Capítulo Dos (4)

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(Flashback)

"Gabi," dijo Lili, suspirando por quinta vez en dos minutos. "No la hagas tan difícil."

"No la estoy haciendo difícil." Gabriel mantuvo la mirada en sus manos. "Estoy siendo racional."

Fausto también suspiró. "Si fueras racional, dejarías de ser tan terco."

Cansado de la discusión, Gabriel se pasó una mano por la cara. "Ya escuchaste lo que dijo el doctor."

"No están seguros." Lili tocó el yeso alrededor de la pierna de Gabriel. "Es sólo una posibilidad."

Era una posibilidad que Gabriel no quería considerar ni por un minuto. El médico se había sentado a hablar con ellos esa mañana. En realidad, había querido hablar del tema con Valeria, Bruna y Valentino, pero debido a la incapacidad de Gabriel para moverse, decidieron hablar en su habitación.

Los médicos le hicieron varios análisis a Renato para descubrir qué había estado saliendo mal durante las últimas cinco semanas. No tenían ni idea de lo que podría estar mal con él. Les habían explicado que cada caso de amnesia era particular y que el cerebro humano no había sido explorado e investigado lo suficiente como para entenderlo. Superficialmente, las funciones cerebrales de Renato eran completamente normales.

Esa era la razón por la que tenían pocas esperanzas como para poder predecir algo bueno. No había ninguna garantía de que Renato recuperara sus recuerdos, o que no lo hiciera. Todo lo que podían decir era que la situación causaba una tensión increíblemente estresante en la mente y el cerebro de Renato. Era probable que al estar bajo la presión de recordar ciertos eventos o personas, Renato entrara en crisis y sufriera graves daños mentales.

"No voy a arriesgarme a eso," dijo Gabriel. "Si es más fácil para él para lidiar con toda la situación, me voy a mantener alejado."

"Sos una parte esencial de su vida, Gabi," le recordó Fausto. "No es justo ocultarle eso."

"Él no lo sabe, ¿verdad?" Gabriel odiaba lo amargado que sonaba cuando lo decía. Renato no tenía la culpa, de nada de eso "No se puede extrañar lo que no se recuerda."

"¿Y si mañana se acuerda?" Fausto parecía decidido a convencer a Gabriel. "Ponete en su lugar. ¿No estarías enojado con él por no haber estade a tu lado?"

"No es como si tuviera otra opción." Gabriel se atrevió a mirar a Fausto. Parecía mucho más tranquilo de lo que se veía. "No puedo pararme y bajar las escaleras para verlo."

"El doctor dijo que lo harían posible." Lili palmeó el yeso sobre la canilla de Gabriel. "Sé que te morís por verlo."

Claro que Gabriel lo hacía. Sin embargo, lo que temía era la expresión de Renato: si llegaba a mirarlo como si fuera un extraño, estaba seguro de que no sería capaz de superarlo. No estaba seguro de si, después de eso, no sería él el que tuviera una crisis nerviosa.

Las escenas del accidente todavía estaban frescas en su mente. Gabrielni si quiera se había recuperado de eso todavía, así que no estaba seguro de poder soportar otra tensión emocional. Lo destrozaría, y sin Renato ahí para consolarlo, no estaba seguro de poder sobreponerse de nuevo.

"Es demasiado arriesgado," decidió, sacudiendo la cabeza. "No quiero presionarlo más de lo que ya tiene que soportar."

Fausto se acercó a su cama. "Gabi..."

"No." Gabriel negó con la cabeza otra vez. "No quiero ser la razón por la que sufra. Tal como está ahora, no se va a acordar de mí y se sentirá mal por eso. No quiero hacerle eso."

Recordar(te). [Quallicchio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora