quedando frente a el -
-John ya se ha ido
-¿Y...? -lo mire dudosa -
-Recuerdo que interrumpió algo
Mire a Nam dudosa hasta que atrape en el aire a lo que se refería, pero fue cuando Nam me beso mientras soltaba los documentos en el escritorio y se ponía de pie haciendo que tuviera que alzar la cabeza para no dejar de besarlo, Nam me tomo de la cintura con una mano mientras que con la otra volvía a entrelazar sus dedos con los mios, el beso duro hasta que me separe de el por falta de aire.
-¿Porque eres así?... -pego su frente con la mía -
-¿asi como?... -cerré los ojos -
-Tan linda, tan irresistible, tan adecuada... tan tu...
-Nam...
-Enserio.
Me aleje de el y sonreí.
-Ya hay que irnos, ya casi es hora de ver a los chicos -dijo mientras se separaba de mi y guardaba documentos.

»» Un Demonio Te Necesita ««  ••• (Nam Y Tu)•••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora