Capítulo I

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«No uno nace siendo guerrero. Nadie nace como una sirena. Nadie nace como un esclavo».

Ese es el eslabón de todo. La madre naturaleza nos crea con una condición. La gente te señala ya convirtiéndote en algo. Un esclavo, un guerrero... Todos nacemos para algo. Cuál será nuestro oficio. Cuál es nuestro destino. ¿Qué es lo queremos en la vida? ¿Vivir o morir? Es difícil de descifrar.

Sin embargo, la historia contará con una chica. Una chica que su destino es ser esclava de la familia Charlotte. Obedecer todas las órdenes de Big Mom y de sus hijos. Y llegaron ellos. Dos hombres un tanto diferentes ante ojos de ella y que no la trataban como una inferior. ¿Quieres saber más?

Todo comenzó en una remota isla pequeña que no era muy conocida por los piratas o por los marines. Los lugareños nunca han entrado en conflicto. En la ciudad prosperaba paz y tranquilidad, algo que muchos desean en ese sitio. La gente tenía un corazón grande y cuando alguien necesitaba comida siempre lo ayudan.

Y todo eso cambió, cuando escuchan como un sonido de un cañón y una bala se estrella contra uno de los edificios. Una persona corría con miedo hacia el pueblo gritando: «¡Piratas!». El pánico aparece en el cuerpo de la gente donde empiezan a correr de un lado para otro mientras intentaban esquivar los escombros de los edificios. Las balas no dejaban de llegar destruyendo todo a su paso. Pero ¿por qué ahora?

Todos corren hacia la playa. Un error. Los piratas los estaban esperando y comenzaron a capturar uno a uno sin que nadie huyese de su destino. Los ancianos estaban separados por los más jóvenes e incluso los niños estaba con ese grupo. No entendían que estaba pasando. ¿Por qué un pirata llega e irrumpe la paz? Escuchan como una especie de risa y sus ojos se agrandan. Una mujer de un tamaño descomunal se acercaba hacia el sitio acompañado por unos cuantos más de sus piratas y entre ellos habían jóvenes.

La mujer de cabellos rosa sonreía divertida ante las caras que ponían la gente. No dejaba de reír como una bellaca.

—¡Mamamama! ¡Esto será divertido!

Los niños no paraban de llorar queriendo ir con sus padres o con sus abuelos que estaban apartados del grupo aquel. ¿Qué es lo que deseaba esa mujer? ¿Era la capitana de esa tripulación?

—¡Recordad mi nombre, idiotas! ¡Soy Charlotte Linlin, o más bien Big Mom! ¡Y estos son mis pequeñines!

Unos cuantos chicos se asoman con una sonrisa de diversión al ver que la gente les veía con miedo. «Mamá es estupenda», decían algunos quienes esperaban una orden de su madre.

—¿Qué tenemos aquí? —Linlin comienza a inspeccionar al grupo de jóvenes que fueron capturados por sus subordinados.— Puede que todos me sirvan, pero solo quiero unos pocos.

—¡Por favor, tened piedad! —grita un hombre que es el alcalde de esa ciudad.— ¡Son solo niños!

—Y yo necesito esclavos en Totto Land —especula Linlin mirando fijamente aquel hombre.— ¿Hay algún problema con eso?

Silencio. Ese sonido le gustaba a la gran mujer que sonríe ampliamente y chasquea los dedos para que su tripulación empezase a seleccionar a los niños. Solo les interesaban a jóvenes entre 10 y 20 años que puedan cumplir cualquier función para Big Mom. Los otros más pequeños fueron liberados para que corran con rapidez hacia donde estaban sus padres.

Algunos padres gritaban pidiendo piedad en que no se llevase a ninguno de sus hijos. No creen que podrían soportar que esos niños trabajen para alguien tan peligrosos como Big Mom. Chasquea la lengua la gran mujer ya no aguantando escuchar esos quejidos por lo que golpea el suelo.

The Pretty Slave (Katakuri x Reader x Cracker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora