The Pretty Slave (Katakuri x Reader x Cracker)

Capítulo VI

___ amaneció temprano para cumplir con las tareas de Big Mom sin despertar a Cracker. Aún no podía creer lo que había sucedido. Tuvo un encuentro íntimo con uno de sus amores prohibidos de la infancia. Hasta su cabeza daba mil vueltas intentando aclararse. ¿Será así por siempre? Realmente al despertar sintió ternura al verlo dormir tan plácidamente en la cama. No quería despertarlo para decirle que se iba a marchar.

Lo más lógico es que Cracker la detuviese para que siga durmiendo. Y no. Debe cumplir con las obligaciones de Linlin si no recibirá un castigo tremendo. Trabajó mucho para ser respetada por la gran mujer y que sus hijos la vieran como una más. Aunque no es del todo cierto. Todos la ven como una esclava menos ellos dos. ¿Qué es lo quieren realmente? Cracker se comporta de una manera distinta con ella, ¿sentirá algo? Y Katakuri... Un momento, desde ayer no le ha visto. ¿Le habrá pasado algo?

La joven ___ suspira lentamente no queriendo pensar más en ello y centrarse en acabar de limpiar la biblioteca. No se percató que alguien abrió la puerta. Debe ser Opera ya que suele estar metido aquí por órdenes de Big Mom y no suele molestar a la chica. Era educado y responsable. Y un tanto silencioso a veces. ___ lleva la mano a su frente para retirar el sudor que se acumulaba ahí por el trabajo duro que estaba realizando.

—Vaya, si tenemos a la pequeña esclava trabajando como nunca.

Y todo su cuerpo se tensa de golpe al escuchar aquella reconocida voz. Su peor pesadilla desde muy joven. Charlotte Oven había entrado para buscarla. A modo de respeto, se gira lentamente e inclina su cuerpo a modo de saludo.

—Buenos días, Oven-sama.

—Siempre tan educada. —Los pasos de Oven se vuelven firmes y se detiene manteniendo distancia entre ambos.— ¿Puedes dejar lo que estás haciendo?

¿Obedecer o no? Esa es la cuestión. Pero recuerda que él no es un comandante, así que no debería tener miedo. Se gira para seguir con las tareas.— Lo siento Oven-sama, solo obedezco las órdenes de los dos comandantes y de mamá.

—Te lo estoy pidiendo amablemente. —Muy raro de él que pida algo así.

—Y yo le digo que estoy ocupada.

Silencio es lo que se obtiene en aquella sala. ¿Debería de preocuparse? ___ se da la vuelta para ver al de cabellos naranja. Grave error. Aquel hombre de más de cuatro metros la coge del cuello y la alza sin dificultad alguna. El cuerpo de la joven estaba muy cerca a la de él, sobre todo su rostro.

—Escucha, me jode bastante que obedezcas a mis dos hermanos y no a mí. —El agarre era tan fuerte que la chica no podía respirar.— Si yo hubiera sido comandante en vez de Cracker, te aseguro que las cosas hubieran cambiado.

—Oven-sama...

—Ese desgraciado te quitó tu virginidad, ¿verdad? —Las manos pequeñas de la chica intentan todo lo posible en alejarlo.

—Oven-sama, por favor...

—¿Recuerdas la última vez que nos vimos? —Claro que lo recuerda.— Que sería yo el primero y te marcaría de por vida. Aunque, agradezco que ese desgraciado te haya quitado la virginidad. —Una sonrisa pervertida y divertida aparece en los labios de Oven.— Así podré jugar contigo lo que me dé la gana.

«Todo menos él», gritaba internamente la chica pidiendo ayuda de alguien que apareciese y la salvase en esa situación. Iba ser violada por un hombre que no ama. Hasta unas cuantas lágrimas resbalaban por las mejillas de ella. Hasta que escucha una voz irreconocible. Su héroe. Su primer amor.

—Oven, ¿qué demonios estás haciendo?

—Katakuri. —Efectivamente era el primer comandante. Oven deja a la chica en el suelo rápidamente al ver a su hermano.— Nada, solo le estaba diciendo que no hiciera ninguna estupidez con ustedes dos.