Secreto|| Cristian Pavon

XXXI

-Estuve mal en tratarte así-Agacho la cabeza y Luna lo miraba mientras traía las cucharas para el helado- Yo estuve mal también en engañarte pero yo te quería Luna, te quiero todavía pero entiendo que estes con otra persona

-Los dos estuvimos mal, no solo vos -Le agarró la mano- Yo también te quise y te quiero, no creas que por lo que te hice nunca te quise

-Somos los peores novios del mundo-Dijo el jugador y rieron.

-Si, somos los peores-Cucharearon el helado- Pero nos perdono

-Yo también lo hago -La miró- Sos realmente increíble Lu, y el chico que este con vos es afortunado porque sos especial y tenes algo que no hay en ninguna parte

-Gracias, vos sos igual Licha -Lo abrazó.

-Espero te cuide mejor que yo -Se separó-  Y siempre acordate que estoy para vos, dentro de unos meses a la distancia pero... voy a estar igual

-¿Te vas? -Lo miró sorprendida.

-Si, a Países Bajos -Rio triste- Yo te iba a decir que estaba la posibilidad y que vayamos juntos-La miró- Pero bueno, paso esto y no se pudo

-Bueno pero te voy a visitar -Sonrió- A demás seguro vas a venir y podes venir a visitarme o salimos a comer

-Ah si, obvio

-¿Y cuando te vas?

-Después de las fiestas me dijeron, es algo que viene desde el mundial y yo no me quería ir por la familia viste, pero ahora si y lo van a hacer oficial después de año nuevo porque quiero estar acá en las fiestas

-Bueno me alegro que puedas irte a trabajar a otro lado -Sonrió- Es bueno poder despejarte y probar otros aires

-Si, eso creo -La miro- Bueno no te robo mas tiempo -Se levantó.

-Pensé que te quedabas a comer helado -Rió.

-No, solo te lo traje porque sé que es tu favorito -Río.

Luna abrió la puerta y el salió.

-Solo por si un día no funciona -Se paró enfrente de ella- Y queres despejarte yo te espero Lu, voy a estar gustoso de recibirte pero igual espero que te cuide mucho

-Estoy segura que me va a cuidar -Le dio un beso en la mejilla- Gracias Licha, avísame el día que te vas y te voy a despedir

El asintió y fue al ascensor. Luego de saludarse con la mano el subió a la caja metálica y Luna cerró la puerta recostándose en ella y pensando que si eso seguía así probablemente iba a considerar cualquier opción que la alejé de esta vida, pero por ahora ponía todas sus fichas en Cristian o por lo menos eso creía, igual por las dudas dejó una de esas fichas en su bolsillo. Aunque te prometan el mundo entero no hay que tirarse al vacío hasta tenerlo, ya que las promesas no valen en estos días y se las lleva el mas leve viento que se levante, dejándote decepcionada y rota en el suelo.

Cristian llego a su casa a las ocho y media de la mañana. Agradecía que Luna seguro esté durmiendo el mas profundo sueño y no se haya dado cuenta de la hora y le haya mandado mensajes. Se duchó porque se sentía sucio, se enjabonó con la esponja tantas veces que se dejo roja la piel, se puso ropa casual y cómoda para salir y agarró las llaves pero antes se miró al espejo y por suerte no tenía ojeras, mejor para el.
Fue a la panadería y compro facturas de crema pastelera, las favoritas de Luna, y hablando de ella fue a verla. La extrañaba y quería besarla para hacerla entender que no importa como sea la relación, el era capaz de adaptarse con tal de estar con ella. Suspiró. Le costaría, si, pero ahora tenía que adaptarse a lo que sea con tal de estar con ella.
Estacionó y subió, ya el portero lo conocía así que pasaba como pancho por su casa, toco la puerta y tardaron en abrir, pero al final lo hizo y la vió toda desarreglada y dormida. Sonrió pero un sentimiento de angustia le golpeó el pecho. El no la merecía.