Yo siempre he sido muy buena ayudando a las personas cuando se sienten tristes, decepcionadas o con algún problema. Siempre he sido de las personas que ven a otras siendo feliz en el amor mientras yo estoy sola y no encuentro a nadie, incluso soy la mejor dando consejos en el amor.
Pero yo ser como les digo a las personas que sean?... Me da hasta pena decirlo. Porque no soy así. Me gusta cegarme cuando alguien me esta utilizando. No me gusta enfrentar la verdad y prefiero cubrir eso mintiendome a mi misma. Me gusta poner excusas hacia la otra persona que se que no me conviene. Hasta que ya de verdad miro señales de que esta persona me esta haciendo daño ya digo "ah pues si, tengo que alejarme porque él en realidad no me quiere" y de verdad duele aceptarlo...
Me di cuenta que era de esa manera con mi primera decepción amorosa y fue así que me inspire para escribir "La persona toxica" dure casi tres años en darme cuenta que vivía cegada. Fue tanto mi dolor que plasmé así mi primer capitulo de este libro y jamás me imaginé que habrían historias igual de fuertes. Jamás imaginé que yo estaría hecha de tantas historias fuertes y dolorosas y no solo en el amor. En lo personal, en la vida, con mi familia y en mi crecimiento con apenas dieciocho años ahorita recién cumplidos. Y de verdad espero en Dios no volver a repetir los errores que he cometido pero sobretodo no volver a sufrir por amor.
Pues una noche cuando aún estaba en depresión por mi primera ruptura amorosa le oré a Dios y en pleno sufrimiento dije: ¿sabes que Dios? No vuelvas a permitir que yo vuelva a sufrir por amor. No vuelvas a permitir que yo de tanto por alguien y que no me quiera. La siguiente persona por favor escojela tú. Yo se que hay muchos pero yo quiero al mejor! Yo quiero al que con él yo te pueda servir mejor y si no me gusta tú haz que me guste!. Y así pasaron varios meses. Ya gracias a Dios y nada más que a él yo sane y deje todo ese dolor atrás.
En mis primeros días de universidad yo tenía en mi mente mis metas, mis propósitos con mi familia y en la escuela que el mal recuerdo de que alguien alguna vez me hizo daño se esfumó. Me hizo una persona más fuerte y aprendí a quererme y valorarme.
Durante mi primer semestre del 2018 conocí a un chico por Facebook. Yo no tenía ningún interés en lo absoluto en él. Un día me texteo e intercambiamos un par de mensajes. Me invitó a salir pero no acepté. Al segundo día insistió otra vez y otra vez lo rechace. Yo estaba de verdad muy feliz con mi escuela y mi vida ocupada que no se me pasaba por la cabeza escribirle o salir con él. Otro día, recuerdo que era un fin de semana en sábado y estaba viendo la novela de la fea mas bella, bueno ese no es el caso, el caso es que era fin de semana y no quería estar en mi casa. Pues otra vez este chico me texteo me invitó a salir otra vez como siempre. Lo pensé demasiado aparte porque no lo mencioné pero desde el primer momento que vi su foto de perfil dije "que horror". Acepté su cita. Me dijo que en 30 minutos estaba en mi casa. Tiempo suficiente para cambiarme y medio maquillarme.
Después llegó y me dijo que me estaba esperando afuera. Yo salgo y yo creía que iba a encontrarlo afuera de mi puerta. Pues no. Estaba afuera un carro muy lindo enfrente de mi casa. Supuse que era él, y no saben de verdad la vergüenza, pena y miedo que me dió abrir la puerta del carro YO SOLA. La abrí y él estaba en el teléfono, voltea a verme y con cara de fanfarrón me dice "Hi" y respondo Hi igual de manera dulce. Me invita a un lugar muy lindo en donde hay un jardín y alrededor diferentes restaurantes, heladerías y tiendas de marca. Típico lugar de aquí de esta ciudad. Caminamos, charlamos un poco, y después de un rato nos sentamos en el jardín. Bueno yo estaba demasiado demasiado nerviosa primero porque él en persona es muy atractivo y segundo porque mi Inglés no es el mejor y batallo para pronunciar algunas palabras. A la media hora sentados en el jardín terminamos besandonos. Y fue lo mejor. Después me preguntó que a que hora tenía que estar en mi casa, le dije que a las diez y estuvo atento viendo su reloj. Después en su carro volvimos a besarnos. Me hablo de su trabajo y me tomaba la mano. Les cuento esto, en estos momentos con mi cara roja e avergonzada porque todo lo que recuerdo es mi mal acento de mierda y de como me puse roja ese día.
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Belleza Interna
SpiritualDesde el 2017 hasta hoy creando historias (Nuevos capítulos) ✨