Capítulo 21

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Oscuridad, era lo único que podía observar a mi alrededor, mis ojos picaban y mi boca intentaba dar un susurro sólo para pedir agua.

Todos aquellos gritos y preguntas que quería efectuar, se quedaban atorado a en mi garganta. Silencio, completo silencio es lo que sentía a mí alrededor. 

¿Donde me encuentro? ¿Qué hago aquí? ¿Qué ha pasado? 

Mis manos atadas detrás, me dolía la forma en que se encontraban detrás en mi espalda. Mis pies atados de igual manera, juntos y ambos dolientes. Quien quiera que me había amarrado lo había hecho a gusto.

Tirada en el suelo, no podía saber exactamente dónde estaba, sin luz, sin agua, sin duda podía mirarse más aterrador que en las películas. 

Tenía miedo, no existía duda de ello. 

Mi respiración estaba entrecortada, en cada sonido extraño mi corazón daba un salto del susto. Tenía muchas ganas de llorar, pero las lágrimas no me salían.

Mi corazón dolía, pensaba en recordar, pero un dolor de cabeza se me venía en cada intento. 

Tirada en el suelo, sin nada por lo que soportar. ¿Estaba soñando? 

Joder, ojalá eso fuera. 

Cerré los ojos, y como una ráfaga todos los recuerdos vinieron a mí. ¡Amanda! Estoy aquí por Amanda. 

¿Es en serio todo esto por un chico? ¿De cuando acá mi vida se volvió un maldito cuento de terror? 

Los recuerdos se aglomeran en mis pensamientos, y en pocos segundos me encuentro derrumbada en sí. 

Como duele y arde mi corazón. ¿Y ahí afuera? ¿Habrá alguien luchando por mí? 

Mamá, Papá... ¿Tengo que pasar por todo ésto para estar con ustedes? 

¿Por qué tengo que sufrir tanto? 

No hacen una idea de cuanto los extraño, de la falta que me hacen, de compartir con ustedes y poder disfrutar de sus abrazos. 

Me han dejado con una tía malvada, su único placer fue humillarme, abusar de su confianza. No los culpo, realmente no. 

Aguanté hasta donde pude. Resistí, aunque lloré. Muchas veces lloré, y aún en la oscuridad de la noche lo sigo haciendo. 

Mamá, Papá, los amo. 

Podría derramar muchas lágrimas solo por ustedes, por lo mucho que los quiero conmigo. 

Mamá, Papá. Aquí estoy, sobreviviendo. 

Me enamoré. Y mierda, que se siente bien. ¿Es ésto lo que sintieron ustedes al verse por primera vez? 

Mamá, Papá. Quizás estoy agonizando, quizás estoy perdida en el tiempo, no sé cuanto ha pasado. 

Mamá, Papá. No sé lo que pasa con ella, quisiera encontrar la respuesta más oportuna para Amanda, quiero encontrar la razón del por qué hacer ésto, pero no la hay. 

James nos había contado sobre su vida psicológica. Estuve con mucho miedo por tantos días, y aún en éste momento se siente peor. 

Mamá, Papá. ¿Podrían venir sólo unos segundos hacia mí? 

¿Podrían por favor abrazarme con fuerza? Díganme en susurro a mi oído que todo estará bien, díganme en susurro que estaremos juntos, díganme en susurro que todo pasará, díganme en susurro que seremos felices. 

Mamá, Papá. Tengo mucho frío. Empiezo a sentir la frecuencia con la que mis lágrimas bajan con desesperación por mi mejilla, siento que si sigo llorando me quedaré sin ellas por un largo tiempo. 

Mamá, Papá. No aguanto más, no se cuanto tiempo más a pasado, si han sido días, horas, o sólo segundos. 

Me siento débil, tengo mucha hambre, quiero agua. 

Mamá, Papá... Ya... No puedo más. 

·Amor con sabor a café·Donde viven las historias. Descúbrelo ahora